Déjame Amarte/Bakugo×tn

capitulo 26

- ¡Katsuki! -

Un agudo grito se escuchó por toda la habitación, mientras que el rubio solo escondía su rostro entre los pechos de la chica

Las embestidas eran rápidas y las respiraciones de ambos agitadas, la azabache gemia y gritaba mientras rasguñaba la espalda del cenizo

Sus cuerpos chocaban con fuerza provocando un sonido de aplausos, las piernas de la chica rodeaban la cadera de su pareja la cual estaba completamente concentrada en los gemidos de ella, observaba con suma atención cada gesto y sonido que hacía para averiguar si lo estaba haciendo bien y la respuesta fue más que evidente, lo estaba haciendo exelente

El ritmo de las embestidas era continuó y su intensidad no disminuía al contrario aumentaba cada vez más, ambos tuvieron su tercer orgasmo para después cambiar de preservativo y tomar otra posición, la que se convertiría en una de las favoritas del rubio sin saberlo

La pelinegra metió con lentitud el miembro del rubio a ella para después abrazarlo por el cuello
Comenzó con un pequeño salto y luego otro y otro hasta que terminó subiendo y bajando rápidamente sobre la pelvis del chico

Su vista era majestuosa, la azabache brincando sobre el, indefensa y a su merced, sus pechos expuestos que se movían de arriba a abajo gracias a los saltitos de la chica, sus mejillas sonrojadas, sus gemidos, sus rasguños y todo lo relacionado con esa posición era aún más excitante para el chico provocando que su erección se hiciera más grande

Katsuki: mierda...

Saiki: kat... katsuki~

El cenizo tomo por las caderas a la chica para ayudarle a moverse aún más rápido, las piernas de la chica se cansaron rápido después de todo estaban en el cuarto round

Katsuki: ¿Tan rápido te casaste, enana?
Preguntó con una ceja levantada y su característica sonrisa arrogante

Saiki: cállate

Katsuki: ¿Te ayudo un poco?

La chica miro a otro lado con vergüenza a lo cual el rubio solo sonrió y le ayudo a levantarse, luego la posicionó en cuatro dejando sus pechos sobre la cama y su tracero levantado

Saiki: ¡katsuki!

Sin previo aviso el rubio la penetro con fuerza provocando que la chica gritará y apretará la almohada sobre su rostro lo cual no le gustó nada al rubio que la tomo de las caderas y le dió la vuelta

Saiki: ¿Ah?

Katsuki: quiero verte y escucharte... enana

El rubio abrazo por la cintura a la chica y está solo se aferró a su espalda arañandola como si de un gato de tratase
Los besos y las mordidas no faltaron, el cuello del cenizo estaba marcado por la chica mientras que ella... bueno todo su cuerpo estaba repleto de estás marcas,  cada espacio de este tenía por lo menos tres mordidas

De un segundo a otro lado embestidas bajaron de ritmo ahora eran lentas y delicadas

Saiki: ¿Qué... qué pasa?

Katsuki: nada, ¿A ti te pasa algo?

La azabache no quería aceptarlo pero ese ritmo era tortuoso para ella y el chico lo sabía

Saiki: ¿Qué haces?

Katsuki: nada

Saiki: hazlo bien

Katsuki: si quieres que lo haga rápido tienes que rogar... enana

Saiki: Púdrete

El cenizo hizo el ritmo aún más lento mientras que estimulaba el clítoris de la azabache con lentitud lo que hizo reacción de inmediato