¿𝕋ú 𝕢𝕦𝕚é𝕟 𝕖𝕣𝕖𝕤?

15 0 0
                                    

Isabell

Suspiré algo inquieta y moviendo mis piesitos, era realmente pequeña y me quedaban colgando, mi madre me regañaba una y otra vez, de hecho ahora mismo está "recordándome" que es lo que una verdadera princesa debe hacer

- Mamaa ya puedo ir a jugar?

+ No! Presta atención!

Recibí un regaño de su parte, de nuevo, pero me hacía un poco de gracia lo admito... Aproveche que una de las mucamas había entrado a hablar con ella y me escabulli lentamente por la esquina del cuarto, cuando pude estar fuera de este salí corriendo por el pasillo del castillo y salí rápidamente de allí

- Libre!

Grité dando un leve brinquito y seguí corriendo hacia las afueras del pueblo, para ser más exactos no se a donde iba, pero oía una cascada, no sabía que había una cerca

Acelere el paso y en cuanto llegue me quedé asombrada... Era realmente hermosa y los rayos de sol golpeaban contra el agua que caía desde arriba, parecía que el agua fuese oro...

Me senté en una roca que había cerca y precisamente el pasto estaba lleno de flores, las cuales recogía lentamente para hacer una corona floral... que puedo decir? me gustaban las manualidades

- Será hermosa jeje

Viel

Era extraño, tener la libertad del mundo y que mi madre pusiera limites. me dejaron probar mis habilidades recorriendo los bosques, los valles los ríos, con la protección del bosque, los animales y el aire podría ir a cualquier parte mientras fuera educado con las demás criaturas. me sentía invencible, como si todo me perteneciera. Era imparable, inmune al juicio cruel del mundo y como si este quisiera enseñarme mi lugar me guio a esa cascada. jamás la olvidare

Seguí corriendo probando la velocidad del lobo comparándola con la de mi forma humana, intercalando hasta estar exhausto y ese fue mi error.

- Ahh!

No vi esa piedra en el camino y olvide lo blando que son los pies humanos. Al pisarla caí por un borde y rodé hasta estar al lado del estanque del cual provenía de la casada y justo al lado de está, estaba una niña.

Isabell

- Ah!!

Grité asustada cuando vi que algo calló a mi lado, parecía un cachorro, o algo parecido, me asusté y solté las flores que tenía y la corona que estaba haciendo...

- Oh no, pobre perrito! Te lastimaste?

Me acerqué lentamente a el, había leído en los libros ocultos de la biblioteca sobre los animales, parecía un cachorro, un lindo cachorrito con pelaje rojizo, en el reino no existen los animales... Y jamás había visto a uno... Estaba emocionada pero al mismo tiempo asustada... Me hice cuclillas agachandome e intentando tocar la melena del animalito, pero me detenía bruscamente de tan solo pensar que podría morderme

- De donde has salido? Estás perdido?

Pregunte ladeando la cabeza un tanto tierna y al igual que mi voz era suave y delicada

Viel

Caí al lado de la pequeña, dando vueltas y enredándome con flores y hierbas pero de alguna manera estaba ileso. A mi lado la niña se había levantado y por instinto me pare poniéndome en guardia a pesar de estar mucho mas asustado que ella. Trate de enseñar mis minúsculos colmillos para defenderme pero fue en vano... ella seguía acercándose

𝕸𝖎 𝕯𝖊𝖘𝖙𝖗𝖚𝖈𝖈𝖎ó𝖓 𝖞 𝕸𝖎 𝕾𝖆𝖑𝖛𝖆𝖈𝖎ó𝖓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora