En la tarde él llegó a mi casa y jugamos videojuegos. Cuando perdí, cuatro veces seguidas, él dejó el control en la mesa y me quitó el mío. Sabía que iba a comentar lo de la caja. Y eso me daba miedo, no podría decirle que no y tampoco la verdad. No por ahora, eso lo lastimaría.
-¿Llegaste a abrir la caja? –Preguntó con insistencia.
-Sí, pero no sé qué decirte.
-Quiero que seas totalmente sincera conmigo y que pienses en tú felicidad sin importar lo que yo sienta.
-Mi decisión es sí. Si quiero ser tu novia. –Me abrazó fuerte, tanto que casi me deja sin oxígeno. La verdad le dije que si porque al hacerlo feliz me siento feliz pero sé que no va a resultar y terminará estando triste y yo estaré triste.
-Te invito a comer un helado esta tarde. –Me besó el cachete.
-Está bien, sería genial.
Me llevó en su auto a una heladería, pedí un helado de chocolate y él de fresa. Nos sentamos en una mesa de dos sillas, él estaba al frente de mí. Luego de comer helado él se acercó a mí como para besarme, yo me incliné hacía adelante nerviosa, nuestros labios se juntaron por unos segundos y luego el volvió a su lugar. Me sentí maravillosa y nerviosa, era mi primer beso. No sabía que decir o que hacer después. Como amigos estaba cómoda pero ahora él era mi novio y esa es una sensación totalmente distinta, tenía que estar perfecta para él y ocultar ciertos detalles de mí que le enseñaría a un amigo y no a un novio. No sabía cómo comportarme, como comer, como besarlo, cada cuanto tiempo y de qué manera abrazarlo. Eso era algo que me confundía.
SEMANAS DESPUÉS
-Tengo que decirte que me hice novia de Josh. –Le dije a mi papá.
-¿De qué hablamos en estos días? –Dijo molesto.
-Papá, sé que me dijiste que no fuera su novia porque podía hacerle daño, pero por ahora eso no pasará.
-Ajá, ¿Y qué harás dentro de unos meses? ¿Qué le dirás?
-Cuando llegue el momento le diré la verdad.
-Cuando llegue el momento será demasiado tarde y lo vas a lastimar más de lo que crees. Y lo vas a lamentar.
-¡No es mi culpa que tu hayas lastimado a mamá y se haya tenido que ir a otro país! Y ahora en tu intento de recuperarla, quieres ir para allá.
-¡No sabes que es lo que dices! –Admito que no debí decir eso. – ¡Y no quiero ser una persona negativa pero ya entenderás de que hablo cuando le rompas el corazón a Josh!
Mi padre tenía razón, pero ya tendría tiempo de hablar con él. Tal vez cuando todo esté asegurado, lo que debo hacer ahora es disfrutar del momento que nos queda juntos.
OCHO MESES DESPUÉS
Estaba en el cine con mi novio Josh, para celebrar nuestro octavo mes. ¿Quién diría que podría amar tanto a una persona de esta manera? Él era todo para mí, mi novio, mi mejor amigo, mi salvación. Él es todo lo que espero de una persona. Saliendo del cine me llama mi padre. Y me alejo de Josh porque sabía de qué me iba a hablar.
-¿Aló? –Dije entrando al baño. Esperando que no fuera lo que creo.
-Ya todo está confirmado, me asignaron el trabajo.
-Está bien, creo que es hora de hablar con Josh. –Dije tratando de aguantar las lágrimas.
-Sé cuidadosa, ¿Si mi amor? –Dijo con una voz suave.
-Está bien, adiós.
¿Por qué tengo que tener la razón siempre? Él estaba llamando para lo que creía y era el momento que menos esperaba en todo este tiempo.
Salí del baño y me acerqué a la puerta del cine, en donde me esperaba Josh. Lo tomé de la mano y fuimos a su carro.-Necesito hablarte sobre algo, que debí decirte antes. –Le dije mientras el cruzaba la esquina.
-Eso me preocupa, ¿qué ocurre?
-No sé cómo lo tomarás, pero antes de decirlo quiero decirte que nunca fue mi intención si te hago sentir mal. Porque tú eres lo mejor que me ha pasado en la vida y no quiero perderte. –Suspiré. –Me voy a vivir a Canadá, a mi papá le ofrecieron un trabajo. —Solté de una vez.
Él se quedó en silencio. Me sentí de la patada y derramé lágrimas. Luego sostuvo mi mano y la acarició. Hizo un intento de sonrisa y dijo:
-Lo que te hace feliz, me hace feliz también. Y eso es lo que hiciste tú al aceptarme como tu novio. –Me quitó la lágrima del cachete. –La verdad es que me hace sentir triste que no pueda estar contigo cada momento de mi vida, como quiero. Pero, y quiero que me creas cuando digo esto porque jamás seré tan sincero. –Me tocó la nariz con su dedo índice y luego lo alejó. –Nunca dejaré de amarte, lo que yo estoy sintiendo por ti será para siempre. Aunque creas que eso sea imposible, para mí eso es muy posible.
Al llegar a casa me abrazó y me besó. Y ese fue el último beso que le di porque a la mañana siguiente me tuve que ir, el viaje se había adelantado. Me hizo sentir muy triste el no estar con él para despedirme antes de irme pero el viaje ya estaba arreglado.CUATRO AÑOS DESPUÉS
Me fui a Canadá, aprendí francés e inglés fluido, estudié en la universidad, me gradué de psicóloga a los veintiún años y construí mi propio consultorio con ayuda de mi papá. En todo ese tiempo estuve hablando por Skype con Josh, él se convirtió en un Traumatólogo muy famoso. Conseguimos establecer nuestra relación a través de internet. Sé que él fue fiel, mis primos me informaban que no salía con nadie y sólo hablaba de mí. Además, le tengo confianza.
El día de mi cumpleaños me sorprendí al llegar a casa, Josh estaba esperándome en el mueble. Todo lo que soñé en estos años al fin se hará realidad, poder abrazarlo, poder besarlo, poder pasear con él, era mi sueño desde que me mudé a Toronto.
Me lancé encima de él y lo abracé fuerte, sin ganas de soltarlo. No podía creer que estuviese aquí.-No sabes cuánto te extrañé. –Dijo abrazándome fuerte. –Realmente hace mucho frío aquí. –Se rió.
-¿Cómo es que estás aquí? –Le pregunté confusa.
-Tu papá y yo lo planeamos desde hace tiempo, estuve ahorrando y al final logré venir para estar contigo el día de tu cumpleaños.
-¡Es el día más feliz de mi vida! –Lo abracé fuerte.
-Te ves más linda en persona que en la pantalla de la computadora. –me besó.
-Casi se me olvidaba algo. –se acercó al mueble y agarró un peluche que estaba en él. -¿Te digo la verdad? –dijo entregándomelo. –Este oso te lo iba a dar cuando te fuiste pero nunca tuve la oportunidad de despedirme.
-Gracias, es hermoso. –lo abracé otra vez.
Josh y yo visitamos muchos lugares turísticos de Toronto, y como era jueves pudimos quedarnos en un centro comercial hasta las nueve de la noche, más tarde de lo que se puede entre semana.
-¿Conoces algún restaurante romántico que quisieras visitar?
-Sí, es uno que queda en la ciudad, hay una vista increíble ahí.
-¿Cómo hacemos para llegar ahí? Quiero llevarte mañana.
-GPS. Así encontramos todos los lugares aquí. –Me reí.
-Me parece perfecto.
Esa noche él durmió en el cuarto de invitados en la planta de abajo y yo en mi cuarto arriba, lo hablamos mutuamente y pensamos que no teníamos que ir tan rápido, sería como un nuevo comienzo.
Cuando ya había oscurecido, me preparé para la cena de esta noche. Unos minutos después Josh tocó la puerta de mi habitación. Al abrirle el traía un traje negro, no lo había visto tan elegante desde su graduación. Se veía algo nervioso, supongo que es por ser nuestra primera cita en cuatro años.-Te ves hermosa. –Estiró su mano hacía mí. Me puse mi bolso en el hombro y le agarré la mano.
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Forever (Historia Corta)
Short Story"...por siempre juntos." Leí por décima vez. Con los pies en la arena sintiendo las olas del mar. Miré el atardecer, recordando varios momentos de mi infancia en los que solía ser feliz y no tenía que preocuparme de nada, sólo ser niña. Y en esos mo...