Sin juego, sin vida [Tet x OC] FINALIZADA

Capítulo 10

habían atacado. Las peleas y las batallas se abrían paso lentamente hacia las ruinas del pueblo en el que nos encontrábamos. No sabía cuánto tiempo teníamos, pero estaba demasiado débil para escapar. Los flügel asesinos de dioses también estaban avanzando, matando a cualquiera y cualquier cosa en su camino. No había nada que pudiéramos hacer. Yo era demasiado débil y frágil, y Tet nunca condonó la violencia. No íbamos a contraatacar, y no podía irme.

"¡Tet, tienes que irte ahora! No puedo hacerlo si nos vamos. Por favor, vete. No quiero que salgas lastimado —le supliqué con desesperación, tratando de alejarlo. Estaba llorando mucho, pero no se podía evitar. No quería dejarlo, y él no quería dejarme. Sabía que no era capaz de mucho. Aunque siendo una Diosa, me negué a usar mi poder para mala voluntad. Y estando en el frágil estado actual en el que me encuentro ahora mismo, mi poder no me llevará muy lejos. Tet tampoco tenía mucho poder, pero aún tenía suficiente energía para escapar.

En todo el tiempo que he pasado con él, nunca lo había visto tan angustiado. Me rompió el corazón decirle que me dejara pero tener que verlo a punto de derramar lágrimas me mató por dentro.

"¡No te dejaré! ¡Te dije que siempre te protegeré y no me voy a rendir ahora!" Me atrajo hacia sí y me abrazó tan desesperadamente pero tan delicadamente, abrazándome como si fuera a mantenerme allí para siempre. Podía sentirlo temblar. Podía sentir su miedo, angustia y desesperación por mantenerme a su lado. Me abrazó aún más fuerte cuando le dije: "Gracias por todo. Sé que hiciste lo mejor que pudiste porque eres mi rey".

Permanecimos en la misma posición durante un tiempo hasta que rompió el silencio con un jadeo. Se echó hacia atrás, pero mantuvo un firme agarre de mis hombros con cada mano. "Aldís, sé lo que podemos hacer. ¡Puedo usar el resto de mi poder para transportarte a un lugar seguro!"

Me dolió solo escucharlo decir eso. "¿Qué? ¡No! Tet! ¡No puedes hacer eso! ¡No permitiré que hagas eso! ¡No te pongas en peligro por mi culpa! ¡Que no vale la pena!"

Sucedió demasiado rápido, demasiado rápido que no pude rechazar más la idea. Se alejó de mí tan repentinamente que no tuve la oportunidad de acercarme a él. Antes de que pudiera hacer mi camino hacia él, sentí que el calor del poder me atravesaba, y lo último que vi de él fue esa sonrisa genuina que siempre me daba.

"Vale la pena porque eres mi reina"