|•• Un anillo especial ••|

58 3 0
                                    


Había una vez ... un reino mágico ... un lugar especial en el mundo... el lugar favorito de ellos...

Las luces se extendían por las calles igual que el ruido de un típico pueblo lleno de vida y alegría.

Los habitantes gritaban a todo pulmón, aquel producto al cual le dedicaron mucho esfuerzo y corazón, para poder pagar los gastos típicos, de sus hogares cálidos y chiquitos.

Manos por doquier te guiaban a ver los puestos de música y magia, animales exóticos y obviamente comida, toda la comida que se pudiera imaginar ahí había.

Y ahí se encontraba él, indeciso de en qué gastaría, su primera moneda de oro sólido, ganada en un par de días.

Una gotita de agua acumulada de cansancio y estrés, bajaba por sus pómulos rosados y barbilla menos breve cada vez.

Esa pequeña e indiferente moneda la había ganado con su máximo esfuerzo, así formulando una idea, lo que comprara tendría que ser experto, por ser digno de la energía agotada.

¿Tal vez comida? , No, esto valía más de lo que pagaría

¿Una joyería sencilla?, tal vez algo de arcilla.

Pero aunque solo alcanzara para algo pequeño, tendría que ser algo chico que quisiera y cuidara con empeño.

-¡¡Ey chico!! ACÁ TENGO ESPADAS DE ASALTO PERFECTAS PARA USTED SI QUIERE CAUSAR UN ESPANTO.

- ¡¡Zapatos!! Zapatos del mejor cuero de la comarca, las mejores vacas se dieron para que no se nos caiga.

- Fruta mi niño, hay mucha fruta en variedad, ven y prueba lo que desees que una moneda de oro te costará la novedad.

- MEJOR ACÁ CHICO, LOS MEJORES CASCOS DEL MUNDO SON FABRICADOS AQUÍ, QUIEN DIGA LO CONTRARIO QUE VENGA Y ME LO DIGA A MÍ.

- Muchas gracias, pero iré por allá- apenado cerró los ojos y dedujo que esos lujos se los dará algún día quizá.

Siguió su camino, tropezando con todas las personas dispuestas a comprar cualquier cosa para no tener dinero con el cual regresar, su piel se erizó, pues algo estaba mal.

Lo que había sido el medio día ahora se tornaba rosa y morado, dando bienvenida a la noche y él seguía buscando algo.

Solo tenía conciencia de que su moneda de oro lo pagaría, veía como los pueblerinos cerraban sus locales de servicio y algunos se iban.

Ahora el ruido cesaba y el seguía teniendo su mano ocupada; un poco intranquilo seguía buscando ahora alguna morada.

Cada que una luz se apagaba, el sentía que algo lo seguía, a cada paso que daba, un cosquilleo lo recorría.

Y por fin, después de tanto buscar, al fin encontró el lugar, una pequeña y modesta tienda con una vista más que esplendida, y entre los cachivaches que se veían, pudo visualizar lo que él quería.

- Oh por Dios, es lo más hermoso que he visto en mi vida...

- Oh joven caballero, usted tiene buen ojo, o es lo que yo veo jajajaj- Metió su mano tocando aquel objeto y al ver los ojos del chico vió que era el correcto- Esta joya perteneció a mi padre, un regalo hermoso que le dio mi madre, es una pieza costosa y difícil de conseguir... pero algo me dice que te lo tengo que dar a ti, un amuleto de la suerte para algunos, una promesa de amor que duró pocos segundos, tengo que advertirle que su valor ha bajado a una moneda de oro, porque el poseedor murió en su esperanza de que no lo consumiera el deterioro, si aún con la historia que le acabo de contar se lo quiere llevar a su hogar, yo con mucho gusto se lo puedo dar...-

Un anillo de compromiso era lo que el señor le dejaba ver con permiso.

Una hermosa esfera de cristal tallada en forma de botón le daba un pellizco sentimental a su pobre corazón.

Una pelea entre dos colores, azul y rojo, los dueños portadores de las flores.

Era algo poético para él, el azul y el rojo representaban en si su fe.

El azul representando el cielo, el agua, el viento y la tormenta nevada, el rojo daba al calor, el fuego, dolor y una explosión.

Los dos contrarios, los dos diferentes, pero juntos, destrucción aparente.

Cada uno tenía su magia, a veces se aman a veces se dañan, pero sin uno, el otro no avanza.

- Solo tengo una moneda de oro, pero este objeto vale más que un tesoro, si me acepta mi humilde moneda, le daré mi bendición para que nada le suceda.

- En usted puedo ver el día, el sol, un rayo de alegría, mi madre solía ser así, lástima que el demonio la haya alejado de mí...

- ¿Demonio? Hace mucho que no escucho algo parecido, una disculpa, fue tonto hablar de un tema así, sin sentido.

- No se preocupe es normal, al fin y al cabo, hablar del tema me ayuda a sanar, hace mucho mi madre fue poseída por Volten Garden, el demonio del sueño intermedio, ¿O era Camadorus Mitrobunes? Ya no me acuerdo, un pie en el cielo y otro en la tierra, un puente famoso donde todos desesperan, no saben si siguen vivos, o si muertos ya están, pero si el demonio se para en ti, de seguro gritarás, algunos duermen, algunos despiertan, pero su cuerpo jamás les contesta, al fin al cabo, el demonio es el que se queda.

- Es algo triste, lástima que le haya pasado, parece un hombre firme, pero veo que la soledad lo ha atormentado, gracias por venderme este objeto, espero que un peso de sus hombros se haya desecho.

- Se que en sus manos estará seguro, gracias a usted, le ayudará en el futuro, se lo juro.

- Me tengo que ir pues la noche no perdona, espero verlo pronto sin más demora, gracias por todo y disfrute estas horas- así que con una cara sonriente salió de la casa mirando de frente, aquella noche serena donde se adentró valiente.



- Necesito que despiertes... - y desapareció en el viento junto con su casa a velocidades inertes

--------------------------------------------

Gracias por leer hasta aquí, espero que les haya gustado

Voten si les gusta y nos vemos

Bay :]

Volver a nuestro cuento de hadas ( Quackbur )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora