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"Pon tus labios cerca de los míos

mientras no se toquen

Fuera de foco, ojo a ojo

Hasta que la gravedad sea demasiado"

Era una noche tranquila en la que Armando decidió salir al patio de la enorme casa de sus padres después de una extenuante jornada laboral. 

-Le traje una sorpresa — Escuchó Armando tras de él. Se giró para ver a Daniel salir de la casa del contrario y comenzar a caminar hacia él, con la sorpresa en mano, una botella de Johnnie Walker red label y un par de vasos de cristal en la otra. Sonrió de lado además que no le extrañaba después de todo ese hombre conocía muy bien el lugar donde se estaba quedando.

-Gracias a Dios no me trajiste cerveza, te hubiera arrojado tu presente a la cara — Bromeó (o no) mientras Daniel llegaba a sentarse a su lado en una de las bancas del jardín.

-Bueno, se lo ganó, últimamente ha fluido muy bien el trabajo — Le sirvió una copa para luego el servirse en la suya y tomó un pequeño sorbo silenciosamente. 

- Sí, sus estrategias no fueron tan inútiles después de todo — Armando admitió y bebió un sorbo largo del líquido amargo. Daniel soltó una risa sutil por su comentario antes de imitar su acción, bebiendo por menos segundos pero con la misma seguridad que el azabache — Pensé que no le agradaba beber, ya sabe, se supone que usted era el sobrio y yo el borracho.

Daniel negó con la cabeza sonriendo de soslayo — Usted sabe que nuestras familias nos educaron para saber el licor adecuado para la ocasión, otra cosa es que el aquí el señor no sabe cuando parar. — señaló el casi vacío vaso del contrario, como probándole lo anterior dicho.

-Bueno, es verdad, pero ¿Acaso nunca se ha emborrachado? — sonrió burlón.

-¿Qué clase de pregunta es esa? usted no fue el único que tuvo una juventud...alocada — Dijo dubitativo y Armando soltó una carcajada sobre la boquilla de vidrio — No se burle, de verdad la pasé bien, me divertí después de los 18.

-Pudo haber disfrutado antes de los 18 — Se encogió de hombros, mirando hacia el horizonte — Yo lo hice.

Daniel no pudo evitar recordar todas las travesuras del contrario eligiendo una en específico. 

-¿Fumar en un cubículo de baño de la escuela en Halloween es disfrutar? Sí bueno, paso — recordó aquella noche de disfraces, alcohol y golpes, ahora como acontecimiento merecedor de una sonrisa.

-Aún me debe uno — Dijo Armando refiriéndose al cigarrillo arruinado por el contrario en 1985 — Entonces, Doctor Valencia ¿Entonces qué fue lo más alocado que llegó a hacer?

Daniel pareció pensarlo, memorizando sus vivencias mientras daba un largo trago al whisky — Probablemente probar cocaína.

-¿Qué? — Una sonrisa sorprendida y unos ojos oscuros se abrieron frente a él — ¿El más inteligente y correcto Doctor Valencia? ¿El sujeto más responsable del mundo? ¿El dueño de Ecomoda y ex-gerente financiero del gobierno? ¿Metiéndose coca? No podemos estar hablando del mismo sujeto — Daniel le hizo una seña de silencio entre risas mientras miraba a su alrededor, como si tuviera miedo de que escucharan sobre su pasado blanco.

-Solo fue un par de veces, si no ahorita estaría muy desequilibrado.

-Eso no quita que inhalaste cocaína, Daniel — Insistió como si fuera una gran hazaña. 

𝚃𝚁𝙴𝙰𝙲𝙷𝙴𝚁𝙾𝚄𝚂 - [Daniel x Armando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora