Conejo blanco y duende tímido

capítulo 6

Los pisos superiores. Casi se siente como si fuera una vida pasada que estos salones cavernosos representaban una amenaza significativa para mí, pero la realidad es que hace poco más de un mes apenas podía luchar contra los monstruos aquí. La diferencia en mis capacidades como aventurero entre entonces y ahora es asombrosa.

Pero no es suficiente. Para conquistar los peligros de los pisos intermedios y más allá, necesito esforzarme más alto...

Un par de kobolds se dirigen hacia Lefiya y hacia mí.

"Tomaré el de la izquierda-"

Antes de que pueda terminar ese pensamiento, mi cuerpo se mueve por compulsión, y un golpe de la espada de la diosa deja sin vida a las dos bestias parecidas a perros.

Pero esta velocidad mía, no es suficiente. No es nada comparado con los gustos de Ryuu, que se movió como el viento durante nuestra batalla contra el goliat negro.

Reproduciendo su elegante movimiento en mi mente, cargo contra una manada de goblins más adelante.

"-¡no es justo!"

Oigo esa voz detrás de mí otra vez, pero ya estoy atravesando a los goblins sin esfuerzo.

Aún no es suficiente. Si voy a llegar a Ryuu, para llegar a Ais, necesito-

"¡Bell Cranel!" Lefiya me agarra por la muñeca como si fuera un niño. "¡D-despacio un poco!"

"L-lo siento", le digo. "Tal vez no debería haber cargado por mi cuenta de esa manera".

Lefiya probablemente estaba acostumbrada a las expediciones que dependían del trabajo en equipo, y aquí me apresuré como si ella no existiera. Brusco.

"¡Correcto!" ella dice. "¡No dejaste nada para mí, y ahora estás adelante en la puntuación!"

"¿En partitura?"

"¡Has matado a ocho monstruos ahora mientras que solo he conseguido tres!"

Mientras Lefiya me reprende, noto que uno de los goblins que pensé que había matado se retuerce en el suelo detrás de ella. Está gravemente herido, pero se las arregla para ponerse de pie y salta sobre ella con lo que le queda de fuerza.

"Lefiya-san, behi-"

Sin mirar atrás, golpea al goblin en el cráneo con la cabeza de su bastón, y deja escapar un último grito patético antes de caer al suelo. Probablemente sea seguro decir que no volverá a levantarse...

"Haz ese siete-cuatro, humph". Lefiya se cruza de brazos. "Sin embargo, eso no compensa el hecho de que hiciste trampa".

Todo lo que puedo hacer es sonreír irónicamente. "Bueno, ni siquiera sabía que estábamos llevando la cuenta..."

"Los aventureros novatos no tienen el tipo de velocidad y habilidad que tú posees. ¡Dime tu secreto! ¿Cómo estás mejorando tan rápido?"

Ah, eso me hace pensar en una pregunta similar que Ais me hizo una vez cuando comenzaron nuestras sesiones de entrenamiento...

"¿Cómo te estás volviendo tan fuerte, tan rápido?"

Todavía no sé cómo ponerlo tan bien en palabras, pero... He pensado en la respuesta de vez en cuando desde entonces. Solo puedo responder con seriedad y honestidad a la chica elfa, ya que ella prácticamente conoce mi 'secreto'.

"Porque debo, si voy a ser digno de estar al lado de Ais-san algún día. Nunca en toda mi vida he querido lograr algo tan desesperadamente antes, y nada me va a detener. Es por eso que trabajo mi más difícil. No es suficiente vivir la vida de un aventurero, como creo que la mayoría está contenta. No es suficiente luchar por valis y renombre, o enorgullecer a mi diosa, o proteger a mis amigos y miembros del grupo, aunque todos esas cosas son importantes. Pero para llegar al lado de Ais-san, debo volverme más fuerte, y más fuerte aún. Y lo haré".