07.

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— ¿Perdón?

— Sí, ¿cuál es la diferencia de un beso?

Yeonjun lo pensó unos instantes, parpadeando varias veces ante la repentina pregunta del castaño. Beomgyu se había acercado de lo más confiado del mundo al verle frente a la máquina expendedora metiendo un billete para esperar alguna golosina, confundiéndole ante el saludo tan extraño que había tenido.

— Ah... ¿por qué la pregunta? —se agachó al ver la pequeña bolsa de frituras salir finalmente y se levantó para abrirlas.

Empezó a caminar, haciéndole un cabeceo para que lo acompañara, observándole seguirle con una mueca pensativa. Ambos caminando por los pasillos del instituto tan cerca que sus hombros rozaban de vez en cuando, escuchando el bullicio de los alumnos y el crujido de las frituras cada vez que sacaba una de la bolsa.

— El otro día Hueningkai habló de eso con un hyung, pero no escuché la respuesta porque tuvo que irse —encogió sus hombros, doblando por los pasillos que daban directo a las escaleras y subiéndolas con cuidado— me quedé con la intriga.

— Tal vez deberías preguntarle a él.

— Si le pregunto a Hueningkai no me dirá y yo no me llevo con Heeseung

Yeonjun ladeó la boca no conforme con la respuesta, comiendo otra fritura y deteniéndose al ver la puerta de hierro de la azotea, Beomgyu abrió por ellos y ambos salieron sintiendo la brisa fresca despeinar sus cabellos, estaba tan acostumbrado a ir a ese lugar que Beomgyu dobló para acercarse a la parte medio escondida detrás de la ventilación sobresaliente del techo, sentándose con las piernas cruzadas y mirando imitarle casi desconfiado. Sonrió divertido al verle asomarse disimuladamente por las orillas del techo, encogiéndose en su lugar.

— Uh... creo que un amigo mío habló una vez sobre eso... no recuerdo qué dijo, pero me sé tres diferencias.

— ¿Cuáles son?

Yeonjun lo miró unos segundos, alzando una ceja— ¿Por qué tanto interés?

— Curiosidad.

— El piquito, el normal y el intenso.

Beomgyu frunció el ceño— ¿Un piquito?

— Es el beso rápido o beso casto... no sé cómo explicarlo.

— Podrías demostrarlo.

Yeonjun lo miró arrugando su frente— No lo sé...

— ¿O es que no te atreves? —al ver su confusión continuó— te reto a que me lo demuestres.

— Ah, ¿estás retándome? bien —sin decir más, se acercó velozmente y dejo un beso rápido sobre su boca, apenas dejándole tiempo de sorprenderse.

Beomgyu aplanó los labios e hizo un puchero— No es justo, fue muy rápido.

— Bueno, ahora conoces el beso de piquito.

Le observó abultar los labios, fingiendo lanzar besos hacia él y sintió su rostro arder; no sabiendo si de la vergüenza o del ligero enojo que comenzaba a sentir al estar burlándose de él.

— Mmm... ¿qué hay del normal?

— Ese ya te lo enseñé.

— No lo recuerdo.

— Choi Beomgyu, ¿es que quieres que te bese de nuevo?

Sonrió divertido— Por supuesto que no, besas horrible.

Yeonjun pareció ofendido un momento, pero de pronto había dejado de lado las frituras para sujetar su rostro y unir sus labios. Beomgyu jadeó de la sorpresa ante el repentino movimiento provocado para que sus bocas se unieran mejor, sintiendo los suaves y delicados labios moviéndose sobre los suyos lentamente. Le sintió soltar sus mejillas para sujetar sus hombros al separarse para darle tiempo de respirar de nuevo.

Yeonjun sonrió burlón al ver sus mejillas rojizas y sus ojos cerrados con fuerza viéndose verdaderamente tierno.

— Yeonjun —habló todavía sin abrir los ojos.

— ¿Uh?

— Apuesto a que no me enseñas el intenso.

— ¿Cuánto apuestas?

por una apuesta ★ yeongyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora