Capítulo 23

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-llegaron los abuelos- dije después de escuchar el timbre de la casa

-yeiii- bajaron los mellizos de la cama

-voy a abrir- me dijo César y yo asenti

-yo voy por la pañalera- sonreí y pose un beso fugaz en sus labios, ambos salimos del cuarto

Fui al cuarto de los mellizos, tomé la pañalera y le di un último vistazo para verificar que todo estuviera en orden. Una vez veriricado coloque la cinta de la pañalera sobre mi hombro y salí del cuarto, al acercarme a las escaleras podía escuchar las risas de los mellizos y la voz de Ramón, sonreí y baje las escaleras.

-hola- sonreí y me acerque a Ramón, lo saludé con un beso en la mejilla a lo que me correspondió

-hola mija- dijo sonriendo -es todo?- me preguntó tomando la pañalera

-si, llevan su ropa, es algo fresco ya ves que ha hecho mucho calor estas últimas noches- el asintio -de todas formas llevan un abrigo por si llega a hacer frío- sonreí

-ok pues- sonrió -ya los bañaron verdad?- me pregunto mirandolos

-si, de una vez para que al rato no les llegue a hacer daño-

-hola mija- dijo Paola saliendo de la cocina con César

-hola Paola- nos dimos un beso en la mejilla

-listos?- le preguntó Paola a los mellizos

-siiiiii- gritaron al unisono

-a que hora tenemos que estar en el jardín?- preguntó Ramón colgando la pañalera en su hombro

-a las 8:30 apa- dijo César -todo está planeado para las nueve en punto-

-nos vemos en la noche entonces- dijo Paola -vamonos mis niños- le dijo a los mellizos y ellos asintieron

-beso- dije poniéndome de cunclillas y ellos me abrazaron -se portan bien- di un beso en sus mejillas y me puse de pie

-se portan bien cabronciños- dijo César dando un beso en la mejilla de nada uno y ellos sonrieron

Salieron de la casa tomados de la mano de sus abuelos, subieron a mi auto, habían llegado en la Parra móvil, pero nosotros la ocupariamos para llevar todos los adornos al jardín, así que les ofrecí el carro, y yo me sentía más tranquila ya que en la Parra móvil no contabamos con sillas para los mellizos y en mi auto, como en el de César si.

-te vas a bañar?- me preguntó César entrando a la cocina

-no amor- camine detras de él -en el jardín voy a sudar y me llegaré a bañar- me miró -solo lavare mi rostro-

-si quieres sube a cambiarte de ropa en lo que yo preparo el desayuno- me tomó de la cintura y me acercó a su cuerpo -desayuno casi comida- ambos reímos

-te tomo la palabra- coloque mis manos en sus mejillas, lo atraje hacia mi y le di un beso en los labios, al separarnos ambos sonreímos -ya vengo- el asintio

Me solte de su agarre y me gire, sentí una nalgada en mi nalga, lo miré y el solo me guiñó un ojo, me sorprendía ya que casi nunca, si no es que realmente nunca, había hecho esa acción, solo reí nerviosa y seguí mi camino al cuarto.

Al llegar entre al closet, saque un conjunto de pants color vino con franjas negras, una playera y tenis negros, los coloque en la cama y me dirigí al baño, hice mis necesidades y comencé una rápida pero completa rutina, lave mi cara, la seque y coloque un suero, una crema y por último un bloqueador solar.

Al salir del baño me quite la pijama, la coloqué en el cesto de ropa sucia y me puse mi ropa. Una vez lista arregle mi cabello en una cola alta, quería estar cómoda y que mi cabello no me estorbara, coloque desodorante y un poco de perfume, un aroma fresco y discreto. Ya lista decidí hacer la cama, ya que estaba aún destendida y quería dejar el cuarto lo más recogido posible, al terminar con mi cuarto, entre rápido a la de los mellizos, acomode sus camas y lo poco que había fuera de lugar.

Termine y baje, entre a la cocina y mire a César terminando de servir el almuerzo en unos platos blancos.

-lista?- me preguntó sin mirarme

-lista amor- deje mi celular en la barra y me acerque a él -huele riquísimo- dije mirando los platos

-espero que sepa igual- dijo y ambos reímos

Nos sentamos a desayunar, fue algo ameno, entre platicas y risas, por la emoción del evento que estábamos por presenciar, nos pusimos a recordar aquellas épocas cuando estábamos organizando la boda y era una guerra de nunca acabar. Mi celular comenzó a sonar, mire la pantalla *Lillian ✨*, abrí grandes los ojos y le mostré el celular a César.

-contesta- me dijo y yo asenti

Tn: hola bebé -trataba de sonar lo más normal posible-

Lillian: hola bebé, estás ocupada?

Tn: no, estoy almorzando con César en la casa -bebi un poco de jugo-

Lillian: provechito

Tn: gracias -sonrei-

Lillian: recuerdas que te dije que hoy tendré una cita con Carlos? -me preguntó-

Tn: si.... -entrecerre los ojos-

Lillian: ocupo que me acompañes a comprar un vestido -abri grandes los ojos-

Tn: ahora sí te quedo mal -dije nerviosa-

Lillian: por? -se escucho el cambio de tono en su voz-

Tn: esque saldré con César y ya casi nos vamos -dije rápido-

Lillian: está bien bebé no te preocupes -regreso su tono de voz normal-

Tn: pero dile a Fanny, seguro está libre -le hice señas a César para que le enviara mensaje a Fanny, el asintio y saco su celular-

Lillian: tienes razón, bueno bebé te dejo, cuidense mucho, los quiero

Tn: te queremos -colgue la llamada-

-estuvo cerca- deje mi celular en la mesa, César seguía escribiendo en su celular

-listo- dijo una vez dejando de escribir

-que le pusiste?- pregunté

-le puse..- miró su celular y comenzó a leer -"cuñada, la Lillian te va a llamar para acompañarla al mall, ve con ella para que no sospeche nada, nosotros nos encargamos de lo demás, y dile al Cristhian que ya se jale al jardín, allá lo vemos, gracias bruja"- lo mire intentando no reír -ella me dice peor-

-no quiero saber- reí -ve a cambiarte en lo que yo lavo la loza- el asintio

Me dió un beso fugaz en los labios, subió al cuarto y yo me puse a lavar la loza, después de unos minutos terminé y César bajo, subimos todo lo que llevaríamos a la camioneta, una vez todo listo salimos de la casa, me asegure de cerrar bien y subimos a la camioneta, César comenzó a conducir al jardín, no estaba muy lejos, cuestión de 30 minutos y llegamos.

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