Tu nombre hace eco en mi mente

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Luego de ese beso les siguieron unos segundos incómodos que parecieron eternos, interminables, ambos mirándose a los ojos con completa incredulidad de lo que acababa de pasar, de lo que Thor acababa de hacer. Loki parecía un poco agitado, su boca entreabierta y su rostro completamente rojo, Thor pensó brevemente que jamás había visto algo tan adorable. Dios, ¿qué estaba pensando? En el fondo sabía que tenía que decir algo, cualquier cosa, pero su garganta parecía estar sellada. No sabía por dónde empezar, sólo podía pensar en cómo le habían movido el suelo esos besos, y que le gustaría mucho repetirlo, pero... ¿Qué mierda estaba pensando cuando hizo eso?

Su mente se dividía entre querer abalanzarse a los labios de Loki nuevamente y el dilema de su sexualidad rondándole la cabeza sin parar, dejándolo paralizado, apenas respirando. En retrospectiva, debieron ser dos minutos de silencio, pero para él se sintió como una eternidad que lo hizo ver como un cobarde en todos los aspectos. Porque Loki había estado esperando que Thor dijera algo, dándole el beneficio de la duda, quizás; no parecía ofendido, tampoco enojado, en todo caso se veía confundido, completamente fuera de su elemento. Pasados esos pesados minutos Loki fijó su mirada al frente, hacia la ventana, y luego de un suspiro volvió a examinar las fórmulas en su cuaderno como si nada, al parecer tomando el silencio de Thor por lo que era: absolutamente nada.

—Olvidaste colocarle el negativo acá, ése fue el problema —dijo Loki, señalándole a Thor el ejercicio que había hecho mal, continuando la conversación anterior como si nada.

Thor tragó profundo, mirando el cuaderno y asintiendo como un tonto, pateándose mentalmente porque, aunque Loki al parecer iba a hacer como si nada hubiese pasado, y aunque ésa sería la ruta más fácil y gentil para Thor, por alguna razón... algo dentro de él parecía decepcionado de pensar que ése beso podría ser el primero y el último; sentía el pecho pesado al pensar que quizás él y Loki no se volverían a besar.

¿Quizás? ¿Qué mierda estaba pensando? ¡Él no era gay! Además de que tenía novia, ¿qué le pasaba?

Ese día decidieron terminar temprano, la tensión era insoportable, Thor había sido incapaz de concentrarse luego de esos besos. Que Thor no fuese gay no le daba derecho a guardar silencio, porque había sido él quien había besado a Loki, y había sido él quien lo había tomado de la nuca, hundiéndose en un segundo beso tan pronto Loki se echó hacia atrás. Loki apenas lo miró a los ojos el resto de la tarde, y cuando se fue le dedicó apenas una sonrisa tensa antes de salir por la puerta y subirse a su bicicleta. Thor se quería morir, ¿había arruinado todo? Loki se había convertido en alguien muy especial para él, alguien por quien Thor contaba las horas antes de verlo, no quería pensar que su amistad se había arruinado para siempre.

¿Qué había pasado por la mente de Loki en ese momento? Había correspondido sus besos, Loki había suspirado en su boca y gemido contra sus labios, Thor aún sentía el cosquilleo recorrer todo su cuerpo de sólo recordarlo. Su piel se había sentido tan suave cuando lo tomó de la nuca, ¿siempre había olido tan bien? Thor habría querido enterrar su rostro en el cuello de Loki y aspirar mejor su aroma, descubrir si era un perfume, su champú, o simplemente él. Luego tragaba profundo y le daban ganas de estrellar la cabeza contra la pared; estaba muy aturdido, si se permitía distraerse esos pensamientos extraños le invadían la mente.

No sabía cómo ese beso iba a afectar su amistad, Loki al parecer le había dejado el camino fácil y había actuado como si nada, pero era Thor el que no se sentía capaz de actuar igual. Porque antes del beso ya Loki vivía en su mente sin reparo alguno, y ahora que ese sentimiento extraño había despertado dentro de él tenía muchas cosas que replantearse. Thor nunca, nunca se había sentido así con nadie más, jamás un beso le había revuelto todo dentro como ese beso con Loki. Desde su amistad, desde que Loki comenzó a caerle bien... con Loki las cosas siempre habían sido diferentes desde el principio, si se ponía a pensarlo; Thor nunca había añorado tanto la compañía de alguien, no de sus amigos, no de sus novias. Era una necesidad que parecía nacer en su interior, salir de sus entrañas y hacerle desear complacer a Loki, caerle bien, ser... ser alguien con quien Loki quisiera estar, que lo hiciera reír y sentir bien.

Bailando con las manos atadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora