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Yeonjun sostenía la mano de Beomgyu mientras este estaba siguiéndole el paso al mas alto. Ambos estaban caminando hasta la parte alta del departamento de Beomgyu, donde se suponía era su lugar secreto desde que Beomgyu se había ido a vivir allí con su madre.

—Rápido, ven —soltó Yeonjun mientras sonreía y Beomgyu solo le seguía el paso.

Llegaron a una especie de balcón sin protecciones, solo que habían dos paredes cubriendo dos de las esquinas de aquellos metros cuadrados. Habían varias almohadas apoyadas contra la pared, también habian almohadas y por más importante de todo, había una gran vista hacia el colosal cielo azul, donde se veían mil y un estrellas irradiando su luz.

—Woh.. —soltó Beomgyu al ya estar detenido, frente a aquella imagen. —Es muy lindo —sonrió suavemente y Yeonjun le dió un casto besito en su mejilla.

Amaba cuando su Gyunnie se maravillaba con cosas hermosas, como sus ojitos brillaban y mostraba una brillante sonrisa. Amaba realmente a su menor, su corazón latía fuerte y su estómago era llenado de mariposas revoltosas, que volaban por todo el espacio de su estómago.

Ambos se sentaron en el piso de aquel lugar, colgando sus piernas sin miedo por aquella especie de balcón. Tiernamente, Yeonjun buscó la mano del menor y la tomó con delicadeza justo cuando la entró.

Se miraron manteniendo aquel silencio y comodidad del ambiente, y ambos se regalaron una sincera y dulce sonrisa, justo en ese momento, destellos cruzaban por todo el largo del cielo, expandiendo aquel resplandor a ojos de cualquiera que estuviera pasando por el lugar.

Ambos rieron al ver las hermosas luces recorriendo todo el cielo y Yeonjun suspiros suavemente, apegándose al cuerpo del mas bajo.

—¿Ahora ves por qué quería que te apresuraras? —preguntó Yeonjun de manera burlona.

—Es que no es normal que alguien te saque de la cama a la una de la mañana y te obligue a vestirte, mas después te saque de casa corriendo —contraatacó Beomgyu.

Ambos rieron al unísono y Beomgyu tomó la iniciativa, uniendo sus rosados labios con los esponjosos labios de su amado. Era un beso lento y lleno de sentimientos, los cuales se desbordaban de los corazones de ambos y se unían en uno solo.

Ambos eran estrellas perdidas, las cuales se tenían el uno al otro en busca de soporte.

—Pide un deseo —sonrió Yeonjun, quien se alejó de los labios del menor para poder decirlo.

Beomgyu lo pensó un poco y sonrió sintiendo sus mejillas levemente tibias al pensar en su mas grande deseo. Miró en dirección de Yeonjun nuevamente y este sonrió de vuelta, al pensar también uno de sus deseos más grandes. A diferencia de ambos, el deseo de Yeonjun era el más momentáneo, el de Beomgyu era duradero.

—Mi deseo es que te quedes conmigo para siempre, y que nunca te aburras de mí —Beomgyu admitió en voz baja, mientras dirigía su mirada nuevamente al cielo.

—El mío es que aceptes ser mi novio —admitió Yeonjun, entrelazando sus dedos con los cortos deditos de Beomgyu.

—¿Uhm? —preguntó de manera baja Beomgyu y suspiró avergonzado.

—Lo que quiero decir, es.. —pensó un poco y finalmente sonrió levemente. —Gyunnie, ¿quieres se mi novio?


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B O Y S? | YEONGYUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora