Besos en Guerra

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—Un nuevo mundo

—Un nuevo intento

—Una nueva oportunidad

—Te veo ahí, calaverita.

—Nos vemos ahí, osito bobito.














 

 

Hace muchos años, un grupo de héroes, algunos valerosos y otros no tan valientes, fueron convocados y por una profecía sobre un artefacto que según quien lo posea traerá al mundo el orden o el caos.

Fueron temerarios al luchar contra su destino, criaturas comenzaron a emerger desde las profundidades arrasando con todo lo que estaba a su paso, muchos sucumbieron en el camino ante la evolución de las formidables bestias, a aquellos que perecían se les daba la fatídica oportunidad de resurgir entre las cenizas a cambio de arrebatarle la vida a un compañero.

Semana tras semana el peligro aumentaba tras cada amenaza, sobrevivir y divertirse a pesar de convivir con la muerte era el pan de cada día. Con todo en su contra y el caos dominando el mundo la profecía parecía haberse cumplido y las risas del mal reinaban.

Hasta que aquel día llego.

La batalla final.

El orden y el caos disputaron el destino del artefacto por última vez, en un enfrentamiento que se recordaría durante eones.














 

Corría con mucho cuidado, atravesando el bosque de aquel sitio. No tiene mucho que he llegado a este lugar, aun no entiendo cómo es que aparecí aquí, así como tampoco sé cómo marcharme, por lo que solo pude hacer lo más lógico de alguien en mi situación, decidí hablar con la gente y hacer amistades, así como idear un plan para formar mi granjita de los sueños.

Cierto, creo que no mencione esto, el día que desperté aquí, no lo hice solo, muchas otras personas al igual que yo se levantaban confundidas y algunas otras se encontraban bailando alrededor de una fogata gigante. Por un momento pensé que nos matarían, pero no fue así al parecer solo estaban celebrando.

Fue ahí cuando escuche su voz, no fue difícil de reconocer, había escuchado de él desde que era pequeño.

Spreen, el joven guerrero y una promesa como aventurero, a pesar de su edad, se hablaba mucho de él, ambos crecimos en el mismo pueblo.

Lo que podría significar que somos amigos, pues no, él no reconoce en absoluto mi existencia y en parte eso es mi culpa, solía ser muy introvertido con los niños de mi pueblo natal.

¿Y él? Él siempre intento acercarse, pero después se alejó y me dejo en el olvido, como si no fuera nadie importante. Como si fuera desechable.

¿Quién te dijo esa mentira?
Que eras fácil de olvidar
No hagas caso a tus amigos
Solo son testigos de la otra mitad

Aún puedo recordar como hubo una época en la que muchos de sus conocidos trataban de apartarlo de mi lado, nunca lo entendí, éramos solo niños que jugaban unos con otros, ellos no me conocían y aun así hablaban como si fueran conocedores de nuestra pequeña y frágil amistad, si es que alguna vez fue eso, ya no lo sé.

Timeless Bells || MisspreenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora