one-shots de raperos/traperos

celos

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                             Litcko
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Celos ese es el maldito sentimiento que siente Matías cada vez que alguien se le acerca a Monzón.

Y es que aunque a Matías no le gustará mauro —Oh eso quiere creer.—  tampoco le agradaba la idea de que alguien se le acercará o lo mirará o lo tocará o lo que sea, odiaba todo eso.

Aunque es algo hipócrita de su parte, debido a que Matías tenía a dos chicas en poca ropa a sus costados, una en su pierna derecha y la otra sentada en el sillón mientras le decía cosas al oído.

Cuando vio que mauro se metía a la casa se quitó a las chicas de encima rápido, y se fue rápido a donde estaba mauro.

Hasta que lo encontró en la cocina, mientras buscaba algo en la parte de abajo de la nevera, posiblemente hielo o algo más tranqui para tomar.

Lo agarro del hombro girándolo.

Mauro: ma-matias —dijo con asombro y viéndolo confundido.

Matías: sí, ¿que necesidad tenía ese pelotudo de tocarte?—dijo levemente altanero y celoso.—

Mauro: quién?

Matías: el hijo de puta ese con el que te andabas riendo.

Mauro: que te importa a vos, es mi vida.

Matías: no me provoques Monzón—dijo mientras se acercaba un poco más, intimidando un poco a Mauro.—

Mauro: ah?, Que te haces el que me controla?

Matías: de echo puedo hacerlo si quiero.

Mauro: Matías vos estás borracho?

Matías: no te interesa eso, respondeme lo que te pregunte,¿quién era ese gato?—dijo serio.—

Mauro: no sé, tampoco te tiene que interesar, además vos que me reclamas como si fuera tuyo?

Matías no dijo nada más y beso a Mauro para callarlo, era un beso sucio sin amor, pero con mucha pasión y brusquedad, era desesperado, ese beso era con todo, lengua, labios, dientes y más, a Mauro se le complicó un poco debido al shock pero después lo siguió sin problema.

Lastimosamente se separaron debido a la falta de aire.

Mauro veía a Matías agitado y preguntandose porque lo había besado, y también con las mejillas sonrojadas y los ojos llorosos.

Mientras tanto Matías estaba evitando cogerse a Mauro ahí en la cocina, debido a que si entra alguien vería a Mauro y no quería que nadie viera a lo suyo y menos desnudo.

Agarro la mano de Mauro y se lo llevó a su habitación, a ese en la que nadie había entrado, debido a que cada vez cogía con alguien prefería hacerlo en una habitación de invitados.

Empujó a Mauro adentro, se dió la vuelta y le puso seguro a la puerta.

Volvió a agarrar a Mauro para besarlo, poniendo sus manos por debajo de su camisa para dejarlas en su cadera.

Mauro con sus brazos rodeo el cuello de Matías, mientras se seguian besando.

Matías empezó a caminar hasta la cama, haciendo que mauro retrocediera.