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Jin parpadeó. Namjoon repitió la pregunta.
— ¿Qué estás haciendo aquí? —.
Jin resopló. Ignorando al magnífico bastardo, tomó otro sorbo de su cerveza rancia, pero la botella estaba vacía. Tampoco podía permitirse otra. ¿Por qué Namjoon tenía que ser un idiota cada vez que se encontraban?
— Es un mundo libre, amigo, — murmuró — déjame en paz —.
— ¿Amigo? — Exigió Namjoon. La palabra pareció enojar al lobo dominante por alguna razón que no podía comprender — No soy tu amigo —.
Bueno. Eso fue francamente cruel. Jin empujó su cerveza, sintiéndose como un idiota.
— Seunghyun, otra por favor — llamó.
Namjoon miró fijamente a su hermano, pero Seunghyun lo ignoró y puso otra frente a Jin. El lobo dominante se plantó en el asiento junto a él. La ira se desprendía de Namjoon en oleadas. Jin no lo entendía en absoluto.
Jin bebió la segunda cerveza más rápido que la primera. Más. Necesitaba emborracharse estúpidamente esta noche para poder olvidar por qué estaba enamorado de Namjoon de todos modos.
— Más despacio — dijo Namjoon, agarrando su muñeca. El toque fue eléctrico, enviando una sacudida directamente a la polla de Jin. Mierda
— ¿Por qué te importa? — Jin infló el pecho. Por supuesto, parecía un palo en comparación con Namjoon, que estaba completamente delineado y cubierto de tatuajes. Namjoon gritaba "Peligro", era alguien con quien no había que meterse. Cuando la gente miraba a Jin, veía una presa fácil.
Vació también el segundo trago y Seunghyun le sirvió otro. A este ritmo, no tendría nada para pagar por sus bebidas. Se daría cuenta de la mierda más tarde. Tal vez podría conseguir que Seunghyun lo pusiera en su cuenta, y Seunghyun tomaría un pagaré. Podría pedir prestado dinero en efectivo a Yoongi, pero sería vergonzoso.
¿Por qué nadie querría contratarlo?
Namjoon empujó la tercera botella lejos de su alcance. Él miró. Namjoon explicó: — Como tu amigo, me estoy preocupando. Te vas a despertar enfermo por la tarde —.
Jin resopló.
— Dijiste que no eras mi amigo — Namjoon le frunció el ceño, una mirada de desaprobación en los ojos.
— No puedo controlarme a tu alrededor —.
— Wow — dijo Jin en voz baja. Eso sonó como una especie de gran avance. ¿Realmente escuchó esas palabras de Namjoon?
— No porque quiera verte. Bueno, tal vez un poco. No puedo dormir — El alcohol le estaba volviendo valiente. Jin debería detenerse. Dar por terminada la noche, día, la hora que fuera. Una vez que estuviera de regreso en el motel, no podría hacer ningún daño.
