Secreto [Max X Bradley]

Seguir con una Mentira

Max se iba a ir de Nueva cuenta esa misma noche. Sentía una clase de necesidad por encontrarse otra vez con aquella persona con la que compartió un momento lujurioso.

No hay amor, no hay amistad, no hay nada más que la solo sexo y rivalidad.

Es un intercambio donde los dos salen beneficiados mutuamente.

Los dos dejan sacar a relucir una parte de ellos donde nadie conoce.

Caminó apresuradamente a encontrarse con la mano derecha de Bradley. Caminó hasta encontrarse con esa figura grande y que emitía un aura de respeto.

- No se porque el líder quiere verte especialmente a ti, desconozco de alguna manera el motivo por el cual te llame y te necesite en su habitación a altas horas de la noche... solo supongo un motivo en específico-.

- ¿Crees que este mal?-. Max suspiró, sería muy difícil ocultarle ese hecho a Tank.

- Eso depende de ti y la sociedad misma... Los dos son Machos, mentiría de cierta manera si no dijera que no esta mal visto por la sociedad, pero depende de ustedes dos si ven esa situación mal o bien, no soy nadie para entrometerse. Solo le hago un favor a Bradley-.

Sin nada más que decir, el más alto comenzó a caminar rumbo a la fraternidad. El menor lo siguió en silencio, llegaron a la parte trasera de la fraternidad y Tank le enseñó a Max algunos pasillos secretos que podría ocupar para sus futuros encuentros con Bradley.

Y ahí estaba...

Enfrente de la habitación de su enemigo, harían cosas indebidas de nueva cuenta, no se lo contarían a nadie y finalmente cada quien por su lado. Max tenía esa opción, la otra era huir de ahí, ignorar a Bradley por el resto que le queda de la universidad y fingir que nunca pasó. No le comentaría de lo sucedido a nadie, no lo hablaría con sus amigos y mucho menos con su padre. Quedaría como una experiencia donde culparia al alcohol y las hormonas alborotadas del momento. Sería un suceso que sólo lo sabría Bradley, él y también Tank. Pero no importaría, nadie va a manchar su vida por un simple encuentro lujurioso.

O...¿Sí?

Antes de que Max pudiera arrepentirse, Brad había abierto la puerta de su habitación.

-¿Que haces perdedor? Te pueden ver los demás. Adelante-. Brad se movió de la entrada para que su visitante nocturno pudiera entrar. El menor con desconfianza entró al dormitorio. Se esperaba de todo, una trampa de los Gamma donde su persona saldría perjudicada, burlas, humillación, entre otras cosas más. Pero no había nada...

Max al inspeccionar más la habitación, y posar su mirada en la cama estilo matrimonial, se sonrojó notoriamente al recordar todos los actos realizados el día de ayer.

-Brad... No creo que sea buena idea continuar con esto-.

-¿Por qué, No?-.

-¿No lo entiende?, manchariamos nuestra Reputación si se sabe-.

-Tranquilo imbecil, todo esta bien, puedo actuar como una pareja cariñosa contigo en la cama, como un amigo en lugares escondidos y como tu peor enemigo frente a los demás, nada tiene que cambiar eso. Tu perteneces al equipo rival, no somos nada más que enemigos frente a la sociedad-. Bradley se acercaba lentamente a Max, mientras lo dirigía a la cama.

-Solo déjate llevar, hasta donde tu instinto te guíe, sino crees soportarlo... Solamente dilo y cada quien sigue con su vida, el sexo entre nosotros no debe de interrumpir nuestra vida con los demás-. Bradley mantenía una respiración entrecortada mientras miraba fijamente al menor, sabía como dominar con palabras al contrario.

Y sin mayor esfuerzo Max se abalanzó a los labios del mayor. No era tan difícil cambiarlo de parecer. Los dos son unos niños todavía tratando jugar la vida de adultos. El sexo siendo una escapatoria de todos sus problemas.

Y así sus encuentros nocturnos fueron transcurriendo día a día. Dejando preocupados a dos amigos.

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Nota: Seré breve, esta historia será corta, no tengo horario específico para actualizar y agradecer a las personitas que leen esta historia <3 se merecen em cielo y mucho más, por eso habrá doble actualización.