Cap. 5

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Desperté con ganas de vomitar, quizás había sido por la corrida que hice ayer de camino a casa, la mamá de Harry estaba realmente loca ¿quién pensaría que yo soy novia de su hijo? Somos dos personas muy distintas, aparte a Harry le gustan las chicas esbeltas, delgadas y yo no estoy ni cerca de eso.  El sonido de mi teléfono me saco de mis pensamientos, quizás era alguien de la familia, no lo había llamado ayer.

''Necesito que levantes el culo de tu cama y vengas para mi casa, mi madre quiere hablarte'' Era Coraline.

Me vestí con un jeans negro, una polera negra y en mi cintura una camisa cruzada. Me bañé y Salí de la casa, no sin antes hacerme una tostada con nutella y sacar una manzana. Cuando llegue a la casa de Coraline, esta me abrió a los segundos después, haciéndome pasar.

-Julieta, amor ¿cómo estás?- preguntó Alisson que venía de la cocina con una bandeja de galletas y té.

-muy bien ¿y usted?

-no- dijo- nada de usted, solo dime Alisson- sonrió. Vaya que problema de confianza.

-y tu?- volví a preguntar. Coraline rio.

-genial, bueno Coraline me ha contado que andas en busca de trabajo- me miro- he hablado con Anne, la madre del chico que tienes que cuidar, dice que quiere hablar contigo ¿qué te parece que tomemos el té y luego vamos

-estupendo- sonreí.

-Coraline- dije llamando su atención, cuando íbamos camino a la casa de Harry-  podrías decirme si se me nota algo?

-ah?- dijo

-El Andrés-revolotee los ojos- ya sabes.

Coraline rio – claro, camina- camine unos pasos más adelantada que ella.

-no- dijo después de unos segundos- nada, ya me preguntabas porque has vestido ropa tan... dark- frunció el ceño.

Después de ir a la casa de Harry, quedamos con su madre que debería cuidar a Thomas, un chico de  catorce años, no eran doce como decía Coraline. Anne se iría de viaje por un mes y debía cuidarlo por ese tiempo, tres días a la semana;  martes, miércoles y viernes.  Reservado. Muy reservado era la palabra que define a la perfección como es Thomas. Le pregunté como estaba y solo recibí una cara de asco por parte de él, pude notar como la vergüenza se apoderaba de Anne.

La semana pasó normal, ya era viernes y Coraline me había invitado a la fiesta de uno de los gemelos Horan

¿ quienes eran? Ni puta idea.

Me vestí con unos jeans y una chaqueta, lo mas casual que pude y camine a casa de Coraline.

Después de una hora en bus,  llegamos donde los hermanos, estaba lleno.

-cuantas personas habrán?- pregunté pero no tuve respuesta, estaba sola, Coraline se había ido.

-¿Julieta?- me llamaron, di la vuelta chocando con kyle haciendo que botara el vaso que tenia en la mano. Haciendo que su polera se mojara.

genial

-perdón- dije tocando su polera con mis manos.

Si Julieta, como si fuera a secarse

-no te preocupes- me miro sonriendo- iré a cambiarme ¿cómo has estado?  ¿has venido sola?

-bien y no- lo mire con comprensión- Coraline se me ha perdido- dije tomando un vaso de agua

Siempre sana

-donde te cambiaras?- dije, yo era la preguntona de la familia, era terrible.

Sweet Eighteen | H.S |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora