Capítulo XX

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Sábado, llovía, y la familia Jeon se encontraba en su casa, el día perfecto para realmente no hacer nada.

Jungkook despertó, al escuchar el estruendo que el cielo hacía, sonrió, pues ama amanecer al lado del amor de su vida, Taehyung, y con su hijo dentro de él, qué ya tenía siete meses, había pasado bastante tiempo desde entonces, desde que comenzaron a unirse más por el bien principalmente de ambos y su bebé.

Tae se movió y acomodó más, estaba fresco y parecía buscar calor, así que se pegaba más a él, jalando la cobija y arropar más a su esposo, abrazándolo más.

—No me aprietes tanto...—se quejó Taehyung somnoliento.

—Lo siento

Tae asintió, y Jungkook siguió en su misión de mantener caliente a Tae, sintiendo como este aumentaba su temperatura para calentar a su cachorro, como alguna vez lo hizo con sus mellizos, qué de repente pensó en ellos, pues no habían aparecido para querer dormir con ellos, pero suponía que dejaron de hacerlo cuando notaron que a Tae le incomodaba.

Decidió dejar su lugar e ir a ver donde estaban.

Salió de su habitación y fue a la otra, encontrando a ambos niños en la cama del niño, pues él le tenía miedo a los truenos, sonrió y se acercó, para arroparlos más.

Salió nuevamente de la habitación, fue y se asomó por la ventana, vio que la casa de enfrente, estaba siendo habitada nuevamente, miró con atención, era una familia pequeña, lograba visualizar una pareja y un niño, se veía de la edad de Naseok y Hyosing.

Cerró la cortina nuevamente, no sabía cómo es que se les ocurrió mudarse ese día, parecía que el cielo iba a caerse.

Regresó a su habitación, entró y vio a Tae durmiendo como una estrella, sonrió, pues se veía bastante lindo con su pancita abultada, qué por cierto, el bebé sería un niño.

Con cuidado lo acomodó nuevamente y se acostó con él, rápidamente Tae se abrazó, acurrucando su cabeza en el pecho del alfa.

—Kookie...tengo hambre

—¿Qué quieres comer?

—Fideos...

—Oh pero, tengo que ir los a comprar

—Bueno, entonces no, llueve mucho

Tae volvió a dormirse, Jungkook lo pensó mucho, se levantó nuevamente, se vistió y tomó su Paraguas, iría a comprar la comida de su esposo, y para él y los niños.

Salió de casa en dirección al auto, entró y miró hacía la casa de los nuevos vecinos, le daba algo de inseguridad dejar solos a sus tesoros, pues Tae no iba a levantarse a abrir si acaso les visitaban, pero iría rápido.

Encendió su auto y se fue, condujo hasta el supermercado, él los cocinaría, era más fácil así, tomó todo lo que usaría y fue a la caja, esperó pacientemente, pagó y salió del establecimiento, subió a su auto y fue de regreso a casa.

Entró en el camino que llevaba a su pequeña colonia, y vio que el camión de la mudanza iba de salida, llegó a casa y bajó del auto, corriendo hasta la puerta, entró y se encontró a Ikyang mirando la televisión.

—Hola papá

—Hola, ¿qué haces?

—Viendo la televisión, es que Ikyeng me pateó y me despertó, como no pude volver a dormir me vine a ver

—Bien, haré la comida

—Oki doki

Jungkook sonrió, fue a dejar las cosas en la cocina, fue al baño a quitarse la ropa mojada, se cambió y fue a ver a Tae, que seguía dormido, agradecía qué de esa forma estuviera quieto, no se preocupaba por nada.

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