El paso que les faltaba

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Pov Mar

¿En que momento terminé yo montada en una motocicleta abrazada de un mexicano casi a media noche? Aún íbamos en camino a quien sabe donde y no os voy a mentir, ___ está cumpliendo su palabra y yendo despacio, supongo que por eso no hemos llegado aún
___: ¿como vas? —me preguntó sin quitar la vista del camino—
Mar: bien —la tensión se me había quitado, ya no abrazaba a ___ como si quisiera asfixiarlo y de hecho empezaba a disfrutar del viaje; hasta que nos detuvimos—
___: ya llegamos ¿ves? Sobrevivimos —nos bajamos y luego de quitarse el casco se acercó a ayudarme con el mío, lo desabrochó y al momento de pasarlo sobre mi cabeza quedamos muy cerca uno del otro pero él se apartó rápido—
Mar: ¿a donde me has traído? —le pregunté ya que no reconocía el lugar—
___: a mi cancha —nos acercamos más y no mentía, era una cancha de fútbol—
Mar: ¿como que tu cancha?
___: bueno no es MI cancha pero vengo muy seguido y el dueño me deja entrar cuando quiera
Mar: tu pareces conocer a medio España
___: me gusta hacer amigos en todos lados —me sonrió y guiñó un ojo para luego entrar seguido por mi, sacó unas llaves de su bolsillo y abrió una pequeña bodega para sacar un balón—
___: ¿unos tiros?...






Ya llevábamos un rato chutando, o mejor dicho él chutaba y yo paraba en la portería, casi todos sus tiros entraban, realmente es muy bueno, no entiendo porque no acepta jugar así que se me ocurrió una idea
Mar: te toca hacer de puerta —le dije con el balón en las manos—
___: ¿que?
Mar: yo también quiero chutar así que vas de portero
___: ya no hago de portero Serracanta
Mar: ¿por que no? —sabía la respuesta sólo quería escucharla de su parte—
___: porque no está en mis planes volver a romperme el hombro
Mar: pero si Jorge y Lopo han dicho que ya estás bien, incluso el fisio te dijo que ya podías jugar
___: ya te fueron con el chisme ¿eh?
Mar: yo les pregunté de hecho, cuando te vi dándole consejos a Ibáñez y a Nuria para mejorar en los shootouts, no entendía porque no entrabas tú a jugar si eres tan bueno —le dije sinceramente, no era la única que lo consideraba bueno, de hecho no creo que haya nadie que no lo vea de esa forma—
___: entonces te pusiste a investigarme
Mar: que va, para nada, ve a portería
___: no gracias, así estoy bien —dijo y se tiró al suelo para recostarse en el césped, no iba a rendirme tan fácil—
Mar: me hiciste subirme a tu moto —me paré frente a él—
___: ¿y?
Mar: no estaba en mis planes subirme tampoco —me miró con ambas cejas arriba—
Mar: ya rompí mis planes, te toca romper los tuyos
___: ...
Mar: por favoooor —hice la misma expresión que él me hizo para convencerme hace un rato y luego de mirarme fijamente unos segundos rió—
___: ¿no vas a dejarlo pasar o si?
Mar: no lo creo —soltó un suspiro y extendió los brazos para que lo ayudara a levantarse—
___: voy por unos guantes —se fue hacia la pequeña bodega de donde había sacado el balón, no me lo creo, lo acabo de convencer—

Pov ___

No se de donde salió esta mujer ni su poder para persuadirme así, ahora mismo estoy buscando un par de guantes que guardé en alguna de estas cajas por una razón: no volverlos a sacar jamás.
___: ay dios... —ahí estaban esos viejos guantes que hacía mucho no veía—
Mar: ¡apúrate ___! —escuché a Mar gritarme desde afuera así que tomé los guantes y salí
___: espero que valores esto Marsita —le dije mientras me colocaba los guantes y me paraba en la portería, solté un pesado suspiro cuando ya me encontraba listo—
Mar: ostiaaa que buena pinta de portero
___: ya dale —la vi prepararse desde la mitad de la cancha y correr—

Narrador omnisciente

Serracanta se preparó como si fuera un 1 vs 1 y pateó su primer tiro, el chico ni siquiera se movió solo vió pasar el balón y entrar al arco
Mar: ¡que es eso tío! —___ le pasó de vuelta la pelota para que volviera a patear, esta vez el mexicano si se movió un poco más para alcanzar poner el pie pero terminó entrando igual—
Mar: ¡usa las manos Lazio! —así estuvieron de tiro en tiro en los que poco a poco ___ iba agarrando más confianza de aventarse para atajar, empezó metiendo las manos, luego estirándose y finalmente lanzándose, Mar veía con una sonrisa en el rostro cada intento que hacía de detener la pelota y como cada vez se movía más ágilmente, de hecho le enviaba los tiros hacia las escuadras a propósito para obligarlo a esforzarse—
Mar: ¡va otro! —gritó la chica y chutó el balón a la escuadra izquierda, ___ corrió y se lanzó para hacer una atajada a mano cambiada casi imposible de alcanzar, algo que la española pocas veces había visto en su vida—
Mar: ¡ostia superman!
___: no mames Mar, tranquila —dijo el chico mientras se levantaba y sacudía sus rodillas con sus manos—
Mar: ya, un descanso —se sentó en el césped y Lazio hizo lo mismo—
Mar: tu hombro sigue intacto ¿ves? —el chico rió por el comentario—
___: tenía mucho que no me ponía ni los guantes
Mar: pues el talento aún lo llevas
___: gracias...por eso Mar, no sabía lo mucho que extrañaba estar en el arco
Mar: ¿significa que podrías considerar jugar con PIO?
___: wow vamos despacio Serracanta —dijo y ambos rieron—

Ya era algo tarde así que decidieron irse, no regresarían al bar porque estaban cansados pero ___ insistió en llevar a Mar a su casa quien a regañadientes aceptó volver a subirse a la moto, ya no se sentía tan nerviosa, empezaba a gustarle de hecho, sentir el viento, la velocidad y porque no decirlo, disfrutaba ir abrazada a ___. Cuando por fin llegaron Lazio volvió a ayudar a Serracanta con el casco quedando cara a cara muy cerca, el chico lo tenía claro, quería besarla, pero no sabía como iba a reaccionar, la chica lo tenía claro, quería que la besara, pero no sabía si esas eran sus intenciones o no, y como ninguno supo comunicar sus pensamientos a través de la mirada que no habían desconectado en ningún momento, lo único que pasó es que en un intento de no recibir una bofetada por sobrepasarse, ___ dejó un corto beso en la mejilla de Mar
___: descansa —le dijo casi en un susurro—
Mar: igual... —en cualquier otro contexto o con cualquier otra persona Mar se habría dado la vuelta y entrado a su casa, pero no se movió y ___ tampoco, la cercanía entre ellos aún seguía mientras ambos deseaban que se eliminara por completo, solo que ninguno tuvo valor para dar ese paso que les faltaba—
___: ahm, te veo mañana —dijo cuando salió de su trance—
Mar: si, si, hasta mañana
Ahora si Lazio se subió a su moto, se puso su casco y se fue luego de que vió a la chica entrar a su casa...






















Ehhhhh se la creyeron, todavía no hay beso entre Laz y Mar pero muy pronto gente no se preocupen, mientras díganme si los dos convenciéndose de hacer cosas que les dan miedo no son la cosa más tierna que han visto, y si tienen alguna idea o sugerencia para la historia igual déjenla en los comentarios. LOS TQM

For The Picture - Mar SerracantaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora