Ma bestfriend.

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Desperté despacio y tranquilo. Demasiado tranquilo para lo desorientado que me encontré al principio. La luz atravesaba la cortina lo máximo posible mientras yo parpadeaba tratando de averiguar qué hora era. Mis brazos y piernas se sentían pesados y los ojos estaban tirantes podía haber dormido lo mismo 10 horas que dos.

Tenía la misma postura que en la que me había quedado dormido, de lado, con el brazo pesado de Jeff apretándome contra él. Solo que ahora su mano entera estaba posada en mi piel, por debajo de mi ombligo y sus dedos amenazaban con rozar la cinturilla baja de mis pantalones.

Fui repentinamente consciente de lo cerca que estaba su mano de una parte tan íntima de mí y eso me hizo despertar del todo, mientras un repentino calor comenzaba a formarse.

Sin saber bien qué hacer, carraspeé. Sobre mi cabeza, la otra mano de Jeff se movió, apartándome un poco el pelo, pero sin apenas tocarme.

Volví a hacer un pequeño ruido y probé a llamarlo

- ¿Jeff estás despierto? - susurré

Nada

Me moví un poco, diciendo de nuevo su nombre. esta vez unos pequeños ruidos procedieron de él, como si fuera un balbuceo inentendible. Y su mano la que estaba en mi ropa se movió un poco más abajo.

Tragué saliva antes de escuchar una especie de resoplido y darme cuenta de que Jeff seguía dormido.

El dormido y yo empezando a ponerme muy, muy caliente esto tenía que ser una broma necesitaba salir de su agarre cuanto antes.

-Jeff, despierta- dije en voz alta y clara.

De nuevo nada, este chico era una roca cuando se dormía, aunque luego tenías despertar es muy bruscos. No quería someterme a uno de ellos, pero sabía que no tenía más opción A menos que quisiese que mi sangre se calentara tanto que entrara en ebullición por culpa de su maldita mano y lo cerca que estaba de meterse bajo mi pantalón.

Su aliento me hacía cosquillas en el cuello y tragué saliva. Mierda, tenía la boca húmeda y también más lugares.

-Jeff- repetí

Me moví tratando de salir de su agarre, pero era imposible casi empezaba a sospechar que quizá estuviese despierto y me apretara contra él para hacerme enojar, hasta que entre los movimientos sus dedos se colaron finalmente por la tela de mis pantalones.

Dos cosas pasaron en ese momento: me quedé quieto de nuevo, y supe que de verdad estaba dormido, porque él no era capaz de meterme en las manos de esa forma. Y se había dejado bastante claro que entre nosotros no podían pasar nada, porque pronto se iría.

Sin embargo, en aquel instante no pensaba en eso, sino en cómo sus dedos habían alcanzado la costura de mi ropa interior y se habían posado sobre ella

Mi mente traicionera comenzó a anticiparse, imaginando lo que sería sentir que me tocara más abajo, sin la barrera de ropa de por medio. Tomé una respiración profunda y pesada; y me moví, solo un poco.

Su mano se movió con mi cuerpo.

Cerré los ojos apretándolos con fuerza. Notaba la tención quedarse dentro de mí, pidiendo más, despertando cada célula de mi cuerpo y logrando que mi amigo reaccionara ante su tacto.

Mierda, Nakunnta ¡Reacciona!

Sacando toda la fuerza de voluntad y sabiendo que eso era lo correcto, moví el brazo y le di un fuerte codazo en las costillas antes de que pudiera arrepentirme.

- ¡Despierta! - exclame

Y de alguna forma, todo junto consiguió que Jeff finalmente reaccionará. Sacó la mano de mis pantalones y, con la misma rapidez, se movió sobre mí, dejándome de espaldas contra la cama y colocándose encima.

JeffTa OS CompilationDonde viven las historias. Descúbrelo ahora