X-Korpyon...

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– Te toca...–

– Uh uh ¡Te toca a ti! –

– ¡Oh, vamos yo fui la vez pasada! ¡Tengo hasta estrés postraumático de lo que tuve que ver allí Gwen!... No es algo, que un hombre deba ver...–

– ¡Ese no es mi problema Miles! Le prometimos a Peter cuidarla está vez, y tú me prometiste cambiarla está vez cuando te ayude con tu tarea de cálculo, así que TE TOCA...– Dejo salir Gwen cada una de las últimas palabras con especial enfasis, mientras le pasaba los pañales y el talco para bebes, y Miles los tomaba con nada de ganas, mientras le dirigía una mirada insegura a la bebé sonriente en la mesa mientras jugaba con sus pequeños pies.

Adoraba a Mayday, ya era como una hermanita para el, esos enormes ojos azules lo derretían de pura ternura, y quería demasiado a Peter, era su maestro, su mentor... Ya un segundo padre para el, y sabía que justo ahora los necesitaba, lo necesitaba más que nadie... Pero los pañales sucios eran, hasta peor que muchos de sus enemigos más aborrecibles.

Aún así, tomo aire, y con muy pocos ánimos respondió mientras ponía el talco y los pañales en la mesa:

– Bien...–

Ante eso, Gwen le sonrió coqueta, a lo que le dió un pequeño beso en la nariz al joven Spiderman. El adoraba a su novia, pero de verdad sabía cómo manipularlo a veces:

– Aquí vamos...– Con una enorme cara de horror,  comenzó el terrible procedimiento que era el cambio de pañales de la pequeña Mayday, mientras la bebé reía:

– ¡Deja de reírte May, no disfrutes de mi sufrimiento! –

Gwen intentaba aguantar la risa, pero con aquellas expresiones se le hacía casi imposible, y para agregar más leña al fuego...

– Lo estás haciendo mal... Uh uh, primero debes usar las toallitas y luego el talco... ¡No, debes usar ambas manos!...–

– ¡Si vas a seguir con eso, mejor hazlo tu! –

– Uh uh... Te toca...– Dijo mirando al moreno con un gesto burlón, haciendo a Miles odiarla/amarla aún más...

– ¡May quedate quieta! ¡¿Cómo alguien tan linda transforma el puré de manzana... En esto?! –

– ¡Uh, fuchi May, te luciste está vez! –

Dijo Gwen al asomarse y ver la para nada pequeña creación de la bebé, la cual se rió, mientras se retorcían inquieta, para diversión de Gwen y martirio de Miles.

– ¡Vamos, May, coopera un poco...! –

– May, admito que es divertido, pero Miles está a punto de sufrir un colapso nervioso...–

Mientras Miles sufría por un cambio de pañales y Gwen contemplaba todo aquel show, una voz interrumpió toda la escena:

– ¡Dios santo, que es ese olor! –

Era Jessica, que quedó algo extraña con la escena frente a ella, aunque no tardó en atar cabos y decir las palabras correctas:

–... ¿Necesitan ayudan? –

– ¡Si! – Exclamó Miles al borde de la desesperación.

– Nah, estamos bien Jess...–

– ¡No, no lo estamos!... En serio no lo estamos...–

La calmada mirada de Spiderwoman, paso de la desesperada de Miles a la divertida de la pequeña Mayday. Con una sonrisa y negando con la cabeza, se arremango las mangas y puso manos a las obra...

Ambos jóvenes se quedaron impresionados mientras la mujer cambiaba a la bebé con una maestría impresionante, hacia poco que había nacido su pequeño, así que tenía sentido, pero no dejaba de ser impresionante, ya no tenía su abultado vientre, y era más común que pasara más tiempo con su familia que en la sociedad arácnida, aún así para Miles había llegado como caida del cielo.

No me dejes solo...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora