Ni tuya ni de nadie

Prólogo

En la tranquilidad de su hogar, Jade se encontraba descansando en la habitación de su hermana Esmeralda. Mientras el silencio reinaba a su alrededor, su mente se llenaba de preocupaciones y decisiones difíciles. Había tomado una determinación que cambiaría su vida para siempre y estaba lista para enfrentar las consecuencias.

Con temor y ansiedad, Jade tomó su teléfono y marcó el número de su novio. Su voz temblorosa se mezcló con el eco de sus pensamientos mientras le comunicaba una noticia que sabía que lo afectaría profundamente. El padre de Jade deseaba que ella abortara a su bebé. No era una petición, era una orden. Aquella figura paterna, aparentemente rígida y fría, había decidido el destino de su futuro hijo.

Mariano Caballero, su novio, aparentemente un joven común y corriente, ocultaba un oscuro vínculo con la mafia que llevaba nombre y apellido, Paolo Damasco, su amigo íntimo y gran mafioso, que estaba inmerso en el tráfico de personas entre México y Venezuela. A pesar de que el joven llevaba tiempo sin tener contacto con él, ese momento crucial para retomar su comunicación, así que Mariano le prometió a Jade que llamaría a Paolo para solicitar su ayuda. Ambos sabían que era la única opción para proteger la vida de su bebé y el suyo propio.

Las piezas comenzaron a moverse en un peligroso juego de engaños y desesperación. Jade y Mariano organizaron una elaborada estratagema para engañar a su padre y a su familia. Acordaron que Jade entregaría una gran suma de dinero a uno de los guardias de su padre, quien se encargaría de encontrar un cuerpo similar al suyo para ponerlo en su lugar en el momento en que su padre y su familia llegaran. Todo estaba orquestado para que el dolor les impidiera ver la verdad.

En un último acto de dolorosa despedida, Jade dejó su esclava de oro, esa que jamás desprendía de su muñeca y que llevaba unas hermosas piedras de jade, como su nombre, y el hermoso color de sus ojos con, en el brazo de la joven que ocuparía su lugar en esa escena macabra. Con el alma destrozada, se alejó de su hogar, escapando con Mariano hacia Colombia, buscando un refugio seguro donde poder dar a luz a su futuro hijo o hija.

Mientras Jade y Mariano construían una nueva vida en un país distante, Paolo se convirtió en su conexión con la realidad que habían dejado atrás. Él la mantenía al tanto de la vida de Esmeralda, su hermana, y ellos tomaban posesión de negocios en Colombia que Jade desconocía para ese momento. Sin embargo, el destino les deparaba un cruel giro: el padre de las hermanas se quitó la vida en un acto desesperado de cobardía, la madre, en su desespero, había perdido la cordura y, cuando Jade pensaba que la marea estaba baja, el hermano de Paolo, Patrick Damasco, secuestró a Esmeralda.

Jade sentía que no podía más con toda aquella carga, quería gritarle al mundo y a su hermana que estaba viva, pero no encontraba la fuerza ni la forma de hacerlo. Patrick Damasco tenía una fuerte rivalidad con la mafia italiana y Jade lo supo luego de escuchar una conversación telefónica que mantenía Mariano en su despacho.

Luego de pasar su coraje y de encontrar calma, Jade pensó con claridad y sabía que, a pesar de los peligros que acechaban a su hermana debido a los lazos con la mafia italiana, ella estaba obligada a dejar que los acontecimientos siguieran su curso.

Consciente de la situación delicada, Paolo le entregó a Jade un número de teléfono que permanecería apagado, pero que, cuando se encendiera, enviaría una alerta de ubicación. Ese sería el momento en el que Jade debía actuar, pues indicaría que su hermana estaría en fuertes problemas y necesitaría desesperadamente de su ayuda. Además, el teléfono le proporcionaría copias en tiempo real de los mensajes y grabaciones de las llamadas, otorgándole el conocimiento necesario para intervenir y salvar a Esmeralda en cualquier situación.

Así fue como Jade se convirtió en una sombra sigilosa.

Tras la muerte inesperada de Paolo Damasco en Venezuela, Jade y Mariano decidieron viajar a México en silencio, pues ya no tendrían una conexión con lo que allá sucediera y Jade estaba consciente de que pronto su hermana la necesitaría. Cuando el teléfono que Paolo le entrego emitió aquella alarma que por mucho tiempo había estado esperando, ideó un plan para el rescate que estaría por venir. Esmeralda estaba por casarse con su opresor y en un intento por detener aquella locura, Jade envió a sus hombres hasta la casa donde su hermana estaba siendo retenida en contra su voluntad. En ese momento, la situación se complicó aún más cuando Alessandro, su ex cuñado y miembro destacado de la mafia italiana, apareció en escena con la misma intención de llevársela. Sin embargo, los hombres de Jade no se dejaron intimidar por la presencia de aquel peligroso y despiadado ser, pues Mariano y ella habían dado estrictas órdenes para que extrajeran a su hermana de ese lugar a toda costa.

A pesar de la posible desaprobación de Esmeralda por no haber compartido su plan de fingir su propia muerte, Jade demostró una valentía inquebrantable. Con determinación, se enfrentó a Patrick y a Alessandro desde las sombras, suave y despacio para que no sintieran sus pasos ni pudieran imaginar su acercamiento, ella se había ideado todo durante meses para cuando llegara el momento de rescatar a su hermana y alejarla de las garras de aquellos que intentaban ejercer control sobre su vida.

En un acto de coraje y lealtad, Jade se convirtió en el salvavidas de Esmeralda, llevándola lejos de aquel lugar de opresión y peligro.

Hola, bellezas. Ya falta poco para iniciar con esta segunda entrega.
No olviden agregarla a su biblioteca para que estén atentos.
Cuéntenme, ¿qué esperan o qué creen que se vendrá en este segundo libro? 

Besitos. 

Les invito a seguirme en ig Andreinalopez_escritora.