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(Tiempo atrás)
N. OMSC.

El sol se hundía tras los tejados del palacio, pintando el cielo con tonos dorados y naranjas mientras dos jóvenes compartían un momento especial en el tranquilo jardín del palacio. El príncipe Yoongi, de 16 años, caminaba junto a Hoseok de 13 años, su confidente más cercano y compañero de travesuras.

Se reían mientras compartían anécdotas de las veces que habían logrado escapar de los tutores y guardias del palacio para aventurarse en la ciudad o jugar en los jardines reales. Yoongi relataba con emoción cómo habían logrado evitar ser atrapados al trepar por las paredes de los pasillos o esconderse en los rincones más inusuales.

—Recuerdas la vez que nos escondimos en el vestíbulo de los cortesanos durante una reunión de ministros —dijo Yoongi, riendo suavemente—. Estuvimos al borde del descubrimiento cuando alguien se tiro un pedo y tuvimos que contener la risa y taparnos la nariz.

Hoseok asintió con una sonrisa traviesa. —Y luego, cuando finalmente nos escapamos, encontramos al cocinero real y lo convencimos para probar sus postres antes de la cena. Casi no llegamos al banquete.

Yoongi rió entre dientes. —Tienes razón, esos dulces valieron la pena. Aunque si hubiéramos sido descubiertos, habríamos enfrentado la ira de él emperador y las largas lecciones del tutor real.

El cielo comenzó a oscurecerse lentamente, y las luces en el jardín comenzaron a titilar. Yoongi se detuvo cerca de un pequeño estanque rodeado de flores de loto y se volvió hacia Hoseok con una sonrisa suave.

—Hobi, hay algo que siempre he querido preguntarte —dijo Yoongi, mirando a su amigo con una mezcla de nerviosismo y cariño.

Hoseok se inclinó hacia adelante, curioso. —¿Qué cosa es, Yoon?

Yoongi desvió la mirada por un momento, como si buscara las palabras adecuadas. —¿Alguna vez te has preguntado... cómo sería estar en un lugar lejano, lejos de las responsabilidades y las reglas de la corte? Un lugar donde pudiéramos ser libres y hacer lo que queramos.

Hoseok se quedó en silencio, su expresión pensativa. —A veces, cuando miro las estrellas en la noche, me imagino aventuras más allá de los muros del palacio. Pero, Yoon, la realidad es que estamos atados a este lugar y a nuestras posiciones.

Yoongi asintió con comprensión, pero su mirada seguía llena de determinación. —Sí, es cierto. Pero, Hobi, siempre he pensado que, incluso dentro de estas paredes, podemos encontrar nuestra propia libertad, en la amistad que compartimos y en los momentos que creamos juntos.

Yoongi lo miró con una sonrisa, y en ese momento, sus ojos brillaron con una chispa de reconocimiento. Sin decir una palabra, Hoseok extendió su mano y la tomó con suavidad, como un gesto de complicidad.

Yoongi sintió su corazón latir con fuerza mientras sus dedos se entrelazaban con los de Hoseok. Aunque no habían expresado abiertamente sus sentimientos, ese simple gesto decía más de lo que las palabras podrían expresar.

Juntos, permanecieron en el tranquilo jardín, compartiendo un momento de conexión silenciosa mientras el cielo nocturno se extendía sobre ellos. En ese lugar de secretos y corazones cautivos, su amistad y la promesa de algo más profundo se fortalecieron, como las flores de loto en el estanque, listas para florecer en todo su esplendor.

Pero desde la sombras, miraban atentamente todo, cosas malas llegarían por culpa de esta...





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Volví otra vez, ehhehe. Voy a estar actualizando esta historia, y la de Soy Tu Nuevo Padre ✨

¿AMOR? - [YM/SP]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora