Los ex-novios de Laura

Denis

Laura había empezado a salir hace unos meses con Adrián. Desde su última visita empezaron a hablar más y se gustaron mucho. Eran primerizos tanto en el sexo como en pareja, por lo que inevitablemente, era una relación inmadura y tóxica desde el principio.
Siguieron comiéndose y aprendiendo entre ellos muchas cosas sobre el sexo contrario. Lo que gustaba y lo que no.
Pero Laura no se atrevía aún a dar el paso. Ofrecía a Adrián todo lo demás; mamadas, comidas dd coño, masturbación, masajearle el pecho cuándo y cómo quiera, pero le asustaba follar.
"No te preocupes, lo haremos cuando te sientas segura. ¿Vale?" le decía. Adrián en el fondo era un chico sensible y atento, daba a Laura esa seguridad de seguir probando cosas por disfrute mutuo.
Pero en el fondo de cada chico inexperto y sobretodo, virgen, hay noches tras noches de pajas con vídeos porno tan brutos que asustarían a su actual novia. Escupitajos, agarres, azotes y muchos "Puta" y "Zorra" de por medio. Le gustaba correrse en su propio pecho viendo como reventaban el coño a una chica entre 3, 4 o 5 hombres a la vez. Y al revés, también. Le encantaba ver orgías, 3 chicas comiéndole la polla a un pobre virgen como él y que aguantaba el doble, eso sí.
Estaba lleno de semen y de inseguridades, como cualquier chico joven. No dejaba de masturbarse con chicas que fingían los gemidos y tenían los pechos más grandes que Laura y, aunque le encantaba sobarle la polla entre sus tetas, le fascinaban los vídeos porno donde follaban bruto.

Y follaban. Y follaban. Y follaban. No dejaba de pensar en el sonido de una polla entrando y saliendo de un coño húmedo como el de Laura, o qué diablos, el de cualquier chica que se le acercara en clase.

Era educado, listo y tímido. Pero en cuanto alguna chica se le acercaba a preguntarle cualquier cosa y respondía con amabilidad, cuando se daba cuenta su mente ya estaba arrancándole la camiseta de cuajo y su polla palpitante ya estaba dando toques en su pantalón deseando entrar en el dulce coño de cualquiera que lo mirara unos segundos de más.
Sobre todo, le fascinaba ver los vídeos de chicos vírgenes donde una chica, promiscua y con ropa ligera se sobrepasaba con ellos. Esos donde en pocos segundos se ponen de rodillas para dejarles la polla hecha un desastre de saliva.
"Si pudiera," le decía a sus amigos, "Lo haría con cualquiera. Me gusta mucho Laura..." pensó, "Pero las chicas de clase están hechas unas guarras. ¿Sabes lo que me dijo el otro día Sofía?" añadió.

Uno de sus mejores amigos, Denis, afirmó con la cabeza y le interrumpió.
"Joder, a mi también se me acercó el otro día. Tiene unas tetas increíbles y casi nunca lleva sujetador. Está esperando un trío en la fiesta de Lorenzo, seguro." Añadió, resoplando.

Adrián preguntó por esa fiesta. Se supone que iba mucha gente de clase, quizá era su oportunidad si no iba Laura. Se sentía fatal, pero su polla palpitaba cada vez que recordaba unos escasos segundos del vídeo porno que vio anoche.

Denis le daba envidia, era un chico algo más alto que él y hacía mucho deporte, por lo que sus brazos eran más grandes y musculosos que los suyos. Tenía unos ojos verdes acompañados de cabello castaño, rapado por los lados. Era algo mayor que él y uno de los más listos de su clase, por lo que le extrañaba que se interesara una fiesta estando tan cerca de los exámenes finales.

"Por eso mismo" respondió. "Las chicas me hablan y mi hermana está siempre en casa. ¡No las puedo invitar!" dijo frustrado. "Esta es una buena oportunidad".

Adrián sabía que su amigo era popular entre las chicas a pesar de ser un poco despistado con las indirectas. Tenía rasgos angulosos, al igual que su nariz y mandíbula y se dejaba un poco de barba que la maquinilla no conseguía quitar del todo. Sabía que todo su sexo era casual, nunca le había visto enamorado.

"Incluso si no consigo nada, será divertido" añadió con una sonrisa. Siempre era muy positivo, Adrián dudaba que fuera un desesperado como él. ¿Quizá ese era el truco?