VAMPIRES

~~29~~

 (Narra Sumin) 

—abrí los ojos encontrando la gran luna roja sobre mi, su luz iluminaba de un hermoso color sangre al rededor, trate de mover mis brazos y piernas pero estaban amarrados con unas cadenas, estaba acostada en una especie de altar en dirección al cielo—

—despertaste? —Taki se acerco a mi—

—aléjate! —dije sin mirarlo a los ojos—

—solo quiero ayuda... —callo enseguida—

—vaya veo que despertaste, bien empezaremos enseguida con el ritual—llego K—

(Narrador omnisciente)

—K se acercó a Sumin mientras desde atrás lo seguían los demás—

—¿qué me harán?  —pregunto con su voz temblorosa—

—¡silencio! solo queremos de tu sangre —decía mientras tomaba un cuchillo de un material negro—

—al primer corte la cuchilla comenzó a brillar al y al recibir el toque con la sangre de la chica este brillo aumentaba, K reía y los chicos solo miraban desde atrás—

—la chica estaba recibiendo cortes profundos en sus brazos, al 5 corte esta se desmayó—

(Narra Sumin)

—desperté en un prado de hermosas flores miré el cielo, y era de dia y un hermoso sol acompañaba las nubes—

—Sunmin que haces aquí?!?—lo vi correr en mi dirección—

—soobin...? donde estoy? —me puse de pie lentamente—

—que fue lo ultimo que recuerdas?—

—K y algunos chicos mas me encontraron y...—

—No!! hoy es la luna roja—

—oh si... la luna, me estaban sacando sangre de mis brazos, supongo que me desmaye o morí...—

—no, no has muerto no aun, puedo ayudarte a volver, pero si lo hago el poder de tu sangre saldrá y no se si lo podrás controlar sola, yo ya no estaré...—soobin pensó un momento—

—donde estaban esos vampiros?... se supone que debían cuidarte— 

—yo me fui con yunho a una fiesta, no les avise donde estaría, y bueno...yunho es un lobo también—

—okey no importa seguro llegan por ti, lo se, y también se que de alguna forma lograras controlar tu poder sola—

—soobin se posiciono delante de mi y  tomo mis manos y desapareció de repente y yo volvi a despertar, sintiendo un dolor punzante en mis 2 brazos—

—sentía una fuerza dentro de mi, una que quería salir.                                                                                trato de mover mis piernas pero no podía, olvidando de la fuertes cadenas en ellas—