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Jeongin alzó una ceja, antes de echarse a reír fuertemente.

—¿Qué información podrías traerme tú que me interese? Lo que voy a hacer es prohibir el paso para ti a mi empresa desde ya.

—Haz lo que quieras, pero después de esto me vas a agradecer eternamente —sonrió, sentándose al lado del rubio.

—¿Yo? ¿Agradecerte a ti? Por favor —se levantó del sofá, caminando al escritorio, dispuesto a llamar a seguridad para que sacaran a la mujer.

—¿No? ¿Ni siquiera porque se trata de tu apreciado Chan? —Somin rio al ver como el contrario se tensaba.

Jeongin dejó el teléfono en su lugar, volteando a mirar de nuevo a la mujer.

—¿Qué estás diciendo? Saca de nuestros malditos problemas a Chan.

—Oh no, Jeongin, el único que estará en problemas va a ser tu noviecito —dijo con asco—. Mira, para que veas que estoy en lo cierto, te daré algo.

La mujer sacó un sobre de su bolso, entregándolo a Jeongin, quien muy desconfiado se lo arrebató.

—¿Crees que la mierda de aquí la voy a creer cuando me la entregaste tú? —se burló, comenzando a abrir el amarillo sobre.

—Cariño, por algo te traje pruebas, yo ya lo sabía, pero si venía a decírtelo no me ibas a creer, así que esperé a tener algo que te convenciera que lo que estás a punto de ver es real —se encogió de hombros, cruzando una de sus piernas.

Jeongin abrió el paquete, mirando que había un par de fotos dentro, las tomó para comenzar a verlas, reconoció a Chan en las fotos y sintió una fuerte presión en su pecho.

Eran fotos de Chan y una chica. Su corazón se negaba a lo que estaba viendo.

Chan dejando que la chica lo tomara del brazo.

Chan y ella sentados juntos, hablando muy alegremente.

Chan recibiendo una caricia en su mejilla.

Y la que lo destruyó por completo: Chan besando a la chica.

Estaba temblando y quería llorar, pero no lo demostraría frente a Somin.

—¿Quieres que crea esto? —habló enojado, agarrando a la mujer del brazo para levantarla de su sofá.

—Estarías tan idiota para no creerlo si tienes las pruebas en tus ojos. —sonrió—. Eres fan fácil de engañar, Jeongin. Recuerda que todos estos años pensaste que me tenías enamorada, y no fue así.

—¡Cállate, maldita sea!

—¿Qué te hace pensar que Chan no te está haciendo lo mismo? Tal vez para él solo fuiste un capricho, claro, al verte casado y feliz, no dudo en meterse un objetivo para aumentar su ego y luego deshacerse de ti.

Cada palabra la sentía en su corazón, no quería creer lo que le decía, él confiaba mucho en Chan, pero esas fotos, esas fotos lo hacían sentirse tan herido.

—No, no, no, todo esto seguro tú lo planeaste, no quieres verme feliz. —sus palabras salían con desprecio, y sin darse cuenta, unas pequeñas lágrimas ya se encontraban deslizándose por sus mejillas, lágrimas de enojo.

—Vamos, seamos realistas, ¿qué ganaría yo con hacer todo este show? Ya me dejaste casi en la pobreza y evidentemente me desprecias, solo acepta que tú chico no te quiere tanto como dice —sonrió un poco, recogiendo la bolsa del sofá—. Solo es otro adolescente rico que cree que todo el mundo está a sus pies y que puede usar a la gente a su antojo.

—Sal de mi oficina.

—Ya me iba, y de nada por traerte pruebas para que no te sigan viendo la cara de idiota, de nuevo —rio un poco, caminando hasta la puerta.

Mom's Friends ☘ ChanInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora