Ava, Sophie y Emma llegaron a la isla Mako, pero sabían que no podían convertirse en sirenas de inmediato. Tenían que pasar varias pruebas para demostrar que eran dignas.
La primera prueba era nadar hasta la cascada que caía desde la montaña. La cascada era alta y poderosa, y las chicas tenían que nadar contra la corriente.
Ava, Sophie y Emma se prepararon para la prueba. Se pusieron sus trajes de baño y entraron al agua.
Nadaron durante horas, hasta que llegaron a la cascada. La corriente era fuerte, pero las chicas se mantuvieron firmes.
Por fin, llegaron a la cima de la cascada. Habían superado la primera prueba.
La segunda prueba era encontrar una concha mágica. La concha estaba escondida en un arrecife de coral, y las chicas tenían que encontrarla sin ayuda.
Ava, Sophie y Emma empezaron a buscar la concha. Nadaron entre los arrecifes, mirando en cada rincón.
Después de horas de búsqueda, finalmente encontraron la concha. Estaba escondida en una cueva oscura, y las chicas tuvieron que usar sus linternas para verla.
Ava, Sophie y Emma habían superado la segunda prueba.
La tercera y última prueba era un desafío mental. Las chicas tenían que pasar una noche solas en la isla, sin hablar con nadie.
Ava, Sophie y Emma se prepararon para la prueba. Se instalaron en una cueva y se acostaron a dormir.
Durante la noche, las chicas tuvieron muchos sueños. Soñaron con sus familias, sus amigos, y sus vidas anteriores.
Al amanecer, las chicas se despertaron sintiéndose renovadas. Sabían que habían superado la última prueba.
Una sirena mayor apareció ante ellas. La sirena era la guardiana de la isla Mako, y era la que decidía si las chicas podían convertirse en sirenas.
La sirena mayor les preguntó cómo habían superado las pruebas. Ava, Sophie y Emma le contaron sus historias.
La sirena mayor estaba impresionada por las chicas. Sabía que eran puras de corazón, y que estaban preparadas para convertirse en sirenas.
La sirena mayor les dio una poción mágica. Las chicas la bebieron, y de repente, sus cuerpos empezaron a cambiar.
Sus piernas se convirtieron en colas de sirena, y sus cabellos se volvieron largos y brillantes. Ava, Sophie y Emma habían cumplido su sueño. Eran sirenas.
Ava, Sophie y Emma estaban emocionadas por su nueva vida. Nadaron por el océano, disfrutando de su libertad.
Pero pronto descubrieron que ser sirenas no era tan fácil como ellas habían pensado. Tenían que aprender a controlar sus poderes, y tenían que enfrentarse a los peligros del océano.
Una noche, Ava, Sophie y Emma fueron atacadas por un tiburón. Las chicas tuvieron que usar sus poderes para defenderse, y finalmente lograron escapar.
Otra noche, las chicas fueron testigos de un accidente de barco. Las chicas salvaron a los pasajeros del barco, y fueron aplaudidas por sus acciones.
Ava, Sophie y Emma estaban aprendiendo a vivir como sirenas. Estaban descubriendo que su nueva vida era llena de aventuras y desafíos.
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El Diario de una Sirena
FantasiaEsta es la historia de una chica que inicia una aventura basado en lo que leyó en el diario de su Tatara abuela.