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Desperte con un monton de sueño, pues aunque ese bulto y la extraña sensacion ya se habian ido, no me dejaron dormir, ya que sentia mucha incomodidad por el calor que hacia. Sin embargo trate de levantarme con las mejores ganas del mundo aunque el cuerpo me doliera un poco, tenia que encontrar a mi padre en alguna parte del reino.

-al menos espero que a esta hora ya haya gente... yo solo quiero entrar a un lugar fresco.-

me levante de la cama super adolorida pero me tocada soportarlo para tener un lugar mejor al cual dormir. Fui hacia donde estaba el castillo, muy elegante, esta vez vi a gente afuera, solo reconoci al rey tenma y a la reina tenma igual, pero me parecio un poco sospechoso ver a nueva gente, los reconocia pero no sabia de sus nombres o habia hablado con ellos, sin embargo habia alguien de pelo rosa que no reconoci ni viendole la cara, queria acercarme pero me dio pena, entonces espere hasta que me vieran, no queria ir a hablar primero... pasaron unos minutes y me harte, entonces me acerque con los tenma y los salude desde distancia.

-¡kusanagi! ¿buscas a tu padre?- el señor tenma se acerco a mi, amablemente me saludaba de vuelta y preguntaba.

-si, ¿esta aca?- pregunte, capaz que fue a comprar algo.

-claro, esta dentro del reino.-

-gracias.-

-kusanagi.-

-?-

-Tu padre estaba buscando algunos materiales y te iba a preguntar cuando te viera si podias ir a comprarlos, me dijo que primero fueras a buscarlos y luego lo ves, es que... al parecer lo ocupa ya.-

-¿de verdad? ¿y que necesita? para ir ahora.-

el señor tenma me dio una lista, al parecer mi padre la habia dejado para darmela despues, estoy segura que se la dio a tenma por la confianza que tenemos.

me despedi de los tenma, fue solo como un hola y adios, pero bueno, al menos iria a hacer algo por mi padre, segui la ruta del pueblo, ya habia ido ahi y se me hacia inmensa la cantidad de cosas que habia, molesta porque siempre es un lugar que esta muy lleno de gente, no me gusta.
Fui con las peores ganas del mundo pero fui... sin embargo no pense que la gente me viera como si fuera la mejor persona del mundo, como si los hubiera salvados, no me gusta eso, por favor... yo solo quiero que me miren como una persona normal, yo soy una, dejenme de mirar.
-hola, ¿por favor me podria dar esto? ¿Cuanto seria?- pregunte por los precios de lad cosas que queria mi papa, esta tienda me parecio muy bien decorada.
-reina kusanagi, ¡a usted se lo doy gratis!-
-no, esta bien.- le deje el dinero y me fui rapidamente... me incomode demasiado, ¿ni siquiera puedo pagar algo normal, como una persona normal?
Me fui caminando de vuelta nuevamente, cuando un brazo me jala desde el oscuro bosque.
-¿¡eh!?-
-calma, soy yo de nuevo.-
Esa persona misteriosa... la que me ayudo a quitar mi hambre pero las pastillas me causaron incomodidad.
-te ves muy alegre de verme, ¿es asi?-
-claro que no, ¿que quieres ahora? No tengo hambre.-
-te vi y no resisti a agarrarte de nuevo.
-¿eres un pervertido? Soy una princesa, no me puedes hacer nada.-
-¿y eso que? ¿Quien me lo impide?-
-bueno, solo dime que quieres.-
-vine a darte mas pastillas... te funcionaron muy bien la otra vez~-
-callate, que me senti super incomoda.-
-¿de verdad? Pero se te quito el hambre, jeje........... se que se te paro.- *de la nada susurro, ¿seductivamente?
-¿disculpa? ¡Ya dejame ir!-
El solto su agarre y me dejo ir, permitiendome ver su cara, no lo habia visto... era... chistoso. Tenia el pelo morado.
-¿por que me miras asi? ¿Tanto te gusto verme, verdad?
-callate ya, ya me voy.-
-nos vemos despues~- se despidio con una sonrisa de gato, que molesto me parecio.

Despues de unos minutos de lo sucedido, me quede pensando como sabia todo lo que me paso... por lo tanto, llegue a una conclusion de que este hijo de puta es un maldito alquimista y puede ver lo que hago con esa pastilla horrible que me tome.
-mierda, es un maldito hijo de puta.- aprete mi puño y lo pegue contra la mesa.
De la nada, un cuervo estaba gorjeando muy fuerte, me levante de mi asiento y abri la ventana para ver si podia asustarlo, pero sali sorprendida yo al ver que el cuervo era grande, era mucho mas grande que otros cuervos. Entonces rapido intente cerrar la ventana pero ese cuervo entro, intente alejarlo con un libro pero fue imposible, el cuervo se quedo arriba del buro y gorjeaba molestamente, cuando de repente comenzo a desprender aromas fuertes que tenian un color morado.
El cuervo gigante se transformo en un humano...... ese hombre otra vez.
-¿¡que carajo!?-
-sorprendida, vine a saludarte un rato~ te extrañaba, kusanagi nene~-
-¡¡¡vete de aqui!!! ¡Maldito alquimista! Solo me mentiste para observarme.-
-¿mentirte? ¿Acerca de que, eh?-
-¡las pastillas que me diste estaban malditas! ¡Yo lo se!-
-¿a que te refieres? ¿Estas diciendo que esas pastillas son para acelerar un cierto movimiento~ ? ¿como excitacion?~-
-¿¡que!? ¡A eso no me refiero... pero que!.... Literalmente esas pastillas son para la excitacion... ¿tecnicamente para el placer?-
-claro.-
-¿y para que me las diste...?-
-es un secreto~... igual, adivinaste, te estaba observando, pero las pastillas no tienen wue ver con eso.-
-...¿quieres decir, que las pastillas no son por donde me espias?-
-nop, como viste antes, soy un alquimista... ¡soy malo, fuerte... puedo hacer de todo! Me convierto en cuervo siempre para verte~-
-¡maldito acosador!... dejame en paz de una vez, no te cuesta nada.-
-lastima que esa pastilla ya te la tomaste~-
-!?-
Rui me toco el brazo, y de la nada senti como si en el pecho me golpearan, pero lo que me llamo la atencion fue que volvi a sentir ese bulto, ese bulto molesto, que... tecnicamente, se me volvio a parar, como la otra vez. Me senti acalorada, me dolio es cuerpo y estaba super roja, estaba excitada, como la ultima vez, intente agarrarme de algo, pero, y aunque tuviera mucho poder, seguia sintiendome excitada, sentia un fuerte deseo de hacer algo, de hacer cosas malas.






@YOICH1 me motivaste a seguir, aqui esta....

la reina y el alquimistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora