DAY 3 : Carrot 🥕

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En el tercer día no tenía intención alguna de decirle nada a Wooyoung. Esta vez intentaría hacer como si nada y que su pareja no supiera exactamente qué es lo que está comiendo. Principalmente para que no se repita lo del día anterior, y también porque puede ser más fácil para Wooyoung de esta forma.

Solo que la del día de hoy realmente es algo que Wooyoung puede tolerar si no había en grandes cantidades. Sin embargo, esta vez iba a hacer solo zanahoria, más específicamente, palitos de zanahoria fritos.

Si están bien empanados y con un poco de condimentación, apenas se llega a notar el sabor y pueden pasar desapercibidas. Incluso visualmente llegan a parecer patatas fritas.

¿Y qué pasa si Wooyoung pregunta por qué están tan anaranjadas? Fácil, puede decir que son de estas papas de mala calidad que con solo 5 minutos en la freidora, aunque no estuvieran bien hechas, por fuera parecían quemadas. Sí, mientras cocinaba estuvo inventando mil respuestas a sus mil posibles preguntas para que Wooyoung realmente pensara que es algo delicioso.

—¡A comer! —llamó luego de dejar el plato de palitos de zanahoria en la mesa. Por si acaso, también dejó un pequeño recipiente de alioli al lado. Así se aseguraba de que realmente no note el sabor a zanahoria.

Wooyoung asomó la cabecita algo temeroso. Tenía hambre, pero saber que esa semana está comiendo cosas que no le gustan le quitaba un poco el apetito, y en el fondo no quería saber qué había para comer. Hasta se replanteó fingir que iría a visitar a Hongjoong y Mingi pero desviarse hasta la tienda de conveniencia más cercana para degustar un delicioso ramen instantáneo.

—Youngie, el médico dijo dieta variada, así que lo de hoy no es tan desagradable —avisó nada más ver la cabellera azabache del menor, quien por esas palabras se alivió un poco y entró a la cocina con más confianza.

—¿Papas... fritas? —preguntó algo dudoso. Las papas fritas le gustaban. Entonces, ¿por qué? Levantó una ceja por lo sospechoso que era todo. —¿Por qué están más oscuras?

San tragó duro por los nervios, pero se mantuvo firme para poder sonar convincente. —Son patatas de las baratas.

—Ese tipo de papas se ponen marrones, estas son naranjas.

El mayor lo sabía, no iba a ser tan sencillo, pero tampoco piensa decir qué es exactamente. Por eso tenía un as bajo la manga, uno que a Wooyoung le gusta y convenientemente es algo anaranjado.

—Usé batatas —respondió con confianza a pesar de ser mentira. Wooyoung ya había comida batata guisada con anterioridad, pero nunca logró probar la batata frita, por lo que era una buena respuesta, en especial porque el menor piensa que todo lo frito es mucho mejor.

Wooyoung relajó por completo sus músculos al escucharlo y sus ojitos brillaron de ilusión. —¿Las papas dulces?

—Esas mismas.

Se siente un poco mal por mentirle, más sabiendo que a Wooyoung le encantan las batatas, pero era necesario para no tener otra persecución con el menor que le haga volver a requerir la ayuda de Hongjoong.

Wooyoung se sentó en la mesa bien agradecido por el menú de hoy y comenzó a comer.

—¡Mmhh, delishiofo! —exclamó con la boca llena mientras seguía comiendo las "papitas".

Una vez terminó el plato, San se puso a fregar los platos sucios sin poder disimular su sonrisa victoriosa, y cuando terminó fue atacado por un fuerte abrazo por parte del menor.

—¿Ya me dirás qué era realmente? Dudo que hicieras simples batatas fritas cuando llevas 2 días intentando que me gusten cosas que odio —comentó Wooyoung inesperadamente más calmado de lo que San esperaba.

El mayor correspondió, y más que temer por haber sido descubierto, estaba feliz de que Wooyoung se encontrara tranquilo al respecto. —Eran palitos de zanahoria.

—Oh, ¿de verdad? No sabían para nada a zanahoria, ¿puedes hacerlos de nuevo?

—Por supuesto —aprovechó la cercanía para apartar el fleco del menor y poder darle un besito en la frente. —¿Y te lo comiste aún sabiendo que no era lo que dije en primer lugar?

—Bueno... pensé que quizás ayer me pasé un poco. Sé que lo haces con buenas intenciones, así que no quería montar otro berrinche —admitió algo tímido, incluso sus mejillas se tornaron carmesí recordando la que había liado por una simple gamba.

—Youngieee... —San se sintió tan conmovido que no pudo evitar besuquear todo el adorable rostro del menor, haciendo que este riera por la emoción del más alto. —Eres un buen chico, te recompensaré con una chocolatina~.

—¡Sííí!

Día 3, zanahoria:

Eat it! [Woosan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora