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Después del día de aquel juicio, las cosas marchaban mejor de lo que había pensado en un principio, al parecer una parte de Harry se sentía mucho más tranquila y serena sabiendo qué ahora podría tomar las decisiones correctas sin pensar en el riesgo de alguien peligroso, porqué es lo que era aquella chica pelirroja.

Draco, por su parte, sabía que el ojiverde no estaría simplemente calmado de la noche a la mañana, su especialidad era el cuerpo humano, más no las emociones o el cerebro, estaba investigando por su cuenta sobre ello, no solo como una forma de ayudar a Harry, sino también entender el porqué de ese mismo síntoma, no sabía en un principio que habían varios tipos de ataques, crisis, episodios maníaco-depresivos, eran muchas cosas inexploradas.

Pero, era importante, Harry Potter había llegado al mundo mágico sin saber muchas cosas, pero aún así había aceptado ir con un extraño, había salvado al castillo 3 veces siendo prácticamente un niño, incluso había participado en un torneo mortal que se suponía era para personas de 17 años, había derrotado a Voldemort en el mismo.

Una carga demasiado grande en manos de un mocoso inexperto en la magia.

Él lo sabía y entendía, la amabilidad, comprensión o ese afecto cariñoso, no curaba una enfermedad mental.

Pero al menos quería ser un soporte, además, Harry valía la pena, valía arriesgarse por su cuenta también.

Por eso mismo, quería aprender, quería saber cuáles eran las formas correctas de estar ahí, para la persona que quería.

Aunque no tuviera tanto tiempo para buscarlo, encontró una forma para hacerlo.

Su trabajo no estaba siendo afectado precisamente para qué no hubieran problemas mayores, aún era un Omega; aún creían que podrían culparlo por cualquier estupidez.

Suspiró, estaba hablando con uno de los aurores que estaban lastimados, otra redada en solo unos meses; agradecía que Harry hubiese salido a tiempo, porqué sería el primero en ponerse enfrente para que nadie más saliese lastimado.

Las cosas después de aquel juicio, estaban tranquilas, técnicamente se había declarado al alfa poco después en el departamento nuevo que Harry había conseguido para vivir.

También se había enterado que le avisó a sus padres sobre él, casi morían de un infarto, pero después se habían pasado galeones.

Habían apostado por eso desde que ellos estaban estudiando en Hogwarts, al parecer todos notaron que eran más que amigos o enemigos y ellos no tenían en cuenta aquello.

"Ya es hora del almuerzo" pensó para sí mismo, una de las doctoras le dijo que podía retirarse solo 30 minutos, ya que necesitaban todo el personal.

Odiaba los fines de semana debido a eso, al menos podría llegar a comer algo antes de volver a los cuidados intensivos.

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Harry movía sus manos con cierto nerviosismo, avanzaba tanto como se estancaba en la terapia; en su mente sabía que era normal, no podías tener todo resuelto de la noche a la mañana, pero aún así para el mismo era demasiado frustrante a veces.

Ginny se había ido, estaba encerrada en dónde pertenecía; pero tenía incluso cierto miedo de verla de nuevo en su departamento, pensó en ir a otro sitio, pero la mayoría ya había sido comprado o rentado.

No tenía muchas opciones sobre eso.

Mucho menos quería molestar a Draco en eso, le gustaba, quería estar a su lado por supuesto, pero no podía pretender que estaba bien para tener una relación estable cuando recién está recuperando su confianza.

El Omega Perfecto [Completo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora