-Me puedes explicar como mierda nos encontraron los paparazzi?—Severus se volteó a ver a Petunia
-Severus, cálmate—murmuro Renesme mientras tomaba un trago de tequila—Yo misma te puedo responder esa pregunta..ese idiota de Dursley le dijo a los paparazzis que era más probable que se fueran al hotel ese, por ser el más cercano.
Petunia suspiro molesta— de haber sabido que era esa clase de persona no le hubiese hecho caso a mis padres de hablar con él— se cruzó de brazos mientras observaba a Renesme—Dame un trago quieres?—Renesme le pasó una shot de tequila bastante grande lleno. Petunia se lo tomo de un trago mientras Severos observaba al par de borrachas con las que estaba.
-Dejen de beber,quieren?— gruño mientras se recostaba en el sillón— tendremos que tener cuidado con ese idiota. Podría tirar la farsa— suspiro cerrando los ojos. Petunia lo miro con atención, sabía qué todo era una farsa, pero ese comentario la molesto Un poco. Desvío la mirada a la ventana observando la calle y los carros pasando.
Severus abrió lentamente los ojos y miró a Petunia de reojo. Su pequeño asunto ocurrido en la mañana aún lo ponía a pensar, pues el jamas pensó qué Petunia despertaría eso en el. La imagen regresó a él y sacudió un poco la cabeza para despejar su mente. No podía creer que eso le estuviera pasando a él, era algo imposible. Regresó su mirada a Petunia y un extraño pensamiento llegó a su cabeza, Petunia no era fea, en realidad le resultaba mucho más atractiva que Lily.
Mientras todo esto pasaba, Renesme los observaba con una sonrisa, sabía que cuando se conocieran ambos se gustarían pero, muy a su pesar, aún les faltaba demasiado para que pudieran empezar algo como pareja. —Que hicieron en el hotel?— Petunia volteó a verla
-Nada, Severus pidió la habitación, llegamos al cuarto nos bañamos y después fuimos a dormir— se encogió de hombros aunque Severus miró a otro lado con un leve rubor que Renesme noto, aunque decidió no decir nada. La pregunta de Renesme hizo que la mano de Severus cosquilleara levemente, recordándole la suavidad de la piel de Petunia. Sintió que algo se elevaba entre su pantalón y un poco nervioso toma una almohada lo más disimuladamente y la puso sobre si mismo.—Que tienes?
-Nada—respondió inmediatamente con una sonrisa—Te saltaste la parte donde lloriqueaste porque salí sin camisa—Petunia se sonrojó ferozmente ante ese recuerdo. A su memoria llegó el pálido cuerpo del joven frente a ella con abdomen marcado, y músculos en todo su torso, aunque sin exagerar— que piensas?
-En la regañada que me pondrá mi madre— contesto con lo primero que llegó a su mente, aunque esa también era una preocupación, había desaparecido y ni siquiera había dicho a donde iba. No había llegado a dormir! Estaba realmente jodida, pero se guardó sus pensamientos para más tarde.
Ahora lo importante era deshacerse del idiota de Dursley, una gran molestia que ella no contempló, y que ahora les podría co usar serios problemas. Se agarro las manos sintiendo algo en su dedo. Lo observo con atención, era el anillo de compromiso que le había dado Severus la noche anterior. Lo miro unos instantes antes de quitárselo- Severus, tú anillo-murmuro mientras extendía su palma para que tomara el anillo.
-Eh?— Severus miro su palma, donde se encontraba el anillo. Un recuerdo llegó a su mente.
-Este debería estar bien, no?— Regulus señaló un anillo bastante barato y de diamante diminuto
-No seas idiota tiene que ser algo más, Severus es el heredero de una empresa multimillonaria, cómo crees que le va a dar ese anillo a su prometida—mientras los tres amigos del joven se peleaban. Severus observaba un anillo muy llamativo, era de zafiro, tenía dos lunas alrededor de la piedra. Le recordaba q los ojos de petunia. Sonrió — Señorita, cuánto cuesta este anillo?—
-Trece mil— Severus asintió sacando su cartera— me lo llevo— al escuchar esas palabras sus amigos llegaron rápidamente a él. La señorita asintió y tomó el anillo para hacer la preparación.
-Severus...vas a pagar trece mil pesos en u anillo que es para tu falsa prometida?—pregunto Lucius muy asombrado. Regulus y Barty no se quedaban atrás.
-En esa fiesta, vana haber muchas chicas que están comprometidas, o que están casadas, no permitiré que Petunia se degradada por portar un anillo menor a los 10 mil pesos— contestó, la chica llegó con el anillo y Severus pago.
-Quédatelo, es tuyo— murmuro. Miro como Petunia volvía a ponerse su anillo y suspiro al ver lo bien que le quedaba. La hacía ver más hermosa de lo que ya era. Sonrió, claramente había escogido bien el anillo, pues este le quedaba Perfecto.—Vamos, Tenemos que llevarte a tu casa.— se levantó y la tomo de la mano—Renesme, me prestas alguno de tus carros?
-Ten—le lanzó una llave. Severus le agradeció y se llevó a Petunia al garaje, tomo un precioso jeep azul y ambos entraron
-Mi mamá me va a matar—murmuro Petunia con pesar en su voz mientras Severus echaba él carro a andar. Ella puso su brazo en la ventana y se tocó la cíen con la mano—
Me van a correr de la casa—suspiro preocupada-No te preocupes, siempre puedes ir a mi Departamento—Bromeó Severus sacando una sonrisa de la rubia. Ambos iban en un cómodo silencio. Después de unos minutos, Severus aparco frente a la casa de los Evans. Apago el carro y se volteó a verla—Quieres que entre contigo o....
-No, está bien. Entrare yo sola—lo miro unos segundos, la tensión subió y el,a se acercó un poco a él, con su mano izquierda le tocó la mejilla y lo atrajo a un delicado y tierno beso de despedida. Cuando se separaron, Petunia se sentía demasiado avergonzada como para verlo siquiera, por lo que abrió la puerta y abandonó el vehículo — Adiós!— le grito sin siquiera voltear a verlo antes de abrir la puerta de la casa y cerrarla tras ella.
-A...diós ?— Severus se quedó unos segundos así antes de reaccionar y poner el jeep en marcha.
Por otro lado, Petunia estaba demasiado avergonzada, su mente pensaba en mil maneras de matarse para no tener que afrontar las consecuencias de sus estupideces. Suspiro intentando calmar su respiración y se llevó la mano a los labios, con una sonrisa camino hacia la sala donde se encontraban todos los Gryffindor reunidos platicando. Cuando ella entró todos se quedaron en silencio, dirigiendo su mirada a la mano izquierda de Petunia, ella se sintió cómoda de inmediato y comenzó a caminar a las escaleras—Buenos Dias—murmuro.
-Petunia— se detuvo ante la voz de su hermana. Se dio la vuelta como si de un robot se tratase y le dedicó la mejor de sus sonrisas.
-Que ocurre, Lily?—pregunto con voz baja, aunque debido al silencio se escuchaba perfectamente sus palabras.—Necesitas algo?
Lily la observo por varios minutos—Felicidades...por tu compromiso—gruño, claramente molesta pero disfrazándolo con una sonrisa de felicidad—estoy muy contenta por ti.
-Gracias—susurro Petunia, se dio la vuelta y comenzó a subir las escaleras a hasta llegar a su cuarto. Con un suspiro se adentró en este y cerró la puerta tras de ella. Decidió meterse a bañar para calmar los nervios.
-Te beso?—la voz burlona de Lucius llamó la atención de Severus—Realmente te beso?
-Si...estoy jodido—se dio un golpe contra la mesa—muy, pero muy jodido—gruñó. Se encontraban en su departamento tomando o bueno, sus amigos tomaban el bebía judo de arándanos—
-Porque? No es tu culpa que te haya besa...do. Oh! Por Merlin! Te gusta la hermana de Evans!—grito Narcisa con una sonrisa burlona—realmente te gusta la hermana de Evans!?
-Vaya! Severus, realmente tenias ganas de quedarte en la familia verdad?— Se burló Regulus
-Si no es con Lily es con Petunia pero de que te quedas en la familia, te quedas en la familia!—Burlo Barty chocando la mano con Regulus.
-Púdranse—gruñó escondiéndose en sus brazos
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Petunia Evans
RandomEsta historia se centra después del accidente de 4to año en el que Severus llama sangre sucia a Lily Más específico en el 5to año por las fechas de navidad, Contiene Flashback