Entre canciones y ronroneos | ZeeNunew

Capítulo Dos: Del Odio al Amor hay un Gato

Zee revisó su aliento antes de timbrar el número 118, el cual correspondía el departamento de Nunew, aunque después se golpeó mentalmente por ese acto.

– ¿S-si? – contestó una dulce voz detrás del intercomunicador.

– Amm... – Zee sacó el papel donde venía escrito el nombre real del cantante – ¿Chawarin?

– ¿Eres el cat sitter?

– Sí, vengo por recomendación de Ja- – Zee fue interrumpido por el sonido característico del acceso al condominio.

Pruk tomó el elevador hasta el décimo piso, y aprovechó para mirarse en el espejo del mismo. Al llegar al piso indicado, buscó el 118 marcado en la puerta. Zee sabía que una vez cruzara esa puerta no había marcha atrás, estaba comprometido a cuidar a un gato que ni siquiera le gustaba. Tragó saliva y llamó a la puerta.

Sinceramente Zee no se dignó siquiera a buscar fotos del cantante ya que no le interesaba demasiado. Estaba un poco incluso enojado con el mismo aún sin conocerlo, ya que había escuchado por su amigo Net que era muy joven y ya había tenido conciertos en Bangkok donde se agotaron las entradas. Todos predecían un futuro exitoso. Eso había amargado un poco a Zee quién llevaba años intentando entrar en el mundo artístico y seguía estancado cantando en el mismo sótano. Envidiaba que aquel chico tuviera el camino fácil, probablemente con la ayuda de sus padres y dinero de por medio, había escalado rápidamente dentro del mundo de la música. Y Zee, después de tantos años luchando, sería el triste "niñero" de un gato. Vaya ironía de la vida, seguro el mundo se reía de él.

— ¿Phi Zee?

El cat sitter se quedó en silencio por solo dos segundos antes de responder, pues toda imagen que se había creado con su imaginación acerca del cantante se esfumó. Nunew no tenía ojos malvados, un aura oscura o creída; en cambio tenía una mirada tierna y podías sentir que era una buena persona. Sin embargo aún tenía ese coraje y envidia por la vida que tenía.

— Pruk Panich, aunque mi nombre artístico es Z o Zee y me siento más cómodo con este.

Nunew estrechó su mano antes de invitarlo a pasar, Zee echó un rápido vistazo al enorme departamento mientras seguía al cantante hasta la sala. Ambos se sentaron en el gran sofá.

— Dime Phi Zee ¿experiencia cuidando gatos?

— Realmente no.

— ¿Has tenido gatos?

— Tampoco.

— Tan siquiera... ¿te gustan los gatos?

Zee se aclaró la garganta y miró fijamente a Nunew.

— Bueno, voy a ser sincero contigo, no me gustan demasiado los gatos, prefiero los perros. No tengo experiencia cuidando algo que no sea de mí mismo e incluso creo que no lo hago muy bien. Tampoco tengo el mejor currículum, nunca tuve un trabajo estable o en una gran empresa. No sé si pueda cumplir siquiera tus expectativas pero estoy desesperado por un trabajo y dinero para poder salir del sótano donde duermo. Nunca había escuchado tus canciones o tu nombre, tampoco me interesaba. Si estás bien con eso firmaré cualquier papel y tenemos un trato, ¿qué opinas?

Nunew se quedó en silencio, su cara mostraba un poco de decepción y Zee no podía refutar nada, él también se hubiera dado una patada en el trasero y sacado por la puerta.

— Aunque James te recomendó no sé si pueda tener en mi departamento a alguien que no le agrade mi gato o yo, lo lamento.

Zee asintió, lo había arruinado.

— Claro, no te preocupes. Yo tampoco confiaría en mí, haces bien — dijo y se levantó del sofá para caminar hacia la puerta. Nunew fue detrás de él.

— Puedes dejarme tu número, tal vez para recomendarte algún otro trabajo. De verdad lo siento, Phi Zee.

Antes de que Zee pudiera responder, July salió corriendo hacia él, frotándose entre sus piernas y maullando con travesura. Zee se agachó para acariciarlo y July respondió con ronroneos.

— Qué gato tan lindo.

— July... July nunca había hecho eso con nadie desde que lo adopté, ni siquiera conmigo — dijo estupefacto — Phi Zee, tienes el trabajo.

Zee miró a Nunew con sorpresa, no creyendo lo que acababa de escuchar.

— ¿Estás seguro?

— Bueno, July prácticamente te escogió. Le agradas y bastante, creo que eres perfecto para cuidarlo. Si tú aún quieres el empleo es tuyo.

El ahora oficial cat sitter no pudo contener mucho su emoción y abrazó al cantante, incluso lo elevó un poco debido a su diferencia de estatura.

— Lo siento, no debí hacer eso — confesó avergonzado, Zee no era una persona que le gustara mucho el contacto pero había actuado sin pensar demasiado.

— Supongo que es un sí — soltó una risa.

Nunew le dio un rápido recorrido por el departamento y se detuvo en el cuarto de July; le explicó cómo debía alimentarlo, sus juguetes favoritos y cómo cambiar la arena. Le mostró los horarios, el contacto del veterinario y las cosas básicas del departamento ya que se quedaría en el lugar.

— ¿Por qué no lo enviaste a un hotel para animales o algo así? — Zee se arrepintió al instante de lo que dijo — Lo siento.

— También lo pensé pero, — Nunew tomó una varita con plumas en intentó jugar con July, aunque este simplemente lo ignoraba— Sentía que si dejaba a July en un lugar así sería como dejarlo en un internado, sé que puede sonar tonto mi motivo.

— En absoluto... no creo que sea tonto, realmente piensas en los sentimientos de Julio.

— Es July.

— July, sí, perdón.

...

Zee regresó al bar de Net para contarle las buenas nuevas, sin embargo su amigo lo esperaba con una botella de tequila etiqueta azul.

— ¿Para quién es el tequila?

Net sacó dos vasos— Es para ti, mi pobre amigo desempleado, es obvio que no te dieron el trabajo porque pareces un desgraciado.

— Me dieron el trabajo, Net — dijo molesto — Aunque realmente fue pura suerte...

— ¡Eso es genial! Entonces el tequila es para celebrar.

Afortunadamente Zee no tenía problemas con el alcohol y podía tomar si causar borrachera, en cambio su amigo Net con dos chupitos estaba tirado en la barra. Sin el dueño no hay servicio por lo cual Zee decidió cerrar el lugar. Recogió las bebidas, limpió las mesas y barrió el piso. Necesitaba una ducha con urgencia, así que se dirigió al baño a tomar una. Cuando salió vio su reflejo en el espejo, su cabello largo pegándole a sus hombros, nunca le tomó importancia cortar su cabello pero quería mejorar su aspecto porque estaba trabajando para un artista. Tomó unas tijeras que eran para cortar el tubo de la pasta de dientes y poder tomar el último gramo de fluoruro, y empezó a trasquilar su cabello. No era un experto pero había visto algunos tutoriales.

Zee sabía que era guapo, pero no recordaba lo atractivo que se veía con el cabello corto. Sentía que había perdido unos años. Ojalá realmente los hubiera perdido. Había tantas cosas en su cabeza en ese momento...