~~42~~

50 6 0
                                    

—No entiendo...— Mi cabeza comenzó a doler por el gran estrés que toda esta situación me causaba. Vidas pasadas, reencarnación, o algo así... ni siquiera sabía cómo procesarlo. La confusión me envolvía como una niebla espesa. Los chicos seguían hablando entre ellos, pero yo ya era completamente ajena a la conversación; mis pensamientos me estaban consumiendo, uno tras otro, como un torrente descontrolado. Trataba de concentrarme, de intentar entender lo que decían, pero no lograba encontrar un hilo conductor. Era como si las palabras se desvanecieran antes de que pudiera asimilarlas.

De repente, mi voz salió sin que yo la controlara.

—Si trato de entender, ¿quieren decir que soy la reencarnación de Sarah?—dije, sin siquiera voltear a mirar a los otros dos. Había hablado en voz baja, como si más que hacer una pregunta, lo dijera para mí misma, buscando alguna respuesta en el aire.

Nicholas, que parecía estar intentando seguir el mismo hilo de pensamiento, suspiró y miró a Taki, como si estuviera buscando apoyo o confirmación. Luego, con una calma tensa, respondió.

—Puede que sí... Tal vez no la reencarnación exacta, pero definitivamente tienes algo de ella dentro de ti, algo que conecta con su esencia. Hay algo, no sé cómo explicarlo, pero... es como si una parte de ella viviera a través de ti—habló Nicholas, sus palabras lentas, pensativas, mientras miraba a Taki como si estuviera intentando hallar una respuesta definitiva a la intrincada trama que parecía envolvernos.

Taki asintió, aunque su rostro mostraba más incertidumbre que certezas. Luego, sus ojos se fijaron en mí, y aunque parecía que estaba formulando sus pensamientos, se atrevió a continuar.

—Por eso es que K sabía dónde estabas, dónde tenía que ir. Hay algo que nos conecta a todos, algo que no podemos ver, pero que nos guía. Lo que pasó con Sarah, con Shujua... y ahora tú... Todo tiene un propósito, aunque no sepamos cuál aún—dijo Taki, sus palabras mezcladas con un tono de duda. Era evidente que ninguno de los tres entendía completamente lo que estaba pasando, pero a la vez, había una fuerza invisible que nos empujaba hacia la verdad.

Mi mente, llena de preguntas sin respuestas, comenzaba a girar en círculos. No podía procesar todo lo que decían. La idea de ser alguna especie de reencarnación de Sarah, de tener algo de ella dentro de mí... No encajaba, no tenía sentido. Mi cabeza empezaba a palpitar con más fuerza, como si quisiera estallar.

—¿Entonces qué? ¿Todo esto es por algo que está más allá de lo que puedo ver?—pregunté, esta vez mirando a los dos, como si esperara que me dijeran algo que pudiera aliviar el dolor creciente en mi cabeza.

Nicholas pareció dudar antes de hablar, su mirada fija en algún punto lejano.

—Es una razón, pero… ¿cómo explicarlo? Es como si tú fueras la continuación de algo que se empezó hace mucho tiempo. No es solo que estés vinculada a Sarah. Es que también hay algo más, algo que nadie entendía en ese momento. Tienes sangre blanca, o algo así… Y Sarah no la tenía, era Shujua la portadora de esa sangre. Ella, su mejor amiga, fue quien lo heredó. Es complicado—dijo Nicholas, pero mientras lo explicaba, se veía que él también estaba luchando por entender el significado de esas palabras.

Y mientras él hablaba, yo trataba de construir ese mapa mental en mi cabeza, uniendo las piezas dispersas que me daban, pero todo seguía siendo confuso, fragmentado. Sentía como si estuviera a punto de encontrar algo grande, pero cada vez que llegaba cerca de entenderlo, algo más se desmoronaba. Mi mente seguía atascada en un laberinto de incertidumbres.

—Shujua fue asesinada pocos días después de que Sarah desapareciera de la casa de los chicos. Y curiosamente, fue el mismo día en que K fue enviado a matar a la segunda portadora. Todo esto tiene que estar relacionado de alguna manera. Pero aún no entendemos cómo ni por qué—dijo Taki, pensativo, como si las piezas del rompecabezas se estuvieran uniendo lentamente en su mente.

Mi mente ya no podía más. Era como si todas esas palabras y teorías giraran en mi cabeza sin descanso, y cada giro me provocaba un mareo más intenso. Mi visión se nublaba, mi cuerpo se sentía pesado, y antes de poder responder, sentí como si todo alrededor de mí se desvaneciera.

—Dijiste algo sobre un laboratorio, ¿no?—Taki me miró, sus ojos fijos en mí, como si esperara una respuesta.

Asentí con la cabeza, sin fuerzas para hablar, y dejé que mi mente volviera a conectar con lo que había dicho antes.

—La manada alfa... ellos estaban involucrados en experimentos con animales y con personas sobrenaturales. Tal vez eso tenga algo que ver, quizás todo esto sea una consecuencia de lo que hicieron allí—respondí, aunque mi voz sonaba débil, como si cada palabra me costara más esfuerzo.

Taki y Nicholas intercambiaron una mirada, y por un momento, el silencio se alargó. Pero la presión en mi cabeza aumentó, y antes de que pudiera procesar más, una sensación de oscuridad comenzó a envolverme.

—Mi cabeza explotará en cualquier momento...—fue lo último que pude decir antes de que mi cuerpo se desplomara una vez más en el abismo del inconsciente, sin poder comprender nada más.

---

I Came back! 🫂

VAMPIRESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora