Al día siguiente estaban desayunando tranquilamente cuando Paula se acercó a ellos.
- Levántate - dijo a Iván - hazle sitio a mi hermana.
Todos alzaron una ceja.
Observaron a Iván con cautela esperando su reacción pero él se sentó donde estaba Rocke y éste en otra silla.
- Marcos, no me gusta este cole - dijo Paula.
- Ven, come un poco ya verás que rico - dijo Marcos dándole de sus cereales.
- Es tan tierno con ella - sonrió Freya.
Las chicas asintieron.
Las chicas miraron enternecidas la escena.
- Lo siento, pero los mayores se sientan en esta zona y los pequeños en aquella, ¿eh? - dijo Elsa - venga bonita, vamos con tus compañeros.
Marcos se levantó interponiéndose en su camino.
- Mire, mi hermana es pequeña y está asustada. Mis padres están desaparecidos y...
Aroa entrecerró los ojos viendo el interés de su amigo Iván por esa conversación.
- Se puede ver que no trama nada bueno - dijo Hope.
- Las miradas pueden expresar más que las palabras - dijo Elijah.
- Mira Marcos, todos los pequeños lloran el primer día y tu hermana tiene que pasar por esto como todos los demás - dijo Elsa llevándosela.
- Esa profesora es un poquito zorra, ¿no? - dijo Marcos molesto.
Aroa bufó llevándose las miradas de sus amigos.
- ¿Es que esa profesora le hizo algo? - frunció el ceño Finn.
- Aroa piensa lo mismo - sonrió divertida Vicky.
- La odia - siguió Carol.
- Sí, me acuerdo que la castigó tres días de cuadra - rió divertido Cayetano.
- Lo que me gusto es lo que le dijo - se aclaró la garganta Rocke - ¿Me castiga por ser más lista que usted?
- Yo no hablo así - se quejó Aroa.
- ¿Qué hiciste? - la miró Marcos.
- Solo la corregí, estaba explicando mal la materia - contestó.
- La dejaste en ridículo - sonrió Carol - tuvo que mirar el libro para darse cuenta que tenías razón.
- ¿Y aún así la castigó? - dijo Rebekah frunciendo el ceño.
- ¿Tenías razón y te castigó? - preguntó Marcos sorprendido.
Rebekah se sorprendió al hacer dicho casi lo mismo.
- Teníamos ocho cuando pasó - dijo Cayetano.
- ¿¡Ocho!?
- Y desde ese momento lleva el libro de la materia que le toque y lo lee asegurándose que Aroa no la vuelve a corregir - rió Vicky.
- No sé porqué sigue si no es capaz de prepararse la materia antes de darnos la clase - bufó Aroa - y encima tengo que aguantarla porque está con Héctor.
- Los dos están...
La chicas asintieron mientras que Aroa hizo como si fuera a vomitar.