Parte única

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Era un buen día en el hogar de los Itsuka, después de todo, eran vacaciones de verano y eso daba libertad de muchas cosas, no hay nada mejor que sentir que el tiempo te perteneces y sentir la libertad de ir hacia cualquier parte... o quedarse en casa a hacer nada, muchas veces la libertad es sinónimo de holgazanear.

Shidou necesitaba mucho de esto, ser un sellador de espíritus no era nada sencillo, era un trabajo de 24/7 y sin ganancias, bueno, quizás sí había "algo", más bien, era mucho, un bien que casi no se cuenta, pero que es bien valioso para el corazón de cada quién: el amor.

Ay, el amor, esa fuerza que te da para dar un paso más o muchos para atrás. Una bendición y una maldición, así de volátil, cuál pólvora, es el amor. ¿Y con los espíritus? ¡Aun más!

Para suerte de nuestro muchacho, las espíritus decidieron realizar una pijamada en la mansión de Miku Izayoi, la ido exitosa de ciudad Tenguu, una estrella en el mundo de la música y hasta del espectáculo, puesto que ya hasta realizaba doblajes para algunos personajes de series anime y alguna breve aparición especial en películas y series televisivas.

¿Cómo las convenció? En especial a Natsumi, ¿cómo la convenció? Bueno, fue fácil, solo debía convencer a Yoshino y esta chica siendo tan amable, no pudo rechazar la idea.

«Bueno, no tengo llamadas perdidas de nadie, ni mensajes, así que, creo que todo estuvo bien anoche». Pensó el joven de cabello azul, después de revisar su celular y dedicó a hacer su día normal.

Se dio un baño, se cambió, recogió su cuarto para tenerlo arreglado, tomó su laptop para trabajar tranquilamente en la sala, pero primero haría su desayuno tranquilamente; esto no le tomó mucho tiempo.

Después de unos minutos...

Sonido de teclas apretadas suavemente, pero con velocidad, era todo obra del muchacho universitario, escribiendo su ensayo, y eso era todo.

—Está muy callado...

Miró hacia los otros sillones, donde casi pudo ver, como espejismos, a Tohka, Yoshino y Natsumi viendo la televisión. Luego giró su cabeza hacia la sala, donde acostumbraba a ver a Mukuro tomando tazas de té junto a Kurumi, mientras Yuzuru, con su fiel hermana gemela Kaguya al lado, jugando videojuegos en una consola portátil. Y ahora, mirando hacia la puerta, un espejismo de Nia entrando por la puerta con cervezas y sodas, acompañada de Miku. Finalmente, Kotori, su hermanita, estaría bajando por las escaleras para unirse, y Origami aparecería de alguna parte, completando así la lista de las enamoradas de Shidou Itsuka, que siempre convivían con él.

«Ya veo, así que es así como se siente... bueno, creo que no es malo tener este tipo de paz de vez en cuando, igual ellas están bien, no hay ningún tipo de proble...»

De pronto, la puerta se abrió de porrazo.

—Estoy de vuelta, bueno, igual no hay nadie... —dijo la chica de cabello rojo en dos coletas y ojos rosados, algo cansada.

—Kotori, ¿qué haces aquí? ¿Y la pijamada?

—¡Waah! —Saltó y soltó su bolsa rosa que llevó a la pijamada—. Onii-chan, ¿qué haces aquí?

—Vivo aquí... buenos días, por cierto —dijo con una expresión de confusión—. Um, ¿pasó algo?

—Buenos días... ahem, bueno... ella siguen durmiendo, se desvelaron viendo una película de terror, yo no quise... um, ya sabes, no soy muy buena con eso...

Kotori tenía puestas cintas de diferente color en su cabello: blanca y negra, por eso es que era un poco más abierta con sus sentimientos, así como bajaba la guardia con facilidad, pero el mundo estaba en paz, por lo que no tenía de qué preocuparse por ser más fuerte.

3 de AgostoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora