Cap. 6

11 1 0
                                    

Desperté por el frio que tenía en mi cuerpo y el short con la polera de tiras que no me cubrían. Eran las 10 a.m. del día sábado. Las gotas de lluvias golpeaban la ventana de mi habitación, me levanté y fui hacia el living para prender la calefacción, al cabo de cinco minutos mi casa, ya era una sauna.

Entré a la cocina para prepararme un café y cuando ya estaba listo sentí unos pies que se acercaban hacia donde me encontraba.

Mierda, hay espíritus en esta casa

-Hay alguien ahí?- pregunté asustada, tomando mi café

-yo- respondió a mis espaldas un voz ronca, una sexy voz, haciendo que me sobresaltará y botara la taza de mis manos. Fui dando vuelta mi cabeza lentamente, encontrándome con Harry.

-PERO QUE MIER....- Grité

Se me había olvidado completamente que Harry estaba aquí, en mi casa

-perdón- abrió los ojos- no sé qué hago aquí- miro para todos los lados-tu y yo...- me miro

-que?- dije- NO- medio grité- estas enfermo- reí

Ni aunque me dijeran que logan lerman se casaría conmigo, tendría relaciones con Harry. Bueno... la verdad es que si, pero eso nunca pasará

Harry me miraba perdida.

-bueno...- volví a hablar, sirviéndole un café- no te acuerdas de nada?

 -no- dijo de inmediato-bueno, solo que tu me vist... me viste ..con la chica.. que estaba hacién...hacien- dijo tartamudeando y tomando del café que tenía en sus manos.

-haciéndote una mamada?- le dije espontáneamente. Debo admitir que luego de decir eso casi morí de la vergüenza, yo no era así de directa, era muy vergonzosa pero con Harry debía ocultar mi vergüenza, no debía mostrarme como era realmente, ingenua y tímida, ya que Harry podía tenerme en la palma de su mano cuando el quisiera.

Pude ver como se sonrojaba.

- te sonrojas con la palabra mamada- enarque una ceja. Era lindo ver a Harry así.

 -no – dijo riendo nervioso- es solo que me viste... desnudo.

-no-dije- gracias a dios, no – sonreí- lo que paso fue es que después de eso, estuvimos en el bar un par de horas, luego llegó la policía y tuve que manejar tu auto y para que tu madre no notara que estabas borracho, te ofrecí quedarte aquí.

-casi me matas- dijo- manejaste muy rápido para ser chica

-no seas machista- lo mire asesina- me dan rabia los machistas

-lo siento- dijo levantando los brazos- es solo que, no sé, sentí la adrenalina- rio- a cuanto te viniste?

-180 kilómetros por hora- reí- tu auto es realmente genial- estuvimos aquí como en veinte minutos

-oh- abrió los ojos-  eso es fantástico, hubiera sido genial que hubiera estado sobrio,  para sentir más esa adrenalina pero,- dijo – no recuerdo casi nada.

-lastima- lo mire divertida- pero si quieres puedo repetirlo- dije entusiasmada.

-oh no- dijo- tendrás que esperar que este borracho de nuevo, yo sobrio, no le paso el auto absolutamente  a nadie- mi miro riendo

-casi- reí con él- valía la pena intentarlo. Pues por no prestarme tu auto tendrás que limpiar el café que has votado- conteste mirando el suelo

-si te  presto mi auto, lo limpiarías tu? - dijo

-no- reí- yo no soy sirvienta de nadie, aparte nadie usa el soborno ni el chantaje en mí.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 12, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Sweet Eighteen | H.S |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora