Eras una humana que un día consiguió entrar en el palacio de los dioses sin que nadie se diera cuenta. Entraste por pura curiosidad porque, siendo humana, no sabías nada de los dioses y siempre has querido saber más de ellos. Mientras caminabas por...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Por la noche, mientras Poseidon y tú estabais cenando en silencio, se te ocurrió preguntarle lo de antes:
-Perdone, señor Poseidón...Puedo hacerte una pregunta? Dijiste, tímida
-Adelante, ___Dijo Poseidón
Primero dudaste por un segundo, pero al final decidiste preguntarle:
-Esta mañana, cuando estuvimos hablando en el jardín...Creo que me está ocultando algo, señor Poseidón...
Poseidón no esperaba esa respuesta de ___, es más, se puso medio molesto por tu respuesta
-A que viene eso? Preguntó Poseidón
-Es solo que...Te veía algo nervioso cuando estabas conmigo estaba mañana y solo me pareció algo extraño...Nada más...
...Poseidón permaneció en silencio por unos segundos, y entonces habló:
-Te equivocas.
-Seguro...? No creo equivocarme, señor Poseidón...Paraste un momento, y entonces hablaste de nuevo: -S-Si es un secreto, no hace falta que me lo cuente...Al fin y al cabo...No debería meterme en sus asuntos...
Poseidón se volvió a quedar en silencio por unos segundos, y entonces volvió ha hablar:
-Te lo contaré mañana. Por ahora, no me vuelvas ha hablar de esto. Dijo Poseidón, con un tono estricto
-Está bien...Dijiste
(Al día siguiente)
Te levantaste de tu cama y rápidamente te pusiste tu traje de criada para poder volver a tu trabajo en el castillo.
Seguías en intriga por lo que Poseidón podría decirte. No querías hacerte ilusiones, pero no podías para de pensar en posibles respuestas.
''Y si le gusto? No, eso es demasiado absurdo. Soy una humana, y él es Poseidón. Es imposible que un dios como él se enamore de una pequeña humana como yo...Déjate de hacer ilusiones!''
Seguiste caminando por los pasillos del castillo apresuradamente mientras ibas habitación por habitación, limpiándolo todo. No podías conseguir quitarte esos pensamientos de la cabeza, no dejabas de pensar en ello.
Por la tarde, decidiste ir a los aposentos de Poseidón y volver a preguntarle.
Abriste la puerta gentilmente. Viste a Poseidón, y entonces, hablaste:
-Perdone, señor Poseidón...Se acuerda de lo que me dijo anoche...sobre que me iba a contar algo? Dijiste
Poseidón se giró a mirarte, y entonces dijo:
-Claro, ___, siéntate delante mío, por favor
Te apresuraste a ir cerca de él para sentarte en una silla, delante de Poseidón.
-Lo que te quería decir era que...Poseidón paró un momento, dudoso, pero, entonces, decidió volver ha hablar de nuevo: