╰┈┈➣「❝𝑪𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐⁰⁰ 𝑰𝒏𝒕𝒓𝒐𝒅𝒖𝒄𝒄𝒊𝒐́𝒏❞ 」

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El ojeroso caminaba tranquilo por las calles de metrópolis, sus ojos tenían esa usual mirada cansada. Sus manos en los bolsillos como acostumbra y sus audífonos reproducirán la canción Hasta la raíz.

Ignoraba todo a su alrededor, esquivando a duras penas, a las personas que transitaban las calles al igual que el.

Llevaba puesta una camisa de color negro de botones, mangas dobladas hasta los codos, un pantalón azul marino deslavado rasgado de las rodillas y sin dobladillo. En su cuello lucía un collar de conchas marinas, parecido a una gargantilla. En sus muñeca izquierda una pulsera con pequeños picos al rededor, y en la derecha un ma esclava de color gris. En sus manos dos anillos que lucían desgastados. En sus pies unas Jordan de color gris con detalles rojos y negros.

Su rostro lucía cansado, sus ojeras marcadas y los barros en la cara junto a esas marcas de acne, daban el indicio del poco cuidado que le da a su rostro. Sus labios gruesos tenían un leve tinte de color rojo, consecuencia de haber tomado Zuko de Jamaica. Esa cosa te pinta los labios.

Su cuerpo ligeramente rollizo, sus mejillas levemente regordetas, sus músculos estaban ligeramente marcados, consecuencia de haber ido al gimnasio. Al menos desde que se había mudado a Metrópolis, aunque no debía confiarse, con lo vago que es, seguramente ya no volverá a ir.

Miro la calle antes de cruzar, su móvil vibro por unos segundos.

Seguramente es el comisionado Gordon pensó mientras caminaba hacia el otro lado de la calle, una vez el semáforo estuvo en rojo.

Decidió ignorar el llamado y siguió en lo suyo.

Aunque debía admitirlo, le daba una extraña sensación que el comisionado le llamase. Ya que usualmente no tienen mucha comunicación, en referencia a la vida fuera del trabajo.

Dentro de eso, hay llamadas, mensajes de texto y de voz, ubicaciones, archivos, reuniones, pequeñas conferencias, y algunos almuerzos dentro de la morgue.

Por qué si, el ojeroso trabaja como forense y criminalista en ambas ciudades. Ya que eso lo mantiene ocupado y no piensa mucho en su vida social, que ni tiene.

¡¡𝐃𝐄𝐉𝐀𝐃𝐌𝐄 𝐄𝐍 𝐏𝐀𝐙!!「ʏᴀɴᴅᴇʀᴇ!ᴅᴄ」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora