capitulo 9- +13

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La oficina donde Sovieshu y Henley se reunieron era un lugar sereno y discreto en el palacio. Los amplios ventanales dejaban entrar la luz suave del sol, iluminando los elegantes muebles y la decoración refinada de la habitación. Las paredes estaban adornadas con tapices finamente tejidos y pinturas que narraban momentos importantes de la historia del imperio.

El ambiente era de tranquilidad y privacidad, lo que permitía a Sovieshu y Henley hablar sin preocupaciones de ser escuchados. Una sutil fragancia a lirios llenaba el aire, proveniente de un delicado arreglo floral colocado sobre una mesa cercana.

En medio de esa atmósfera, Sovieshu mostraba gran preocupación y temblaba ligeramente ante la inquietud de confiar su secreto a Henley. La cercanía entre ambos se palpaba en el silencio compartido antes de que Sovieshu finalmente tomara el valor para hablar.

Henley, a pesar de su corazón agitado, se mantuvo firme y tranquilizador al escuchar las palabras de Sovieshu. Sus ojos se encontraron con los de su emperador, transmitiendo su promesa de guardar el secreto y protegerlo a toda costa.

El momento se tornó tenso cuando Sovieshu mencionó la necesidad de marcar a Henley para ocultar sus feromonas. El ambiente se llenó de emociones encontradas mientras Henley debía sopesar sus deseos personales y la complejidad de la situación. A pesar de su fría voz, el conflicto interno en Henley era evidente, pues su corazón anhelaba estrechar un vínculo más profundo con Sovieshu, pero la realidad de la posición de este último y su matrimonio con Navier lo frenaban.

La tensión en la habitación se intensificó mientras Sovieshu mencionaba la posibilidad de buscar otro alfa para mantener en secreto su subgénero. Las palabras de Sovieshu provocaron celos en Henley, quien no podía soportar la idea de que otro alfa estuviera con Sovieshu en ese momento tan íntimo y vulnerable.

Las emociones de Henley se agitaban, sintiendo una mezcla de miedo a perder a Sovieshu y una ira incontrolable ante la idea de que alguien más pudiera estar con él de esa manera. Sin embargo, a pesar de los sentimientos conflictivos que lo abrumaban, Henley finalmente no pudo resistirse y aceptó apoyar a Sovieshu en su momento frágil.

A pesar de los celos y la confusión interna, el amor y la lealtad de Henley hacia Sovieshu prevalecieron. Decidió dejar de lado sus propios deseos y brindar su apoyo incondicional a su emperador, reconociendo que Sovieshu necesitaba su ayuda en ese momento complicado.

El acuerdo para encontrarse esa noche en la habitación de Sovieshu dejó a Henley emocionado y nervioso. El rubor en sus mejillas era evidente, pues nunca imaginó que su deseo de estar con Sovieshu se haría realidad tan pronto.

Sovieshu, con un tono avergonzado pero determinado, dejó claro su anhelo de estar junto a Henley cuanto antes, para evitar riesgos innecesarios y mantener su subgénero en secreto. La preocupación en su voz mostraba cuán importante era para él mantener su identidad resguardada.

Henley, a pesar de su propia emoción, comprendió la importancia de la discreción y aceptó con prontitud la propuesta de Sovieshu. Su corazón latía con fuerza mientras esperaba ansioso el momento de esa noche.
En el silencio de la noche, Henley sabía que nadie debía descubrir lo que estaba a punto de acontecer. Sin mencionar palabra a su asistente Mackenna, esperó pacientemente hasta que el sueño la envolviera, permitiéndole escabullirse sin ser detectado bajo el manto oscuro de la noche.

Finalmente, frente a la puerta de la habitación de Sovieshu, no se encontraban guardias vigilantes, lo que le brindaba el momento perfecto. Con el corazón palpitando con fuerza y la excitación pulsando en sus venas, Henley se atrevió a abrir la puerta.

Detrás de las suaves cortinas, la figura sensual de Sovieshu lo esperaba, su silueta dibujando tentaciones que agitaban los sentidos de Henley. Sin dudarlo, se lanzó a sus brazos, dejándose llevar por la pasión desenfrenada que ardía entre ellos.

La luz de la luna derramaba su brillo sobre la escena, creando un ambiente mágico y embriagador que prometía hacer de esa noche una experiencia inolvidable.

Las manos de Henley exploraban cada curva de Sovieshu con deseo contenido, mientras sus labios se fundían en un beso ardiente y hambriento. Cada caricia, cada roce, encendía una chispa que incendiaba el aire a su alrededor.

Entre susurros apasionados, revelaron sus deseos más profundos y oscuros, entregándose sin restricciones ni tabúes. La complicidad entre ellos se volvía más intensa con cada instante compartido, como si el tiempo se hubiera detenido para permitirles perderse el uno en el otro.

Sovieshu tuvo el valor y marco a Henley como suyo y también lo hizo Henley aunque su marca no fuera fuerte al menos le daba la seguridad de que ahora sovieshu le pertenecía.

La luna, testigo silente de su pasión desbordante, pintaba sombras danzantes en la habitación, acentuando el éxtasis que los envolvía. Cada suspiro y gemido se fusionaba con el suave vaivén de sus cuerpos, creando una sinfonía de placer que solo ellos podían escuchar.

Las horas pasaban sin que ninguno quisiera que el momento terminara. El mundo exterior quedaba atrás mientras se entregaban a la conexión que solo existía entre ellos dos. Era una noche de éxtasis y complicidad que dejaría una marca imborrable en sus almas.

Cuando el alba comenzó a asomarse tímidamente en el horizonte, los dos amantes se abrazaron con fuerza, sabiendo que la noche había sido única y especial. Con una promesa muda de volver a encontrarse en la oscuridad de la noche, se despidieron, llevando consigo el recuerdo inolvidable de su encuentro apasionado.

Así, la luz de la luna guardó celosamente su secreto, mientras Henley y Sovieshu regresaban a sus mundos separados, esperando ansiosamente el próximo encuentro que les permitiría una vez más desatar la pasión que los unía en la oscuridad de la noche.

El día siguiente, Henley llevó la mayor parte del peso de la marca, ya que su cuerpo se encontraba sensible y reaccionaba a la conexión profunda que compartieron la noche anterior. El impacto de la marca dejó una huella física y emocional en Henley, quien asumió con valentía las consecuencias de su elección.

Por otro lado, Sovieshu se sintió abrumado por la situación, lleno de vergüenza y sin saber cómo enfrentar lo que había sucedido entre ambos. La noche que pasaron juntos, ocultándose entre las sábanas, dejó un halo de misterio y turbación en sus pensamientos.

Avergonzados y emocionados, Sovieshu y Henley enfrentaban el día siguiente con un lazo íntimo que había nacido entre ellos. A pesar de la turbación, ambos sabían que aquella noche compartida no sería la única que pasarían juntos.

En silencio, se prometieron a sí mismos explorar lo que surgía entre ellos y permitirse vivir una conexión profunda y auténtica. A pesar de los desafíos y obstáculos que enfrentarían para mantener su secreto y preservar su posición en la corte, Sovieshu y Henley sentían que había algo especial entre ellos que merecía ser explorado y protegido.

El deseo de compartir más momentos juntos, de explorar sus emociones y descubrir la verdad de sus sentimientos, les impulsaba a enfrentar el futuro con valentía y determinación. Si bien el camino por delante podría ser complicado y lleno de incertidumbre, ambos estaban decididos a luchar por lo que habían encontrado en el otro.
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Estoy roja de la vergüenza por qué la descripción de la noche y la marca fue muy qlera y no exprese muy bien en ese momento TwT así que perdonen a su escritora novata

Vínculo Perfecto [Henley X Sovieshu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora