Después de tener aquélla mala experiencia, decidí optar por una actitud más conservadora. Deje de lado mi antigua actitud y me puse de objetivo mejorar mis calificaciones en esta nueva etapa.
Pensé que siendo más reservado hacía los demás tendría una vida escolar más sencilla y cómoda. Pero las cosas malas no dejaron de suceder.
A petición mía, mis padres me inscribieron a una secundaria que quedaba a 30 minutos de nuestra casa. Esto con el fin de no encontrarme con nadie de mis antiguos amigos y disfrutar de esta nueva etapa.
Ya no era el chico chistoso que hacía reír a todo el salón, pero aunque no sea así y tenga pocos amigos era feliz. Y era aún más feliz cuando conocí a mi mejor amiga Asia Argento.
Asia y yo no éramos personas tan distintas como uno pensaría, aunque Asia era una persona popular por su belleza y actitud inocente. Era muy resevarda.
Nuestros ambientes no cruzaban, mientras ella se la pasaba con sus amigas yo me la pasaba en la biblioteca ya que me gustaba leer y era un lugar donde no había mucha gente.
Pero en segundo de secundaria todo cambio, Asia seguía siendo una de las chicas populares de la secundaria pero ahora ya no salía mucho con sus amigas. Ahora era común encontrarla sola leyendo libros en la biblioteca.
Me gustaba mucho un lugar de la biblioteca que estaba arrinconado al fondo de los estantes y tenía una ventana que hacía que entrara luz y viento refrescando el lugar. Era mi lugar preferido y ahora estaba ella ahí sentada en mi lugar.
No me molestaba que estuviera ahí pero tampoco dejaría que se lo quedará, así que solamente jale otra silla a aquel lugar.
Y así empezó nuestra amistad, todos los días venía y la encontraba, la saludaba y poco a poco empezamos a platicar. Compartíamos historias, gustos, recomendaciones de libros, planes y lugares geniales donde leer libros.
Una vez cerrada la biblioteca ella y yo nos volvíamos nuevamente unos desconocidos. Ella con sus amigas y yo solo. No es que me importará, digo una belleza como ella no puede manchar su reputación por alguien como yo... un inútil, tonto y raro.
Seguimos así hasta que finalmente pasamos a tercero y ahí fue donde mi vida volvió a dar un giro de 360.
Un día como cualquier otro estábamos leyendo los dos juntos en nuestro lugar favorito de la biblioteca.
Cuando estábamos a punto de elegir otro libro entre los dos. Vi como uno de los estantes de la biblioteca le iba a caer encima a Asia. No dude ni un segundo, e inmediatamente salte hacia ella sacándola del peligro.
Pensé que había hecho lo correcto pero cuando me di la vuelta para ver el estante caído no había nada, mejor dicho el estante seguía en su mismo lugar como siempre.
Voltee a ver cómo estaba Asia y cuando vi su rostro llorando me recordó a mi antiguo amor.
- Asia, yo...
¡¡Acosador!!
De repente un chico grito acosador, estaba confundido no creo que sea refiera a mi. Pero cuando otro chico me aleja de Asia y me empieza a decir que que clase de persona era para aprovecharme de una chica indefensa, supe que el supuesto acosador era yo.
Nuevamente había cometido el error de abrirme con la gente.
Intente defenderme contando mi versión de la historia y el por qué de mi acción hacia Asia. Pero de nuevo nadie me creyó, ni los maestros, ni mis compañeros, ni mi familia.
De nuevo los héroes eran el único testigo de la situación, y a ojos de ellos yo era el villano.
[...]
Fue tanto el odio y el acoso que recibí después de eso que decidi tomarme un año.
Quería tomar un respiro de aquel malentendido pero ni siquiera en mi propia casa pude descansar. Mi madre y hermana no me dirijian la palabra y cuando me miraban se les podía notar que me miraban con asco y odió. Mi padre se fue a un viaje de negocios pero si de por si muy apenas me marcaba para ver cómo estaba, con esta situación ya no me marco más.
Opte por conseguir un trabajo de tiempo completo y terminar mi secundaria de manera virtual, así evitaba el contacto con mi familia y con mis antiguos compañeros de escuela.
[...]
Con el dinero que estuve ahorrando durante el año que estuve trabajando, pude pagarme la inscripción a una preparatoria que anteriormente era solamente para chicas, pero este año iban a incluir también a chicos.
Ya en este punto ya ni siquiera hablaba a menos que me hablarán. Estaba cansado de que siempre me lastimen.
Mi día a día consistía en tomar mis clases y después ir a mi trabajo. Mi trabajo era una cafetería que habia abierto recientemente cerca de mi casa. No es muy conocida ya que cerca habia un centro comercial. Así que podía fácilmente estudiar mientras trabajaba.
Así me la pasé los primeros meses de preparatoria. Hasta que llegó aquel día donde morí.
[...]
Rumbo a mi trabajo pude ver a una chica de pelo negro recargada en la pared a un lado de la entrada de la cafetería. Mi jefe no se encontraba hoy así que yo tenía que abrir el negocio.
Me acerque a abrir la cafetería y le pedí que pasará para poder servirle.
Era una mujer muy bonita, era joven, atractiva, un cabello negro que le llegaba hasta sus caderas y unos ojos de color violeta.
Se sentó en la barra cerca de donde estaba yo así que mientras ella disfrutaba del café, yo me puse a hacer mis deberes de la escuela
- Delicioso, eres muy bueno haciendo café
- Gracias, pero todavía me falta aprender más para hacerlo como el que el jefe hace.
- Ya veo... dime algo, ¿aceptarías salir conmigo el otro fin?
A qué venía eso, ni sé quién es esta persona y quiere una salida. Además por que querría salir con alguien como yo, apuesto a que hay más chicos mucho mejores que yo.
- ¿Por qué? Ni siquiera nos conocemos
- Bueno, de echo yo a ti si te conozco Issei [soltando una risita]
Estaba aún más confundido, como es que sabe mi nombre. Quién era esta persona y por qué quiere salir conmigo.
- Te estarás preguntando cómo es que se tu nombre o el por qué te estoy invitando a salir. ¿verdad?
- ...
- Te he estado viendo Issei desde ya hace un tiempo, y no se si esto es amor a primera vista pero la primera vez que te vi mi corazón se empezó a acelerar a un punto que se me dificultaba respirar
Otra vez... nuevamente me estoy empezando a involucrar con gente que puede herirme. Quería decirle que me negaba a salir con ella pero no sabía que excusa usar para no ir.
- ¿Cómo te llamas?
Me resigne a esta situación, con esta pregunta estaba aceptando el ir a la cita con aquella hermosa chica.
- Me llamo Yūma Amano, mucho gusto Issei
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Es demasiado tarde
Fiksi PenggemarDespués de tantos engaños que ha sufrido Issei a lo largo de su vida. Decide cerrar su corazón y no volver a confiar en nadie más.