3-Pregunta inesperada.

76 32 32
                                    

Capítulo-03

"Solo se vive una vez, pero si lo haces bien, esa vez es suficiente"

Christopher Davis...

Acababa de llegar a la playa, cuando mis ojos se dirigieron justamente al lugar donde había conocido a Anabelle, lo que me sorprendió y a la vez alegro, fue verla ahí sentada, tan hermosa y llena de paz como la recordaba, lo que me pareció raro, fue verla tan triste, es por eso, que no me contuve ni un segundo más y me encamine a donde estaba ella sentada, viendo el atardecer.

Quise sorprenderla, así que con mucha cautela, me pare justo detrás de ella, para taparle los ojos y luego le preguntarle con voz juguetona...

-¿Quién soy?

Se giró rápidamente, dedicándome una sonrisa, no supe que hacer en ese momento, esa chica me tenía tan embobado, que hasta me desconocía a mí mismo.

-Hola, chica de los atardeceres-la salude con un tono de voz burlón.

-Hola, chico de la playa.- nos sonreímos con cariño.

Ambos teníamos un apodo para el otro, aunque era un hombre fuerte con el mundo, ella me hacía sentir débil, vulnerable, incapaz de hacer algo para lastimarla, no sabía que tenía ella, que la hacía tan especial e irresistible. Pero, estaba seguro de algo, sin darme cuenta ya estaba a su merced.

-¿Qué haces aquí?- Su pregunta, me saco de mis pensamientos, es más, ni la había escuchado bien.

-Perdón, ¿Cómo dijiste?

-Te pregunte, ¿Qué haces aquí?

-Pues... sonara descabellado, pero quería verte y sabía que te encontraría justo aquí- Señale nuestro alrededor.

-Eh...mhm... ¿querías verme?-Pregunto entre confundida y emocionada.- ¿Y eso, como por qué?

-Antes, cuéntame, ¿Por qué estabas llorando?

Era obvio que estaba mal por algo, su cara estaba roja, hinchada y no estaba tan alegre como el día que la conocí, pude notar como su cara estaba húmeda al taparle los ojos, así que debía ser algo importante para tenerla así.

-Es complicado- murmullo- . Pero voy a tratar de resumirte.

-Soy todo oídos- trate de brindarle confianza-, cuéntame que te pasa, quizás te pueda ayudar.

Mientras ella buscaba la mejor manera para expresarse y contarme lo que sentía, yo me tome el atrevimiento de acariciar su cabello y hacerle sentir que no estaba sola, no tenía porque estarlo.

-Bueno veras- tomo aire- Mi familia no está pasando por un buen momento, he buscado la manera de ayudarlos, pero nada funciona- Se explicó.

-Te entiendo.

No sabía que decir, ella parecía estar tan agobiada y yo era un tonto que no tenía las palabras adecuadas en este momento.

-Además, dentro de poco acabare mi último año de preparatoria, y ni siquiera sé cómo lograre costearme la universidad, aunque sea pública y tenga una beca, requiere tener dinero extra para libros, cuadernos y uniformes.

Hizo una pausa, iba a intervenir, cuando ella volvió a hablar.

-He hecho mil cosas para ayudarlos, desde conseguir empleos de medio tiempo, hasta vender galletas y ayudar a mis vecinos en lo que necesiten, pero... nada es suficiente y la verdad, ya no sé qué hacer.

-Me imagino lo difícil que debe ser atravesar por todo esto- comente, buscando que más podía decir-. ¿Y tus padres, no trabajan?

-Sí, mamá trabaja como conserje en una escuela y mi papá, lleva más de veinte años trabajando de seguridad en una fábrica de utensilios. Pero, ganan muy poco, apenas si les alcanza para cubrir lo básico.

For you, for me.  ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora