-Entonces muere-concluyó él con firmeza-Si lastimas a mi prometida, si le haces un solo rasguño a Akane, yo mismo soy capaz de matarte, ¿entiendes?
Nuestro patio estaba en completo y absoluto silencio. Los invitados, amigos, familiares y la molesta amazona nos miraban a ambos con una mezcla de desconcierto, sorpresa, curiosidad y odio, respectivamente.
- Es suficiente, querida nieta-La anciana Cologne se abrió paso entre los invitados que nos rodeaban. -Vámonos ya, aquí no tenemos nada más que hacer.
No conocía a esa señora como la más sensata del mundo, pero supuse que ver a su nieta en tal situación la obligaba a serlo.
-Pero, ¡abuela! -insistió ella, tan caprichosa e insoportable como siempre
- ¡Pero nada, nos vamos, he dicho! -ordenó la anciana de blancos cabellos y baja estatura. -Y ustedes dos- advirtió señalando hacia nosotros antes de arrastrar a su nieta por el abrazo hacia la salida- Cuiden siempre sus espaldas.
- No nos amenace, vieja bruja-respondió al instante Ranma para disgusto de las amazonas que se marcharon a regañadientes de nuestro patio, mientras él me acercaba con más fuerza a su pecho.
Y ahí, justo ahí, en su pecho, quería yo enterrarme para siempre, de toda la vergüenza que estaba sintiendo.
Ranma, de pie frente a todos, había soltado la bomba y ahora yo no tenía opción más que admitirlo, tampoco es que quisiera negarlo es solo que, aún estaba en shock e intentaba procesar la información tan rápido como sucedía...
Pero es que ¿¡Cómo, ¿cómo por todas las deidades del universo, había sido tan torpe para olvidar por completo la propuesta de matrimonio que yo misma acepté la noche anterior?
-Perdiste, págame-escuché hablar tras de nosotros a una de mis primas y apreté los puños conteniendo las ganas de golpearlas.
-Demonios, 5 mil yenes perdidos así nada más -se quejó amargamente otra voz femenina a mis espaldas.
El cotilleo familiar, que hasta ese momento se había detenido, intentó retomar con más fuerza entonces, pero una voz se hizo escuchar por encima de todas las otras.
- ¡Oh, no, que terrible! -se lamentó Kasumi, a unos pasos detrás de nosotros-Primero Ukyo y ahora también la abuela y Shampoo nos dejan sin el servicio de comidas.
Como si ya no me sintiera suficientemente mal, escuchar a mi hermana mayor decir aquello me hizo sentir totalmente culpable y miserable por arruinar su precioso día.
-Kasumi...-balbuceé volteando hacia ella, intentando disculparme. Miré alrededor con vergüenza, pero todos parecían ya entretenidos en algo distinto y ajeno a mí.
Familia de chismosos y locos, pero al menos mostraban un poco de consideración por mi hermana, pensé entonces.
-Qué suerte que preparé suficiente para todos- añadió mirándome con una sonrisa radiante en el rostro- ¿me ayudas a servir, Akane?
Miré a Ranma un segundo antes de separarme de él –hablemos después, por favor- le pedí antes de seguir a Kasumi a la cocina.
Obviamente teníamos que hablar, quería disculparme por todo, por causar tal desastre y olvidarlo, pero ahora no parecía el mejor momento. Y, aunque no muy convencido, él me dejó ir.
-Akane, dime ¿Es verdad? ¿Aceptaste su propuesta de matrimonio? - preguntó mi hermana apenas habíamos entrado a aquel espacio conocido.
- Yo... no lo recordaba, pero creo que sí. Es que ayer, cuando fui a buscarlo, estaba ebria. Pensé que...
- ¿Y ahora qué vas a hacer? - me preguntó tomándome de la mano Kasumi
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Entra En Mi Vida
FanficDespués de un año sin verse, Ranma Saotome y Akane Tendo, cuya poco afinidad es conocida por todos, se reúnen en el ensayo de boda. A la mañana siguiente ambos despiertan medio desnudos, confundidos y juntos.