Prólogo

1.7K 115 5
                                    

Adaptación gip.

Mediados de Noviembre 2015.

— ¡Oh Dios! —gemía mi novia mientras me balanceaba una y otra vez sobre su cuerpo sudoroso.

— Eres tan sexy. —susurré a duras penas cuando sentía las contracciones de la vagina de Juliana apretando mi pene con fuerza, señal de que estaba comenzando su ascenso al orgasmo—. Si bebé... Córrete para mí. —pedí sintiendo mi propio orgasmo comenzar a arremolinarse en mis testículos. Solo unos empujes más bastaron para que terminara viniéndome intensamente dentro de mi novia.

— Mierda, sí. —murmuró con satisfacción mi chica sintiendo mi orgasmo pintar las paredes de su entrada.

Pasó un tiempo cuando me retiré lentamente y descansé a su lado. Nos quedamos así, abrazadas y sudorosas, por unos minutos. Luego me levanté y fui a buscar algo de agua para las dos. Cuando volví, Juliana se había recostado en la cama y me sonreía de manera pícara.

— ¿Qué tal si seguimos con esto un rato más? —preguntó, levantando una ceja sugerentemente.

— Me parece una excelente idea. —respondí, dejando el vaso de agua sobre la mesita de noche y acercándome a ella con una sonrisa traviesa en el rostro.

Sentíamos el ruido de la fiesta
  retumbando a lo lejos. Habíamos ganado el partido para calificar a las finales del torneo estatal y mi novia a mi lado me había prometido una recompensa si ganaba.

Fue cuando una de las jugadoras propuso una fiesta en su casa, alcohol incluido, cuando Juliana decidió que sería el momento adecuado para darme mi recompensa.

Yo no podía estar más agradecida.

— Te amo. —susurró mi chica dándome besos en el abdomen, causándome ligeras cosquillas. Ella sonrió contra mi piel.

— Yo te amo mucho más. —sonreí con suficiencia. Ella golpeó mi estómago con su palma.

— Lo que te haga dormir por las noches, Carvajal. —se burló.

— Tu presencia. —respondí atrayéndola a mí y besando la comisura de sus labios.

Ella se rio para después ocultar su rostro entre mi cuello. Pasamos un tiempo así, yo sabía que ella aún estaba despierta. El sonido de la fiesta aún seguía en pie, y ya eran las dos de la mañana.

— ¿Como crees que será nuestro futuro? —preguntó mi novia besando mi cuello con besos intermitentes y suaves.

— Perfecto. —respondí sin dudas.

— Es nuestro último año, Val. —dijo con ansiedad. Yo la apreté más cerca de mi para aliviar sus nervios.

— Y lo haremos memorable, bebé. —dije en una sonrisa. Luego besé sus labios.

— Irás a UCLA.

— Eso si consigo que los hojeadores me elijan. —digo no queriendo dar nada por hecho.

— Ellos lo harán. Eres increíble. —me animó mi chica.

— Tú me haces increíble. —le digo de vuelta.

— Basta. —dice ella sonrojándose.

— Es en serio. Todo lo que tengo que hacer es verte sentada entre la gente en las gradas para que mi juego mejore. Eres parte de mi amor por el juego. —confieso mirándola tan profunda y sinceramente como puedo.

— Dios. Es que te amo, Valentina Carvajal. —dice feliz mi novia, provocando mi risa.

— Y yo a ti, Juliana Valdés. —la beso profundamente.

Cuestión de resistencia. (Adaptación Juliantina GIP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora