Segunda parte: Debo contenerme

68 9 0
                                    


"Por eso me gustas". Esas palabras hacían eco en mi cabeza, una y otra vez, un vértigo de sentimientos había surgido, se volvieron más fuertes aplastando mi pecho, me quede paralizado y agache la cabeza, no quería mirarlo, decía esas cosas sin pensar en mi, el no lo sabía y yo no lo entendía.

-¿Estas bien? -el había regresado cuando vio que ya no lo seguía.

-Si ... Sólo estoy cansado... Estuve pintando anoche.

-Oh, no deberías desvelarte tanto todos los días, me estas obligando a dormir en tu casa para vigilarte... -Sus bromas hacían que me descontrolara-Tu no me haz vuelto a invitar.

-Tu tampoco lo haz hecho- la última vez que fui a dormir a su casa fue cuando estábamos en la secundaria, si el durmiera junto a mi una vez más, no se qué es lo que pasaría ¿sería capaz de resistirme, de no tocar su piel? Si tan sólo pudiera tocarlo, le haría todas las cosas que eh pensado hacerle, lo tomaría y lo haría mío, y si el me correspondiera... bueno... después de eso... No dejaría que se fuera, no dejaría que nadie volviera siquiera a mirarlo.

-Oye despierta- movió la mano frente a mi, realmente me quedaba soñando muy seguido.

-Lo lamento... ¿Quieres quedarte hoy? Le avisare a mamá-lo había dicho sin pensar.

-Claro! hagamos lo que hacíamos cuando niños.

-¿de verdad?- solíamos hacer muchas estupideces cuando niños.

-Si! Llámale a tu madre! -Se mocionaba tan fácilmente.

-Deberías dejar de hablar tan correcto cuando se trata de ella- El siempre había sido muy amable y cortés con mi joven y bella mamá, ella estaba encantado con él, siempre quiso que aprendiera a comportarme como él.

-Es que es tu madre! A demás ella siempre es muy amable conmigo siento mucha pena por no haberla visitado en tanto tiempo...

-Deja de hablar así, parece como si estuviera en un asilo o algo, además hemos estado ocupados- la escuela en la que estábamos exigía una excelencia académica de cada estudiante , no es como si necesitáramos esforzarnos mucho, él y yo éramos los mejores en todas las asignaturas, él estudia mucho y su memoria fotográfica le facilitaría las cosas si quisiera con ver algo una vez le basta para recordarlo, pero siempre se esfuerza en todo, en cambio a mi me basta con escucharlo mientras estudia, recordaría cualquier cosa que el dijera incluso si lo susurrara.

-Sólo llámale! -estaba feliz me gustaba verlo así.

-De acuerdo le llamaré a mamá.
*marcando*
~hola~
-Mamá...
~¿Pasó algo malo? ¿Estas bien? ~
-Tranquila! soló quería decirte que voy a la casa con...
~El viene?! Kya!!! genial les haré su comida súper especial!- aleje el teléfono de mi oído para no quedarme sordo
-¿mamá?- había salido corriendo, dejando el teléfono probablemente en el suelo- Creo que esta feliz de que vallas- Colgué la llamada y guarde mi teléfono

-Que emoción, podré volver a ver a tu madre después de tanto tiempo.

-La haz visto...

-Pero no he hablado con ella hay tantas cosas que contar.

-Que bueno que te sientas feliz -y ahí estaba esa sonrisa de nuevo.

Tomó mi mano y me llevo corriendo hasta mi casa, esto parecía un "dejá vu" él solía hacer esto todas las tardes, me concentré en como se sentía su mano tocando la mía, y lo observe bien, iba riendo, inocente como siempre, su cabello se movía con el viento, el atardecer hacia que se viera aún más deseable, sin saber lo que sentía, él simplemente me veía como un amigo, o peor aun, como un hermano, aunque eso no era del todo malo tenía la excusa perfecta para celarlo todo lo que quisiera.

Porque me gusta tu sonrisa, no es tiempo de decírtelo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora