Tu Eres Mi Mundo // John Doe x Male Reader

seguro

#Narra Elden#
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Todo se veía tan oscuro e interminable, solo veía la oscuridad infinita de mi conciencia... pero mis sentidos regresaban lentamente
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Empeze a sentir una suave y cálida superficie, repartiendo una sensación cálida por mi piel expuesta
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Luego alcance a escuchar el ruido de los pájaros cantando a la lejanía
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Y mi sentido del olfato sintió el suave y sutil aroma al café que siempre tomaba cada mañana, mi café matutino, mi favorito
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Poco a poco tome conciencia, abriendo los ojos con lentitud, sintiendolos pesados, pero logrando abrirlos, viendo primeramente con la vision borrosa
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Lo primero que divisaron mis ojos cuando mi vista se aclaró, fue el techo, que rápidamente identifique como el techo de mi habitación
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Los recuerdos de la noche anterior llegaron de golpe a mi mente, alarmando todos mi sentidos, dejando de sentirme seguro, creyendo que aún estaba en peligro

*Rápidamente me senté, solo para ser detenido por un mareo y leve dolor que azotó mi cabeza como una punzada*

*Apreté mi mano con fuerza en el lado izquierdo de mi rostro, como si eso ayudará a aliviar el dolor que me atacaba nuevamente*

*Fue cuando pude sentir el parche cuidadosamente colocado en mi mejilla, y cuando el recuerdo del bate volvió*

*Lentamente mire a mi alrededor, empezando a ser conciente de dónde me encontraba en ese momento, estaba en mi habitación, con los rayos del sol mañanero entrando cálidamente por mi ventana, haciendo visibles por un pequeño momento las diminutas partículas de polvo que flotaban en el aire, sentía las suaves y comodas cobijas sobre mi piel, dándome cuenta de que estaba en mi cama*

*Levanté las cobijas, revelando los pequeños moretones en mi pecho, los cuales ya estaban tratados, y la venda que rodeaba cuidadosamente mi abdomen, forma de cuidar el golpe que recibi, además de que solo me encontraba con un pantalón de piyama*

*Me di cuenta de mi mano vendada, gracias al medallón, que seguía descansando en mi pecho, en esa tonalidad azul marino, solo que ahora, levemente manchado de rojo en las partes doradas*

*Mire mi mesita de noche, viendo la taza de café recién hecho, aún con un poco de humo, sabiendo quien lo había preparado*

*Solté una pequeña risita, levemente sonrojado*

Elden: Doe~

*Dije en un susurro, con un tono de enamorado*

*tome la taza delicadamente, sintiendo el calor que desprendia entre mis manos, para luego darle un pequeño sorbo, sintiendo un sentimiento de seguridad y paz*

*Dejé la taza vacía a un lado, para luego escuchar el sutil sonido de los pasos subiendo las escaleras*

#Narrador#

*Se podía ver a Doe subiendo las escaleras, sosteniendo entre sus manos un plato con panqueques rellenos recién hechos, hasta que se percató de Elden, el cual ya estaba conciente*

Doe: AMOR!!

*Grito emocionado, dejando el plato en la mesita de noche, para luego avalanzarse sobre Elden, emvolviendolo en un abrazo protector, dejando el rostro de Elden en su pecho*

*Elden se sonrojo completamente, mientras hacia fuerza para tratar de alejarlo*

Elden: D-Doe, n-no puedo respirar

*Cuando Doe se dió cuenta, se alejo un poco, dándole la oportunidad de recuperar el aliento*

Doe: p-p-perdon, es que estaba muy preocupado por ti

*Dijo con tono amoroso, acariciando su mejilla levemente, para luego darle un delicado beso en los labios*

*Elden correspondió con gusto, cerrando los ojos, disfrutando del momento*

*Hasta que una pequeña risita los interrumpió*

*Elden volteo a ver, encontrandose con sus dos mejores amigos, Karlos mirando de manera amenazante a Doe, mientras Daniel les sacaba algunas fotos con su teléfono*

Daniel: ustedes sigan como si no nos notarán

*Dijo Daniel con un tono tranquilo*

*Elden y Doe se separaron, dejando una distancia prudente, nerviosos y sonrojados, estaban avergonzados de que los hubieran encontrado así*

Elden: Karlos! Daniel! Que hacen aquí?

*Dijo Elden recordando que aún no era su día de visita*

Karlos: pues tu novio de algún modo se metió en nuestros teléfonos, y nos dijo que te encontrabas mal, tuve que fingir desmayarme en educación física!

*Dijo con leve molestia, para luego acercarse a Elden y revolverle el cabello a modo de juego*

Karlos: Carajo, nos preocupaste

*Anunció en tono burlón, con una sonrisa*

×los minutos pasaron con normalidad, los cuatro sentados en la cama, mientras Elden platicaba animadamente con sus amigos, teniendo que contarles la experiencia del asalto, claro, sin decir las acciones ocasionadas por Doe×

Daniel: no puedo creerlo! Debiste estar muy asustado, en serio no recuerdas nada después del segundo golpe?

*Esa era la pequeña mentira que había dicho*

Elden: si, no recuerdo nada, de seguro me desmaye por el impacto

*Y así pasaron los minuto, Doe cabeseaba levemente, sus ojos cerrandose de vez en cuando, tratando de mantenerse despierto, pero al cabo de unos minutos no aguanto, se acostó en la cama, dejando la cabeza recostada en el regazo de Elden*

*Cuando Elden se dió cuenta de eso, sonrió con ternura debido a la adorable escena*

Elden: pobrecito, debe estar muy cansado

Daniel: si, y con eso de que debe traernos desde el mundo real debe dejarlo completamente agotado como el dijo

*Elden lo miro con curiosidad*

Elden: A qué te refieres?

*En ese momento, Karlos hablo, interrumpiendo a su novio*

Karlos: Doe una vez nos dijo que el hecho de que nos estubiera trayendo y regresando al mundo real, era un verdadero gasto de energía, que antes solo debía preocuparse por mantenerse a si mismo en este mundo, y que realmente está haciendo un esfuerzo por mantener a cuatro personas... Solo por ti, Elden... Enserio te ama

*Cuando Karlos termino de hablar, Elden miro a Doe con ojos de lastima y preocupación, lamentándose el hecho de que su pareja estuviera dormido casi siempre solo por el*

*Empezó a acariciar su cabello con cuidado, tratando de no despertarlo, mientras sonreía con dulzura*

Elden: y yo también lo amo
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A pesar de la felicidad del momento, Elden sabía que no debía bajar la guardia, por qué tenía la sensación inquietante de que, con cada momento de felicidad, vendría un problema a irrumpir en su vida... Pero ahora sabía que no estaba solo, y el simple hecho de no estar solo ante el peligro...

Lo hacía sentir seguro