¿Es demasiado pedir que lo dejen solo? Danmachi X Dark Souls

Grace 5: Monsterphilia (Otro día normal)

(Descargo de responsabilidad: no soy dueño de Dungeon ni Deai wo Motomeru no wa Machigatteiru Darou ka, Danmachi para abreviar, o Dark Souls. Ambos pertenecen a sus respectivos dueños. Solo soy dueño de esta historia y nada más. Por favor disfrútenla).

Bien, en primer lugar, como dije en el capítulo uno, después de este capítulo, esta historia quedará en silencio hasta que tenga ganas de escribir otro capítulo o hasta que se me haya quitado parte de la carga de trabajo. Para aquellos que han venido a disfrutar de esta historia, perdónenme por dejar esto en la oscuridad por un tiempo, pero comprendan que tengo muchas cosas que hacer y que no necesito trabajo extra. Dicho esto, disfruten el espectáculo. ¡Es hora de un poco de Jolly Adventure!

(Editar: segundo verso igual que el primero, solo un poco de edición para dar cuenta de la nueva información que nos brinda el nuevo volumen).

¿Es demasiado pedir que lo dejen solo?

Grace 5: Monsterphilia (Otro día normal)

"Tita-¿Qué?"

Hestia miró confusa a su amiga, Hephaestus, que estaba sin su vestido y con su ropa casual/de trabajo que consistía en pantalones negros que abrazaban sus piernas, botas que llegaban hasta sus rodillas, guantes que cubrían sus brazos y una camisa abotonada. Camisa blanca.

Después de que Hephaestus se fue y la arrastró fuera del Banquete de los Dioses anoche, la llevó de regreso a su casa y le dijo que se quedara a pasar la noche mientras revisaba el guantelete que le había mostrado sin siquiera darle la oportunidad de responder. Simplemente la dejó en una habitación y se despidió, dejando a Hestia sin otra opción que pasar la noche. Quería protestar ya que Bell había dicho específicamente que quería recuperar el guantelete anoche, pero debido a este repentino giro de los acontecimientos, no pudo regresar a casa. En resumen, había roto la promesa que le había hecho a su hijo.

'¡Por favor, no te enojes conmigo, Bell! ¡No tenía control sobre esto! Hestia pensó para sí misma. En serio, la cantidad de cuidado que tenía por la armadura era casi una locura. Lo consiguió no hace mucho tiempo y actuó como si lo tuviera desde siempre.

"Titanita", repitió Hefesto. "Este guantelete, Hestia, está reforzado con titanita".

"¿Y qué es la titanita?" preguntó Hestia. Se dio cuenta de que su compañera diosa parecía un poco cansada y le dijo que no durmió mucho anoche. ¿Tanto le había molestado el guantelete?

"¿Es algún tipo especial de mineral o algo así?"

"La titanita no es un mineral cualquiera. Es un mineral divino , como el mineral que se encuentra en el Mundo Superior". Los ojos de Hestia se abren con incredulidad.

"¿Qué dijiste?"

"No tartamudeé. La titanita es lo que las deidades herreras como Gobniu y yo usamos cuando todavía vivíamos en el Mundo Superior y hacíamos armas para otros dioses y diosas". Hephaestus explicó antes de que ella levantara el guantelete que le había quitado. "Y este guantelete, Hestia, ha sido reforzado con una gran cantidad de titanita".

"Pero... pero ¿cómo? ¿Cómo sabes que ha sido reforzado con titanita?" Preguntó Hestia mientras el guantelete parecía una pieza normal de metal.

"Yo mismo no estaba seguro cuando lo vi anoche, así que te traje aquí y te hice pasar la noche mientras revisaba este guantelete", explicó Hephaestus mientras miraba el guantelete en sus manos con una mirada que era a la vez crítica y nostálgico. "Dureza, resistencia, incluso traté de derretir esta cosa y todo lo que logré hacer fue simplemente calentarla".