Capítulo 5

3.8K 241 21
                                    

César comenzó a conducir, yo solo miraba al por la ventana, no sabía si estar triste, avergonzada, enojada.

-y los mellizos?- pregunté mirando a César

-ahora si te acuerdas de ellos?- dijo sin dejar de mirar el camino

-Cesar no digas tonterías- volví a mirar a la ventana

-pues besándote con Cornelio no te veías muy preocupada por ellos- lo miré, su mandíbula estaba rígida de nuevo

-neta estás celoso?- pregunté sonriendo maliciosamente

-no estamos hablando de eso- me miró rápido y regreso la mirada al frente

-entonces dime dónde dejaste a mis hijos- el no decía nada -con tu amiguita?- pregunté molesta y el me miró rápido entrecerrando los ojos

-con mi amiguita?- preguntó y regresó la vista al frente

-si, con Jiapsi, porque estás saliendo con ella no?- dije ya en un tono de voz elevado

-para empezar no me grites- dijo tranquilo

-entonces dime dónde están mis hijos?- dije en el mismo tono pero el prefirió callar -si los dejaste con esa no te lo voy a perdonar-

-no les dijiste a los niños que se portaran bien con cualquier persona que yo les presente?- tenía una risa burlona -que hay de ti?-

-eres un idiota- dije volteando a la ventana

Desde que nos separamos no habíamos tenido una discusión, tratabamos de llevar un trato cordial y respetuoso, pero ésta vez, con tragos encima, me arme de valor, aunque realmente sabía que no debía reclamarle nada.
Al llegar a casa César se estacionó afuera, nos quedamos unos segundos en silencio.

-gracias- dije mirando al frente

-te ayudo?- me preguntó mirándome

-yo puedo sola- dije mirándolo rápido, abrí la puerta del carro y salí de el, maldita sea, olvide que usaba tacones y uno de ellos me traicionó y caí al piso

-tn!- gritó Cesar desde el auto, no respondí, bajó rápido y se acercó a mi -estás bien?-

-si- dije quejándome, mire mi rodilla, tenía un raspón bastante grande

-te ayudo- me afirmó y yo solo negué con la cabeza

Me intente poner de pie, pero mi tobillo me dolió bastante y estuve a punto de caer de nuevo pero César me atrapó

-te ayudo dije- me repitió mientras me cargaba en brazos

Solo pase mi brazo por su cuello para sostenerme mejor, con dificultad saque las llaves de mi bolsa y abrí la puerta, César la cerró una vez que entramos y me subió directo a la habitación. Hacia mucho César no entraba aquí, me sentó con delicadeza en la cama y se sentó en la silla de mi vanity después de acercarla a la cama.

-dejame revisarte- dijo intentando tomar mi pie

-estoy bien- lo hice a un lado pero hice un gesto de claro dolor

-por un momento puedes dejar de ser tan necia?- me miró a los ojos y yo solo me quedé callada

Tomó mi pie y retiro la zapatilla, tocó mi tobillo y yo me queje un poco.

-solo es una torcedura- dijo poniendo mi pie en el suelo con cuidado.

Se puso de pie y fue directo al baño, regresó con el botiquín de primeros auxilios que teníamos preparado por cualquier emergencia.

LO TUYO Y LO MIO ❤️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora