Saiki Miyazaki(tu) y Bakugo Katsuki
Ambos chicos de carácter fuerte y el ego por los cielos.
-perdedor-
-extra-
Se odian a muerte desde la primera vez que se vieron pero saben lo que dicen:
"Del odio al amor hay solo un paso"
-Dejame Amarte, maldita...
La azabache caminaba junto a la bakuescuad, todos bromeaban y reían hasta que el suelo se partió en dos provocando que la chica cayera a un lugar subterráneo, un lugar callado y sombrío
Camino por aproximadamente 20 minutos tratando de buscar alguna salida pero solo se encontró con que el terreno cambio drásticamente y ahora era un ¿Bosque? Un bosque que le parecía familiar
-¡Diamante en bruto!-
Esa voz, esa maldita voz la hizo quedarse helada
-mi diamante en bruto-
La pelinegra comenzó a correr lo más rápido que pudo, corrió tanto que perdió la noción del tiempo, sin darse cuenta llegó a aquel río
Su respiración entrecortada junto a sus piernas temblorosas hicieron que cayera de rodillas frente a esta corriente de agua
La azabache miro su cuerpo notando que ya no llevaba aquella sudadera y pantalón de siempre porque en su lugar estaba un vestido de novia
-mi diamante en bruto -
Dijo un peliblanco mientras se ponía de cuclillas a su lado
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Dabi: que idiota eres mi diamante
Saiki: ah... Tu...
Dabi: mira bien este lugar porque este lugar te deje plantada ¿Lo recuerdas?
El blanco vestido se mancho de lodo mientras algunas lágrimas recorrían las mejillas de la azabache
Dabi: no llores mi diamante en bruto, tu eres la única culpable de lo que pasó, no fuiste suficiente para mí
Saiki: Yo...
Dabi: ¿Qué sientes al saber que nadie te ama? ¿Qué sientes cuando los demás son felices y tú solo eres un maldito estorbo?
Saiki: un estorbo...
Dabi: un estorbo, insuficiente, ridículamente estúpida, una completa...
Saiki: inútil...
Dabi: Tu no mereces ni un estúpido romance, nadie podría amar a una mujer tan estúpida e inútil como tú
El llanto de la chica se hizo más intenso mientras apretaba en sus manos aquel vestido que llevaba puesta
Dabi: estúpida novia plantada
En un parpadeó el peliblanco desapareció de su costado y apareció al otro lado del río junto a una mujer de vestido blanco
- Los declaró marido y mujer -
Dabi: maldita perra inmunda
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Saiki: ¡¿Qué hay de mi?!
La azabache se despertó de un brinco, estaba llena de sudor, su corazón latía como loco, su respiración entrecortada y las lágrimas que no dejaban de brotar de sus ojos acompañaron a esa pregunta ¿Qué hay de mi?
