Extra #6

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Narra Mar

Mientras empaquetaba mis últimas cosas, no podía dejar de sonreír. Después de un año y una funa planeada en mi twitch, por fin el viaje a México que nos prometió Rivers se estaba haciendo . La emoción era palpable entre todas nosotras: Nuria, Ona, Carlinha, Aitana, Julia y yo. Pero había algo más que me llenaba de alegría: iba a sorprender a Laz.

Después de mucho pensarlo, decidí no decirle nada sobre el viaje. Quería verlo, abrazarlo, y darle ánimos en persona después de lo que había sido una dura derrota para ellos. El resto de PIO volvió a España ayer, pero sabía que Rivers y producción y él viajarían de vuelta a Monterrey porque quería quedarse unos días más, y mi plan encajaba perfectamente.

El claxon del auto de Carlinha sonó desde afuera.

Mar: ¡Ya voy! —grité, cerrando la cremallera de mi última maleta.

Con el corazón latiendo rápido por la anticipación, salí de mi casa, arrastrando mis maletas hacia el auto que esperaba en la calle. Las chicas ya estaban allí, listas y emocionadas. Carlinha estaba al volante, con una sonrisa amplia y sus gafas de sol.

Ona: ¡Vamos, Mar! —dijo, desde el asiento trasero—. ¡Corre!

Mar: Ya, ya voy hombre —respondí, riendo mientras cargaba mis maletas en la cajuela.

Subí al auto, acomodándome entre Julia y Aitana. Todas estaban hablando animadamente sobre el viaje, sobre las cosas que querían ver y hacer en México. Pero mi mente estaba en Laz, imaginando su cara cuando me viera.

El viaje al aeropuerto fue rápido, Carlinha poniendo canciones a todo volumen y gritando una y otra vez su broma de "camarero". Cuando llegamos, la energía de todas era contagiosa. Pasamos por el control de seguridad y nos dirigimos a la puerta de embarque, listas para las siguientes 15 horas.

Mientras esperaba para abordar, saqué mi teléfono y miré las últimas fotos que tenía con Laz. La última vez que lo había visto en persona parecía tan lejana ahora. No podía esperar para sorprenderlo.

Finalmente, llamaron a nuestro vuelo. Nos embarcamos y nos acomodamos en nuestros asientos, listas para el despegue.

Carlinha: ¡Nos vamos a México wey! —intentó hacer acento mexicano.

Nuria: Pa Méxicooo

[...]

Narrador Omnisciente

En la sala de estar de la casa de Rivers, Lazio y Félix estaban concentrados en un intenso juego de FIFA. Los dos competían por el orgullo, sus ojos pegados a la pantalla y sus dedos moviéndose con rapidez sobre los controles. Rivers estaba en la cocina cuando su teléfono vibró. Lo sacó y vio el mensaje que esperaba: las chicas ya estaban despegando. Una sonrisa de satisfacción se dibujó en su rostro.

Rivers se dirigió a la sala y se sentó en el sofá junto a los dos chicos, observando cómo jugaban. Justo en ese momento, Lazio logró una jugada impecable, metiendo un gol a Félix y asegurando su victoria.

Laz: ¡Vamoos! —gritó, levantando los brazos en señal de triunfo.

Félix: No mames —se quejó.

Laz: ¡A tu casa wey! —Se burló un poco y luego dejó el control en la mesa— Ser tan chingón me da sed, voy por agua.

Félix soltó una carcajada mientras Lazio se levantaba y se dirigía a la cocina. En cuanto Lazio estuvo fuera de la sala, Rivers se inclinó hacia Félix, con una mirada cómplice.

Rivers: Las pollas ya despegaron —susurró.

Félix asintió, devolviendo la sonrisa.

Félix: ¿Ya sabes cómo lo van a sorprender?

For The Picture - Mar SerracantaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora