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AdvertenciasPeriodo Shippuden. Omegaverse. Canon Divergence. Omega Naruto. Alfa Sasuke. Mordedura de unión (o Lazo). Personaje moralmente ambiguo/gris. Genocida Sasuke.

"Hermanito, vive. Vive una buena vida sin mí."

Las palabras no fueron suficientes, tampoco las acciones. Sasuke no se lo pidió, no le pidió que matara a su familia y clan, tampoco que hiciera actos de amor por el y su bien. No pidió nada, nunca fue egoísta.

Siempre admirando a su hermano, siempre tragándose las duras palabras comparativas de su padre, siempre esperando confort de parte de su madre.

Nunca fue avaro y se lo quitaron todo como si toda su vida fuera parte de algún vil contrato.

Fue gracioso, obscenamente graciosos e irónico.

Hay un olor a azufre, madera humedecida, carne chamuscada y hierro. Un pedante olor a hierro oxidado.

Todo envolviendo su cuerpo caliente y en un peor estado que el de ayer. Cumplió su objetivo, lo único para lo que estaba vivo. Debería sentirse satisfecho. Y, sin embargo, se siente tan vacío.

Incluso al final, después de todo...

¿Qué futuro tiene un criminal de 16 años?

Es un genocida que destruyó todo un pueblo.

Camina entre los cadáveres, es de noche y solo puede ver materia gris, escombros y los restos de carbón encendido.

Lo único que puede escuchar es su respiración y sus pasos tambaleantes entre los charcos sucios. La lluvia se ha detenido y solo pocos rayos alumbran ocasionalmente su camino.

Él no es muy diferente a un muerto viviente, a alguna fantasmagórica aparición. Oscuro, sangrante, siniestro, pálido, alicaído y débil. Una macabra cara cabizbaja y sus manos cubiertas de los restos de sus víctimas.

No es necesario ver a su alrededor para saber qué situación ha creado. Es un mundo apático, deprimente y gris.

Nadie vino a ayudarlos, nadie atendió a los innumerables gritos, a nadie le importo porque podrían sufrir la misma suerte. ¿De qué le sirvió a Konoha hacerse de aliados si todos eran unos cobardes y oportunistas?

Justo cuando esta por desaparecer entre una nube para marcharse un sonido capta su atención.

Sasuke mira dos veces su alrededor, pero no hay nada. Camina dos pasos y otra vez el grito vuelve desde su izquierda. Su cabeza solo recibe algo: Sobrevivientes.

No debería haber, ninguno, nada. Igual que él.

Pero un último esfuerzo para acabar con la plaga que habita este lugar no es malo.

Con cuidado camina silenciosamente hacia una esquina de una casa, evitando mirar la pila de cadáveres de niños pequeños y mujeres que hicieron de escudo.

Sube una mano hacia el frente, con katana en mano, y apunta. El sonido es más claro cuanto más se acerca: Llanto.

Un llanto bajo y chirriante. Sasuke resopla desde el fondo de su garganta y la nariz. Hay maldad en su corazón, algo tan patético como eso no va a tentarlo a la amabilidad.

Y también...

Sasuke se detiene. Al cruzar un pedazo de madera rota y doblar la esquina imaginaria de una casa, se detiene abruptamente. Sus dedos tiemblan un poco y, en un intento de parecer fuerte en lugar de vacío, aprieta la empuñadura.

Sus ojos se detienen en un punto fijo y se abren de forma inconsciente por un momento por la sorpresa. Su cuerpo se estremece por una sensación desconocida pero rápidamente cambia a una cara de indiferencia y crueldad fría.

SasuNaru¦ Florece, mi cameliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora