Fue una semana bastante alocada para la banda.
Luego del cumpleaños de Magnolia, en las vacaciones de verano todos habían tomado caminos diferentes. Trek había viajado a Grecia con sus hermanas Charlotte y Diana. Liam se había ido con su novia a Bibury a descansar, Paul tenía también sus días en la playa con Katrina y los únicos que quedaban en la capital eran Xander, Magda y Sunny.
Y Magda recibió la propuesta de su vida. Y solo se fue porque Sunny la convenció de que estaría bien junto a Xander.
Era su secreto y un amor de verano.
Ocultar secretos a las personas que le importaban era parte de su día a día, así no se involucraba, así no exponía su verdadera personalidad.
Pero se había involucrado. Y eso estaba siendo su perdición. Desde que conoció a Sunny una tarde en su casa cuando su hermana la llevó todo había ido patas arriba.
La chica era extraña, lucía pálida, demacrada, como una especie de "Ángel de la muerte", vestía de negro, usaba mallas y botas (que lucían como zapatos de muñeca porque era muy pequeña). Ella solo habló un par de veces aquella tarde, y aunque tenía un teclado en su salón donde su hermana estaba practicando su instrumento ella no hizo ningún esfuerzo por tocar.
Sabía que tocaba el piano, eso había repetido Katrina un millón de veces, y lo decía con tanta emoción que la comparaba con una Beethoven en mujer. A pesar de no ser la clase de chica con la cuál tendría un amorío o cualquier tipo de idilio, supo que Sunny Brown estaba enamorada de él. Coqueteaba a modo de juego con Sunny porque su hermana siempre la llevaba a casa a "ensayar" para clases pero la chica se negaba a tocar porque le daba pánico, y aunque intentaba darle seguridad dejando caer una frase o dos delante de ella, nunca la vio más que con una sonrisa y sonrojada.
Y todavía recordaba aquella mañana cuando sin querer lo supo de la boca de su hermana, aunque debía decir que se lo esperaba. —Se supone que no tienes que saberlo. Por favor, no la hagas sentir inferior, ella es muy dulce, Xander. Te conozco y sé que solo tienes que ver una falda para sentirte interesado.
—Entonces deberías advertirles sobre mi reputación.
—Creo que todas están al tanto de tu reputación. Estuviste con Amy Rey, también Janelle Ronson, y esas son las que más resaltan, ya perdí la cuenta de todas las chicas con las que has estado y presumen tus "dotes". Yo no creo que eso sea motivo de celebración, vas a venir pescando sífilis, o no sé.
—Cállate, hermana.
—Sea lo que sea, promete aquí y ahora que no vas a acercarte a Sunny, nunca. No quiero que le rompas el corazón a mi mejor amiga.
Xander miró a su hermana y asintió. No rompería una promesa a Katrina. —Está bien. No haré nada, jamás con Sunny Brown.
Pero solo bastaron dos semestres para escuchar un piano en las manos de Sunny Brown, algo totalmente accidental luego de una fiesta de neón en dónde la chica que estaba fuera de su alcance pareció ser PERFECTA para él.
Y luego supo más de ella que no debería saber, y se involucró porque no soportó la idea de que una vez que descubrió una estrella esta fuera demasiado fugaz. Sabía sin duda que a veces la vida podía ser fugaz, él mismo tenía la experiencia de estar casi muerto pero sobreviviendo al salir de una banda criminal.
Desde que había descubierto la música y había hecho amigos con ella, la violencia y la ira quedaban olvidados. No se olvidaba como había pasado por tantas escuelas hasta llegar a Bibury y conocer a sus quince años a William Lancaster. Se habían hecho amigos pues ambos eran unos renegados sociales con gustos similares. Nunca se había sentido comprendido hasta que conoció a su mejor amigo. Luego llegaron Trek y Paul, y nunca más se volvió a sentir solo. Sus padres consiguieron mejores empleos y con el tiempo pusieron su propio bar, la familia de Liam lo recibió y el padre de su amigo siempre estaba pendiente de ellos.
No necesitaba ser "Foxy", el zorro ya no estaba y no sería parte de ningún grupo criminal. Lo único que necesitaba en su vida era su hermana, su mejor amigo, su grupo...
Y a Sunny.
Y ahora que tenían un verano y un secreto se sentía pleno. Se había propuesto cuidarla hasta que Magda volviera y eso iba a hacer, aunque por alguna razón, ella no quería dejar el Royal para divertirse, así que sabía exactamente donde estaría.
Caminó por los pasillos hasta ir a la sala de ensayo de la orquesta, y ella estaba ahí.
Ese era su lugar, incluso cuando no estaba, ahí estaba su esencia. Desde la puerta la vio tocar el piano y sonrió, reconocía la pieza, era melancólica, triste, como si no tuviera ningún tipo de esperanza y él sabía porqué. Sin embargo, ella no se daba cuenta del éxtasis que provocaba cuando se centraba tanto en la pieza que tocaba con los ojos cerrados y todo a su alrededor se iluminaba. Le gustaba sentirse iluminado, como si no hubiera nada malo en el mundo. Se fue acercando como las polillas a la luz y cuando ella abrió los ojos y lo miró le sonrió con sinceridad. —Hola acosador. Tenía la sensación de que alguien me observaba.
—Hola Sunny ¿Podrías seguir tocando?
—Claro. ¿Qué prefieres? ¿Un clásico o un cover de alguna canción popular?
—Quisiera oír tu canción ¿Puedo?
Ella lo miró y asintió. Puso las manos encima de las teclas negras y blancas y comenzó a tocarlas con una soltura impresionante. Sus dedos se movían lentos, como si pudiera transmitirle sus propios pensamientos a cada una de las notas. De nuevo, otra pieza triste y llena de dolor. Incluso la vio llorar mientras ejecutaba cada una de las notas con absoluta perfección. —Juro que estoy bien. En serio... Solo que podría no sobrevivir. —Dijo parando la pieza a medias. —Estoy ahogada y me siento sola todo el tiempo.
—Quizá no tengas porqué estar sola. —Dijo sentándose al lado de Sunny poniendo las manos sobre las teclas del piano. —Y quizá si sobrevivas. Podría haber un donante para ti ahí afuera.
—Hay muchas cosas que podrían salir mal, y lo sabes, Trainor. ¿Por qué me viniste a acosar hoy en la sala de ensayos?
Él sonrió y comenzó a tocar algunas teclas en el piano y Sunny escuchándole puso su mano izquierda y comenzó a hacer algunos acordes. —No pude evitarlo, siempre tocas perfectamente cada pieza. Además me preguntaba si quisieras que te lleve a casa. ¿Tocas otra vez?
Ella bajó la tapa del piano y se levantó de la banqueta. Tras tomar su bolso le sonrió. —Es que no puedo, tengo que ir a un chequeo médico. Ya sabes.
—Perfecto entonces. Yo puedo llevarte. —Y tras acercarse lo suficiente como para verla sonrojarse e intimidarla con su presencia le sonrió. —Vamos Brownie.
—¿Acabas de usar mi apellido para hacerme un apodo? —Asintió y la atrajo besándola mientras la sostenía de la cintura para alzarla a su altura. —Me gusta. De acuerdo, dejó que me sirvas de transporte. Es más rápido que esperar el bus.
—Sin duda. —La volvió a besar y sonrió. —Vámonos entonces. Luego podemos ir a mi apartamento, y comer... algo.
—¿Comer algo o comer a alguien?
—Que perspicaz. Algo. Pensaba en una sopa...
—Ah, creí que alguien.
—No soy caníbal.
—Recuerdo algo diferente. —Era una descarada. Y tras verle guiñar un ojo supo que quería y al diablo, él también lo quería. Solo una vez y quedó encantado con su cuerpo. Necesitaba tenerla otra vez. —¿No vas a decir nada?
—¿A tu insinuación? Acepto. Pero en mi casa, no quiero caerme de nuevo de tu cuna. Eso no es una cama, Sunny.
—Está bien.
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El Secreto
Teen Fiction"Aprender es siempre un regalo, incluso si el dolor es el maestro". Xander y Sunny se vieron envueltos en una historia pequeñita. Ella es la amiga de la hermana de él, y él, es una estrella en ascenso al ser la segunda guitarra de la banda londinens...